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POV NOVA

Nuevamente iríamos a verlo a Foster. Esta vez, Suar y Benson irían conmigo.

La situación ya me comenzaba a estresar. Quería sacarle toda la información que podía para así comenzar con la venganza de una vez por todas.

– Puedo ver lo irritado que te encuentras con esto Nova –Benson, el cual iba conduciendo la camioneta, estacionó bajo un árbol frente a la estación de servicio abandonada– pero verás que si no logramos sacarle información proseguiremos con el plan B.

– Duncan ya se encuentra con la mujer. Respecto a lo que decidas y de lo que ese maldito te diga seguiremos con lo acordado. –Suar abrió la puerta del coche para poder bajar

– Bien –mencioné– veremos que sucede.

Mis hombres se encontraban en conocimiento de nuestra presencia aquí. Uno de ellos nos abrió la puerta y nos dirigió donde se encontraba el patético español. Quitó los seguros de la puerta y la abrió, dejé que Benson y Suar ingresaran primero, luego ingresé yo.

Foster se encontraba en la misma posición en que lo había encontrado ayer, amarrado de sus manos y pies por cadenas mientras su cuerpo se encontraba colgado del techo. Tenía sus ojos cerrados, ni siquiera los abrió cuando ingresamos nosotros. Tomé una madera que se encontraba a un costado de la habitación y lo golpee fuertemente en su tórax, este se quejó y comenzó a moverse.

– Menos mal que le habías dado la orden de no dejarlo dormir –agregó Suar

– Disculpe señor –mi hombre que todavía se encontraba con nosotros se disculpó mostrándose nervioso – hace diez minutos vinimos a molestarlo y despertarlo.

– Vete –mi voz sonó áspera y firme. Él hombre rápidamente se fue de la habitación

– Es..taaa ve...eez traa...jiiisstee a tuus pu..taaas con...tigoo –habló mientras jadeaba de dolor

Benson me quitó el pedazo de madera que tenía en las manos y le dio un golpe con ella, Foster volvió a quejarse del dolor.

– Ten cuidado de como hablas maldita escoria.

– Ja Ja ja –comenzó a reírse– no les tengo miedo.

– Deberías –agregó Suar– queremos algo que tu tienes, mas bien, que tu sabes. Así que lo mejor que puedes hacer en este momento es colaborar con nosotros y con nuestra causa.

– ¿Nuestra causa? –preguntó burlón– ¿Qué quieren ustedes además de la información que Levine esta buscando?

– La causa de él es nuestra causa –respondió Benson

– No soy la persona de la cual deben perseguir.

– Ilumínanos Foster. ¿Quien estuvo detrás de todo eso?

– ¿Qué me darán a cambio de esa información? Quiero beneficios.

No aguanté y le propiné dos golpes en el rostro.

– ¿Te atreves a pedir beneficios? –pregunté disgustado– ¿Quién te crees que eres? Aquí no estas en condiciones de pedir algo. Si no te diste cuenta aun estas bajo nuestro poder.

– Tranquilo Nova, escuchemos lo que quiere a cambio –habló Suar mientras se acercaba al español

– Eso Nova –su rostro comenzó a sangrar un poco– escucha a tu socio, él si se ve interesado.

– Habla de una vez –gritó el viejo Suar

– Quiero que me dejen ir y haré como si lo que están haciendo conmigo nunca existió.

– ¿Así que quieres que te dejemos en libertad? –preguntó Benson

–Foster asintió con la cabeza– tan simple como eso.

– ¿Por quien me tomas? –pregunté enfadado– esta claro que quieres que te dejemos ir para que vayas de arrastrado a los pies de Josué pidiendo que intervenga y que se una a ti. Y sobre todo, las personas que me interesa matar estarán al tanto de todo. Yo estaré por encima de ellos no detrás.

Mi teléfono comenzó a sonar. Era Duncan y eso quería decir que ya se encontraba en la casa junto a la mujer.

– Quiero mostrarte algo Foster. Estoy seguro que te interesará.

La puerta de la habitación se abrió dejándolo ver a mi amigo con una mujer, la esposa del español. Esta tenía los ojos cubiertos por una tela que le impedía ver. Foster al verla se tensó.

– Alejandra –gritó Foster desesperado–

– Lucas –gritó la mujer mientras trataba de zafarse del agarre de Duncan

– Duncan –llamé su atención. Él no quitó la tela que cubría los ojos de la mujer y le permitió acercarse a Foster por unos minutos– Pensé que te daría gusto verla.

– ¡Por que la has traído! ¡Maldita sea Levine! ¡No le hagan daño!

– ¿Cariño que ha pasado? –preguntaba desesperada mientras escuchaba la voz de Foster

– Nada amor, es solo un mal entendido.

– Alejandra –la llamé para que prestara atención – necesitamos que tu esposo colabore con información que posee. Pero, al parecer no quiere hacerlo. ¿no queremos que Leo y Marcos se vean involucrados en esto verdad?

– Por favor... –chilló ella

– Duncan, aléjala de él.

– Levineeee... ¡no le hagas daño maldita sea!

– Dime Foster. ¿Que tan importante es para ti tu familia? ¡Contesta! –grité para que respondiera

– Dile lo que quieren saber –gritó enojada la mujer– ¡Diles Foster! –el español continuaba con la cabeza gacha sin mencionar palabra– están en riesgos tus hijos ¿no te importan en lo absoluto?

– Bien –solté un suspiro al no obtener palabra– en tu silencio ya obtuve una respuesta. Duncan, ya sabes lo que tienes que hacer.

– Como gustes. –la agarró de las muñecas

– ¿Qué me harán? ¿Qué harán con mis hijos?

– Créeme que no tenía pensado llegar a esto señora –respondí tranquilamente– pero ya que él no quiere colaborar...

– Por favor... –Foster habló al fin– ellos son lo mas importante que tengo en esta vida llena de mierda.

– Uno elije la forma de vivir Foster. Estoy siendo bondadoso contigo y ni así logras comprender. No me interesa matarte si tu no estas involucrado en la muerte de mis padres, hasta reflexioné en lo de liberarte. Pero todo es basura si no quieres hablar. Tendré que hacerlo por las malas.

– Esta bien, hablaré –respondió él– pero deja ir a mi esposa.

– Duncan, por favor dile a dos de nuestros hombres que escolten a la señora hasta su casa.

– Bien, nos vemos luego. –salió de la habitación con la mujer

– Y bien... somos todos oídos –habló Benson–

•El precio del servicio•© #EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora