•El precio del servicio•© #EN EDICIÓN

~48~

Pov Nova

Tenía a mí chica al lado mío durmiendo tranquilamente. Después de salir del lugar fuimos directamente para mi casa. Ella estaba algo borracha por eso preferí que se quedará conmigo así su padre no la veía en ese estado.

Me destapé cuidadosamente sin despertarla y me puse un pantalón cómodo para bajar y preparar algo para desayunar. Blanca; la señora que trabajaba en la casa no se encontraba ya que me había pedido el día libre para poder ir a visitar a su sobrino en el hospital.

– Hey Nova –me saludó uno de mis muchachos, Kian

– Que hay Kian... No te veía muy de seguido por aquí.

– Es porque no estas mucho en la casa.

– Si puede ser –abrí la heladera y tomé la jarra de vidrio que contenía jugo– ¿Cómo andan los negocios?

– Todo marcha bien Nova. No hay nada que tengas que preocuparte. De igual manera mañana le entregaré a Duncan una carpeta con lo de este mes para que lleven la cuenta de lo que se gastó y el dinero que ingreso.

– Muy bien. Luego Duncan me comentará. ¿Quienes se encuentran en la casa?

– No lo sé. No se quién vino a dormir aquí. Yo hace una hora llegué a buscar un par de documentos que se los iba a entregar a Duncan para que los firmará pero ya que estás aquí me los podrías firmar tu.

– Traemelos que te los firmo –dejé la jarra en la mesada y busqué dos huevos en la heladera

– Dejame que los busque en la habitación.

Encendí la hornalla y puse los huevos a fritar. Busqué un vaso más y serví un poco de jugo exprimido para Leia. Agarré un poco de pan y corté cuatro rodajas; dos para cada uno. Una vez que los huevos estuvieron fritos los coloqué en un plato.

Subí de nuevo a mi habitación a despertar a Leia. Abrí la puerta y ella ya se encontraba despierta sentada sobre la cama.

– Buenos días –saludé mientras me acercaba a ella

– ¿Qué hora es? –preguntó refregandose los ojos

– Temprano nena las nueve de la mañana –besé su frente– Ya esta listo el desayuno. Te espero abajo.

De nuevo en la cocina. Kian me esperaba con unas carpetas en las manos.

– ¿Estás con alguien? –preguntó confuso.

– Mi novia esta arriba. A ver, dejame ver esos papeles.

Me tendió unas carpetas y las abrí. Eran recibos de gastos de este mes. Los hoteles y demás gastos fijos que teníamos.

Necesitaba mi firma para pagar las habitaciones y los métodos de protección.

– Creo que deberíamos tener otra sesión de fotos Nova. Para renovar un poco la página –comentó Kian

– Me parece bien. Dejo en tus manos esa organización.

– Pediré una cita con el Sr Durlo entonces.

– Me temo que tendrás que buscar otra marca de ropa. Por el momento las cosas no van bien con él.

– Esta bien. Buscaré otra marca a la que podamos representar.

Leia entraba a la cocina con una de sus bonitas sonrisas.

– Buenos días –saludó mientras se acercaba

Kian voltió la mirada donde se encontraba mi novia y sonrió.

– Buenos días señora.

– Leia él es Kian, Kian ella es Leia, mi novia.