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La habitación estaba completamente a oscuras cuando desperté. Traté de no hacer ningún tipo de ruido que despertara a Nova, quería que él continuara dormido. Lo admiré por unos segundos, quién podría imaginarse que parecería un ángel en estado de reposo. 

Completamente hermoso

Agarré el cepillo de dientes, algo de ropa y me fui a otra de las habitaciones a higienizarme. Cuando bajé las escaleras, dispuesta a ir a la cocina, mi teléfono comenzó a sonar. Saqué del  bolsillo trasero y presioné el botón de aceptar llamada. 

– Nena –escuché del otro lado. Jason.

– Hola Jas, ¿Cómo estás? ¿Qué tal tus cosas? –pregunté mientras llegaba a la cocina. Ahí estaba Ana, preparando el desayuno.

– No tienes idea del frío que hace en esta Ciudad, Leia. Tuve que salir a comprarme ropa porque no había puesto nada en la maleta que me abrigara –Sonreí, él con frío y yo aquí con el sol en lo alto y con un clima tropical.

– Eso porque no has revisado el clima que habría esos días, por tonto. –me acerqué a una de las ventanas, hoy iba a ser un día de mucho calor.

– Bueno, no me retes. Ya lo he solucionado. ¿Has llegado a adelantar tus cosas de la universidad?

– Todavía no he terminado –mentí– 

– Me ha llegado un mensaje de tu padre, Leia. ¿Puedes decirme en donde carajos estás? –escuché del otro lado. Tragué. Me había olvidado por completo que mi padre tenía comunicación directa con él– estás distante desde hace días y ahora me entero de que no has estado en tu casa. ¿Qué está sucediendo?

– Díselo –no me percaté de que Nova estaba detrás de mi, pensé que seguía dormido. Corté la llamada al instante, no quería que Jason reconozca su voz– que tienes que hablar con él, que estás confundida y que lo mejor será que se tomen un tiempo.

Quedé tiesa por unos segundos. Mi móvil volvió a sonar. Nuevamente era él.

– ¿Qué esperas para atenderlo? –no hice caso y dejé que el teléfono sonara.

– Ana, por favor, lleva el desayuno al jardín –la señora solo asintió y comenzó a preparar la mesa junto a la piscina.

Jason seguía insistiendo en las llamadas. Tenía que hacer algo si no esto iba a empeorar.

– No puedo decirle eso por mensaje, Nova –retomé la conversación– eso es algo que debo hablarlo personalmente pero no me siento preparada para enfrentarlo, no quiero ver su cara cuando escuche lo que debo decirle. Él no merece que le rompa el corazón de esa manera.

– Tu bien lo estás diciendo –respondió– porque no lo merece no des tantas vueltas al asunto, Leia. Ambos merecen ser felices. Pero si quieres estar conmigo, de la misma manera en la que yo quiero estar contigo, seremos felices los dos. Juntos. Mantengo el mismo pensamiento que te dije ayer, fui yo quien te conoció primero. Para los demás, fuiste mi novia antes que la de él. Él decidió intentarlo a pesar de saber los sentimientos que tienes por mí, no es un error volver a tu amor Leia, quiero que entiendas eso. Jason sabrá entenderlo.

– Entiendo lo que dices, y tienes razón. Pero para mi es difícil esto.

– Leia, no podrás seguir con los dos al mismo tiempo. Mis sentimientos también están sobre la mesa. No solo el de Jason.

– No pretendo eso tampoco. Es difícil, es un buen...

– Y volvemos con eso de que es un buen chico y bla bla bla –me interrumpió– si es tan bueno como dices, quédate con él.

Noté que se había molestado. Estaba dispuesto a irse. 

– Sabes que estoy enamorada de ti –confesé.

– Una vez me has dicho que las palabras no servían de nada. Pues, si es verdad lo que me estás diciendo, tendrás que elegirme. Porque si no me eliges, no habrá vuelta atrás Leia. No perderé el tiempo en alguien que no me pone como su prioridad.

Me encontraba entre la espada y la pared. Ya tenía el ultimátum de ambos. No podía postergar más la decisión.

Nova me dejó sola en la cocina y se fue al jardín a sentarse y desayunar lo que había preparado. En su semblante notaba lo molesto que estaba y podría llegar a comprenderlo. Él no era una persona que se abría a lo sentimental, a lo amoroso. A él le costaba decirme lo que su corazón sentía. Y debo darle crédito por ello.

Cerré los ojos y me quedé en el mismo lugar. Dejé que mi corazón decidiera con quién quería estar. Cuando los abrí ya sabía que decisión iba a tomar. 

Salí al jardín para desayunar, Nova estaba de espaldas, hablando por teléfono quién sabe con quién, me acerqué a él y lo abracé. Sentí su cuerpo tenso.

– Te elegí, te elijo y te volveré a elegir siempre. Te amo Nova.

Él cortó la llamada y se dio la vuelta para quedar enfrentado a mí.

– Como te he dicho hace un tiempo, no sé bien lo que es estar en una relación seria. Tengo miedo, pero mas miedo tengo de no tenerte conmigo. Quiero hacerte saber todos los días que has tomado la decisión correcta. Prometo no defraudarte. Quiero ser un buen novio para ti. Tan solo te pido una cosa.

– ¿Cual?

– No me dejes nunca.

Hola lectores, pequeño capítulo para actualizar.

¿Qué piensan de Nova?

Un beso.

P.

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