Yume no hi (Especial)

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La siguiente historia, fue escrita por mi waifu, Dani. 

Utilizó a Yume, mi personaje original, como protagonista de la misma. Esta historia no me pertenece, sólo edité un poco ciertos párrafos para corregir la ortografía y la gramática. No tiene nada que ver con la historia de ''Tú y yo'' o ''La casita de Natsu''. Es un universo aparte. 

Gracias a mi waifu por escribir esto. No se olviden de dejar sus estrellas, comentarios y demás. Puede que haya una segunda parte. 

***

El anfiteatro de Crocus Garden, un hermoso escenario dentro del mejor hotel de la capital del reino; un pináculo para las carreras de muchos músicos, así como también la sentencia de muerte para las de otros. El presentarse aquí, significa que el rey en persona estará entre el público, eso sólo puede decir algo: Que su majestad definirá si eres alguien destinado a la grandeza o uno del montón. No importa tu talento, trayectoria o fama; si al monarca no le agradas, tu sueño se ha terminado, sin embargo, si le agradas; el camino a la cima se abrirá con tanta facilidad que se podría soñar con la inmortalidad. Entonces, ¿por qué no me siento emocionada?, ¿por qué no me interesa acabar como una don nadie o ser más que una leyenda? Es simple: Porque no se me permitió sentir nada más.

El piano frente a mí, luce como siempre, brillante y expectante a que toque en él. La gente, al igual que en ocasiones anteriores, esperaba escuchar sus melodías favoritas; algunas compuestas por mí, otras, viejas sinfonías de verdaderos genios musicales de épocas pasadas; quizás incomprendidos en su tiempo, pero ahora, un par de siglos después, su nombre vive como leyendas. En fin, debo hacer lo que debo hacer, entre más rápido termine, más rápido podré irme de aquí a mi habitación y podré beber un poco; a recordar que soy una solterona de treinta años, que lo tiene todo y a la vez, nada.

Las melodías fluyeron de mis manos, como el agua del río que corre libremente por su cauce. No me malentiendan: No es que no me guste tocar el piano; simplemente no me agrada que sólo me reconozcan por esto. A decir verdad, si hubiese podido elegir, habría sido bailarina. No hay nada que me parezca más hermoso que la danza, los movimientos de tan bello arte, me recuerdan a las aves que vuelan libres por el cielo; alejándose de por el horizonte. Supongo que no todos tenemos lo que queremos, además, esto no es tan malo: Tengo dinero para comprar vino. El vino es delicioso, aunque me han dicho que tengo un problema, no es como si realmente a alguien le importara.

Ha llegado el momento, sacaré mi mejor pieza, ''La sonata de las hadas''; he aquí la última canción del concierto. Y la única que me hace sentir algo al tocarla. Aquí, no sólo plasmé mi tristeza en la apertura, sino toda mi alegría cuando la persona que tanto amargó mi vida por fin dejó este mundo. Si bien, soy muy vieja para cambiar, al menos puedo cambiar lo que quiera y para la gente que quiera; toda la emoción que aún me queda, la dejo salir en esta melodía. Y cuando termino, creo que los residuos que siguen viviendo en mí, llegaron a mi público. Todos están de pie, aplaudiendo, incluido el rey. Cielos. Esto será un dolor en el trasero a partir de hoy. El rey me aprobó, así que seguro que tendré funciones en todos, qué fastidio.

Al salir del recinto, la gente me espera. Los soldados del reino, que el mismo gobernante prestó para la función, mantienen a las personas en calma; muchos me piden autógrafos y por supuesto debo dárselos, eso lo aprendí cuando empecé esto. Ellos son felices con sólo un trozo de papel firmado. Es raro, pero no encuentro motivo para no hacerlo. Entre el mar de gente, llama mi atención una pequeña niña rubia. Es bastante bonita, sus enormes ojos azules casi negros, son intrigantes. Miro que me observa, nerviosa, como si quisiera pedirme algo. Noto lo que tiene en las manos y me acerco a ella.

Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora