Capítulo 21: Natsu y Jenny

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12 de Abril, 06:01 PM.
Distrito comercial.

— Entonces, ¿qué tipo de compra quieres hacer?
— ¿Puedes explicármelo otra vez?

Jenny Realight, así se llamaba la chica rubia frente a él, era bonita y se veía mayor; como si tuviera más años de los que aparentaba con su uniforme escolar.

Estaban parados dentro de un callejón oscuro, cubiertos detrás de unas cajas de cartón; fuera de la vista de los curiosos. Nadie entraría a preguntar qué hacían.

— Soy una ''burusera'' —dijo Jenny.
— Ajá...
— Vendo mi ropa interior usada.
— Comprendo...
— Cuesta cinco mil yenes sí quieres una vieja, o diez mil sí estás interesado en la que traigo puesta ahora mismo.

Natsu abrió los ojos, sorprendido.

— ¿De verdad vas a...?
— Sólo sí traes el dinero contigo —interrumpió Jenny, bruscamente—. No trabajo gratis, no doy crédito a largo plazo, ni acepto pago en especie... A menos que sean piedras preciosas, en anillos o collares. Esos están bien. Pero eres un chico de preparatoria, ¿qué tanto dinero puedes traer en los bolsillos? Traigo las viejas, no creo que puedas pagarme más de...

Natsu sacó un billete de su bolsillo. Quinientos dólares. Quinientos dólares que, amablemente, Lucoa le dio el fin de semana pasado para que ''se comprara un refresco''.

— No me jodas —la chica se lo arrebató de las manos, revisando el papel por todos lados, esperando encontrar un detalle que lo delatara como falso—. No me jodas... Es de verdad, nunca había visto uno... Estos son 53, 470 yenes...

Jenny se dedicaba al ''modelaje''... O algo parecido. Le contrataban en inauguraciones, eventos especiales y fiestas, para que se luciera con trajecitos bonitos enfrente de locales; invitando a las personas para que entraran en las tiendas. No le dejaba demasiado. Y los días que tocaba botarga, bailar enfrente de las farmacias, le daban menos dinero; porque no era suficiente morirse de calor en el traje, sino también recibir un salario mínimo. Entre pagar la renta del departamento, los servicios como agua, electricidad, teléfono e internet, su celular, más bragas para vender... ¡No le quedaba para los gustitos personales! De vez en cuando, deseaba comerse una barra de chocolate, sacarse a pasear por ahí; cenar en un lugar bonito, comprar un helado y un vibrador rojo, no muy largo, pero sí grueso.

<< Éste sujeto debe ser rico >> pensó Jenny, mirando de reojo a Natsu. ¡Un pichón gordo! ¡Si lo trataba bien, si le vendía una exclusividad, como hacen ciertas televisoras, tendría sustento por un largo tiempo! Bonita, de buen cuerpo, ojos seductores y cabello limpio. ¿Qué más podía pedir este adolescente, que se veía tan tonto, con cabello rosa? ¡Se ganaba la lotería con ella!

Escrito en la pared del baño, Natsu vio un número de celular, pensó que se trataba de uno de esos ''números malditos'' que cuando marcas a ellos te responde un fantasma y terminan encontrando tu cuerpo, debajo de un montón de mangas sexuales. Grande fue su sorpresa, al momento que una voz femenina le contestó al otro lado, preguntando si deseaba un servicio especial o simplemente haría una compra; sin saber a qué se refería, Natsu dijo que quería comprar algo y pensando que se trataba de drogas, le dijo a esa persona que se encontraran en un callejón a las afueras del distrito comercial. Y una vez allá, cautelosamente, se asomó dentro del pasadizo; viendo a Jenny. Ahí se dio cuenta que no era droga.

— Tú —Jenny lo tomó por los hombros—, ¿quisieras contratarme? Puedo hacerte lo que quieras, si me pagas doscientos dólares por sesión. Debe ser poco para ti, pero para mí, es una semana de poder comer bien. Ese dinero son 21, 388 yenes en el cambio actual...

<< Es pobre >> Natsu sintió pena por ella, lo pensó por algunos minutos, ella tenía razón: Con el sueldo y las propinas que le daba Lucoa, estaba viviendo muy bien y se daba muchos gustitos últimamente; así que ayudar a Jenny no le afectaría en nada.

— Ah, está bien —sonrió, extendiendo la mano izquierda—. Por ahora sólo quiero tus bragas, pero te volveré a llamar durante la semana.

Jenny se bajó la ropa interior y la sacó por una de sus piernas. Pudo oler el dinero.

*** 

Por si alguien no recuerda a Jenny, aquí se las dejo: 

¿Por qué Jenny? Pues, porque me gustan mucho sus ojos y quería hacer algo del tipo ''burusera'', que son las chicas que venden su ropa interior o cualquier prenda que haya sido usada por ellas y así se compran productos de marca

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¿Por qué Jenny? Pues, porque me gustan mucho sus ojos y quería hacer algo del tipo ''burusera'', que son las chicas que venden su ropa interior o cualquier prenda que haya sido usada por ellas y así se compran productos de marca. Pero, en el caso de Jenny, ella más bien lo hace para vivir dignamente. 

¡Bien! ¡Ha sido todo por ahora, muchas gracias por leer! 
¡Nos vemos en el próximo capítulo! 

Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora