Erza se removió en su cama, al escuchar muchos gritos y sonidos de cosas cayéndose, que definitivamente no eran los gatos peleando ni cogiendo; no sonaban tan humanos. Ni eran capaces de decir '' ¡Suéltame, hijo de tu puta madre!'' y tampoco contestar ''Guarda silencio, tonta''. De hecho, esa segunda voz, sonaba muy parecida a la de Natsu; pero ligeramente más madura, un poco más atrayente para sus oídos.
Erza: A ver, a ver —dijo, asomándose por la ventana, que quedaba justo al lado de su cama—. ¿Qué hay por acá? ¿Eres tú, Natsu? ¿Viniste a verme? Y tan tarde, mira que eres atre...
Erza guardó silencio.
Caminando hacia la puerta de su casa, estaba un hombre raro, de cabello largo y ropas oscuras; que llevaba del brazo a una chica, quien se resistía a caminar; era la persona que gritaba groserías. ¿Nadie más se daba cuenta que estaban ahí? ¿Por qué los vecinos no se asomaban? Al menos para quejarse. Esos sonidos a altas horas de la madrugada, enfadaban a cualquiera; en especial si el barrio solía ser tranquilo, al menos si Irene y Erza no pasaban tiempo de más despiertas y comenzaban una pelea por tonterías.
Irene: ¡Erza! —Azotando la puerta, entró a paso veloz, empujó a su hija a un lado y miró a través de la ventana. — ¡¿Quién está haciendo ruido afuera?! ¡Sí es uno de tus amiguitos, te juro que lo mato!
Erza: ¡No son mis amigos! —Enojada, aventó a su madre fuera de su cama. — Creo que están violando a alguien... ¡Y yo perdiendo el tiempo contigo!Incorporándose de inmediato, Erza corrió escaleras abajo, yendo a abrir la puerta; confundiéndose todavía más. Al otro lado, encontró a Natsu, sonriente como siempre y a su lado estaba Yume; con un gesto de ligera molestia. Él la sostenía por el brazo, ella se jalaba, obviamente queriendo escapar.
Una actitud muy rara.
Erza: Natsu, ¿qué haces aquí tan tarde? —Haciéndose a un lado, los invitó a pasar dentro, aunque sospechaba que no era una buena idea; algo en su interior se lo decía en voz baja. — ¿Sabes qué hora es ahora? ¿Y qué hace Yume contigo, qué estaban haciendo? ¿O qué planean hacer?
<< Erza, escapa, por favor >> pensaba Yume, sin poder abrir la boca; más allá de las groserías y un par de gruñidos, era incapaz de hablar por la magia de E.N.D, que estaba disfrazado como Natsu; quería engañar a Erza, tal cual como lo hizo con Juvia en el pasado. ¡Yume no podía permitirlo! ¡Era el harén de Natsu, no de E.N.D! Natsu estaba fuera, no sabía nada de lo que pasaba ahí, así que su deber era proteger a las chicas. << ¿Por qué te pones responsabilidades que no te corresponden, eh? >> Le preguntó la voz en su cabeza, pregunta a la que Yume no pudo responder y es bien sabido, que el que calla; otorga.
E.N.D soltó el brazo de Yume, al dar el primer paso hacia la casa de la pelirroja; un lugar grande, sin muebles presuntuosos y de aspecto moderno. Había un pasillo largo en la entrada, que tenía una puerta a cada lado y al frente, quedaban unas escaleras muy altas. A través de ellas, Irene descendía con elegancia, mirando fijamente a los intrusos.
Irene: Dijiste que no eran tus amigos, Erza —reclamó, entrecerrando los ojos, en un gesto de arrogancia—. Espero que tengas una buena explicación, Natsu, porque son las tres de la madrugada y no estoy de humor para las visitas.
E.N.D: —Guardando silencio por unos segundos, sonrió de manera burlesca. — ¿Estás de mal humor, porque llevas años sin sexo, pelirroja? Apuesto que los mismos años que tiene Erza, son los que llevas sin nada entre las piernas, ¿a qué tengo razón en mis palabras?Erza y Yume se miraron, aterrorizadas, una por conocer el carácter de su madre y la otra por lo que vendría luego de esa declaración.
Erza: ¡Mamá, no enloquezcas! —Pidió, juntando las manos. — ¡No le hagas daño a Natsu! ¡Es sólo un tonto!
E.N.D: Yo no soy Natsu...Irene se abalanzó contra el chico, quien con un solo chasquido de dedos, rearmó toda una escena sacada de algún libro pornográfico: Las tres mujeres atadas de manos a la espalda, dejándolas indefensas ante cualquier idea, que E.N.D pudiera tener. A cada una, les puso la ropa con que recordaba a las versiones de su mundo: Una falda azul y una armadura ligera para Erza.
Un traje negro, revelador y un sombrero de bruja para Irene.
E.N.D: Titania —susurró, mirando a Erza de pies a cabeza—, eres la reina de las hadas, no hay duda.
Erza: ¿Qué está pasando? No lo entiendo —confundida y un tanto asustada, Erza trataba de liberarse. — ¡Natsu, detén tus juegos ahora mismo!
E.N.D: Ya te dije que no soy Natsu...<< ¡Haz algo! ¡Haz algo! >> Pensaba Yume, removiéndose como gusano en el suelo; intentando elaborar un plan que salvara la integridad de las tres y las telarañas vaginales de Irene.
Yume: ¡Lucy está esperando por ti! ¡¿No lo recuerdas?! —Desesperada, golpeó en el único punto débil que conocía de E.N.D: Lucy. — ¡Ella debe estar realmente triste ahora mismo!
E.N.D: —Detuvo sus manos a unos centímetros de Erza, quedándose congelado por segundos, hasta que dejó escapar una larga carcajada. — ¡Oh, tú misma lo dijiste: Ella no puede verme! No se dará cuenta, si llego antes o después, así que no tengo ninguna prisa.Olvidandose de Erza, por una presa mayor, E.N.D dirigió sus garras asquerosas hacia el cuerpo de Irene; palpando todo lo que estuviera a su alcance.
E.N.D: Tengamos una buena noche... Los cuatro juntos...
***
Cambié un poco el formato de escritura, por alguna razón, me resultó más sencillo que la otra forma; espero que no les moleste.
Bueno, ha sido todo por ahora, ¡nos vemos en el siguiente capítulo! E.N.D está haciendo cosas malas, de eso no hay duda... Ahora, me pregunto qué pasaría si las trata de hacer con Ume, si ella podría pararlo o lograr defenderse. ¡Gracias por leer! No se olviden de puntuar y comentar.
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Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)
FanficAhora, Natsu tiene un harem ya formalizado, lo que no significa menos problemas... Hay algo que no logra recordar y las flores de cerezo, parecen tener algo que ver con ello. (Segunda temporada de mi anterior fanfic).