Capítulo 10: Natsu y su trabajo

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28 de Marzo.

Natsu necesitaba una dosis de testosterona. Hacía un tiempo que no veía a Gray y Gajeel. Los llamó en la mañana y les dijo que, si tenían tiempo, se juntaran para hacer algo. Ellos aceptaron y acordaron verse al mediodía en una cafetería. Comieron como puercos, bebieron hasta que sus vejigas se llenaron con ''agua de riñón'' y luego fueron a mirar los patitos del parque. A las cuatro de la tarde, marcharon a la casa de Natsu, encerrándose en la habitación del chico para ver telenovelas coreanas. Lloraron con un dorama, de una chica que cultiva arroz en un pueblo y es violada por un soldado, producto de ese evento nace una hija; que muere poco tiempo después, enloqueciendo a la mujer. El soldado regresa, arrepentido por todos los males que cometió, buscando el perdón de ella. Sin embargo, al haber perdido la razón, era incapaz de reconocerlo. Lo último, que dice la mujer antes de morir, es que quiere reencontrarse con su bebé.

''No estamos llorando, no estamos llorando'' repetían en voz baja, haciéndose los machos. Gray sollozó, sorbiendo sus mocos; Natsu, discretamente, le pasó un pañuelo mentolado. Gajeel se excusó, diciendo que iba al baño y salió apresurado, cubriéndose la cara con las manos. << Ya no me sentiré mal por ver las novelas >> pensó Natsu, experimentando esa paz interior sobrenatural.

A las siete, Gajeel se fue, luego de recibir una llamada de Levy. Treinta minutos después, Gray hizo lo mismo, ya que su hermana lo fue a buscar y lo sacó de la casa a punta de nalgadas; reclamando que lo había llamado más de cinco veces y no respondió. Al final, Natsu, se quedó a solas con su madrastra. Nada fuera de lo normal. Lucy no estaba, Virgo tampoco. ¿Qué procedía? ¡Acoso sexual, por supuesto! ¡Acosar a la madrastra! No es que tuviera que hacerlo, ya había superado el hecho de que ella se casara con su padre, pero era divertido jugarle bromas pesadas y hacerla gritar, enojarse. Dimaria siempre terminaba golpeándolo con algo.

La encontró en la cocina, preparando la cena. Esperó a que dejara el cuchillo sobre la encimera y se le acercó por atrás, dándole el conocido, popular y molesto ''arrimón''. Dimaria le pegó un codazo en el estómago, sacándole el aire; provocando que Natsu se doblara, evitando que pudiera hacerle más cosas pervertidas. ''Quieto, animal'' le advirtió la rubia, enseñándole el cuchillo para cortar la lechuga.

Misión abortada...

***

29 de Marzo.

Faltaba poco para el inicio de clases.

¿Qué haría en su último año? ¿Cómo la pasaría? ¿Haría nuevos amigos? ¿Las chicas le exigirían matrimonio? Pensar en eso último, le causaba escalofríos en la espalda, que lo dejaban congelado. No estaba preparado para un matrimonio. Mucho menos con Erza o Ume. Si llegara a suceder, estaba completamente seguro, que ellas lo obligarían a ser un amo de casa; y de ser posible, lo harían parir. Agradecía que, los avances de la medicina y la ciencia, no permitieran semejante tontería. ¿Por dónde nacería un niño a través del cuerpo masculino? No había lugar para ello. Y esperaba, con todo su corazón, que nunca se descubriera alguno. De imaginarlo, de pensar que pudieran salir por el mismo conducto del semen o la orina, se le alisaban los pliegues del ano. Luego, recordó a un sujeto que se metió una tapioca/yuca/mandiuca, en el recto. Esa cosa que parece madera. Y no fue una pequeñita: Tenía veintitrés centímetros de largo.

<< ¿Qué habrá pasado con el sujeto ése? >> Se preguntó, tomando su computadora. Se metió a algunos sitios de noticias, todo lo relacionado a tapiocas, hasta que dio con una nota mucho más reciente: Se encuentra en el recto de un hombre una yuca de 46 centímetros.

— Suficiente internet por hoy —dijo, cerrando la computadora y acostándose a dormir.

Despertó a las nueve de la noche, se arregló para ir a trabajar, bañándose bien y usando el jabón oloroso que Hisui le dio. ''Las prostitutas no pueden oler mal'' decía ella. Últimamente lo obligaba a trabajar con Haru. Los ponía en la misma habitación y luego enviaba a las mujeres. A ninguna le interesaba el amor de chicos, gracias al cielo, así que no había muchos problemas en tenerlo ahí; fuera de un pequeño sentimiento de vergüenza, al ser observado por otra persona mientras hacía semejantes cosas.

A las diez de la noche, Jerall pasó en la camioneta. Natsu se despidió de su familia, diciendo que iba a dormir en casa de Gray, yéndose sin darles tiempo de hacerle preguntas. En la parte trasera del coche, no estaba Ume, pero él no cuestionó a Jerall sobre qué había pasado con ella; a pesar de que era la primera vez que pasaba. ''Ya está en casa de Hisui, tenían algo que discutir'' dijo Jerall, respondiendo a la duda antes de que hablara. Aceleró y recorrió el trayecto de siempre, que les tomaba alrededor de cuarenta y cinco minutos. Esa parte de la ciudad, siempre era tranquila y a cualquier lugar que miraras, encontrabas una gran y bonita mansión; cercada y con las luces encendidas. La de Hisui, la que usaba como lugar de trabajo, quedaba al fondo de ese vecindario y sólo se podía entrar a través de una invitación, en caso de que no fueras un empleado o amigo de la ''princesa'', como ella misma se llamaba. Todo se debía hacer en un bajo perfil, no se permitía hablarle a nadie sobre lo que pasaba dentro y mucho menos, decir que trabajabas vendiendo tu cuerpo; lo cual es completamente ilegal y poco ético.

Bajando del auto, una sirvienta lo llevó adentro a paso apresurado. En la sala, todos los empleados, incluidos Mirajane y Gray, que se sorprendió de ver a Natsu ahí, estaban reunidos. Se veían muy serios y preocupados. Él tomó asiento, entre Mira y Gray, esperando junto a los demás. Unos veinte minutos después, Hisui bajó en compañía de Ume.

Con voz temblorosa, Hisui dijo:

— Éste burdel ha sido comprado... 

***

Antes que nada, esto es una yuca, en caso de que alguien no la conozca o la conozca por otro nombre que no mencioné: 

Antes que nada, esto es una yuca, en caso de que alguien no la conozca o la conozca por otro nombre que no mencioné: 

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Ah... ¡Espero les haya gustado! ¡Muchas gracias por leer! En el siguiente capítulo, incluiré a un personaje ajeno de Fairy Tail o Rave Master, probablemente sea el único que incluya. ¡Nos vemos en el próximo capítulo! 

Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora