Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)

Especial: Stone Age

El siguiente especial, está basado en lo que pudo pasar después del omake ''Stone Age''; que si no lo han visto, corran a hacerlo. Está muy bueno. 

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— No podemos más...

Los hombres de la tribu, sentados alrededor de una fogata, se veían pálidos y ojerosos; debido a los numerosos ataques, perpetrados por las mujeres. ¿La razón? Natsu no quería entregar a Lucy. Ella era el símbolo de su victoria sobre las féminas, su trofeo y... Demonios, también la que se encargaba de su hogar: Cocinaba, bañaba a Happy, les hacía ropa con las pieles de los animales que llevaba y siempre lo recibía con una sonrisa.

Nunca, nunca de los nunca, devolvería a Lucy.

— ¡Tenemos que resistir! —Dijo Natsu, levantando el puño. Se hallaba solo, pues su compañero azul y la rubia, estaban durmiendo. — ¡No podemos rendirnos! ¡Las derrotamos una vez y logramos que retrocedieran! ¡Es cuestión de tiempo para que podamos salir victoriosos!

Laxus, Gajeel y Gray voltearon a verlo; con tal mala cara, que consiguieron hacerle entender, que en ese momento, no estaban para sus tonterías. El abuelo, líder del grupo, tomó la palabra y dijo:

— Natsu, sé que te gusta, pero debemos...
— ¡No devolveré a Lucy! —Interrumpió el rosado, golpeando el suelo con sus puños. — ¡Lucy es mía! ¡Yo la encontré y quien encuentra, se queda con ello! Así nos hemos regido por mucho tiempo y no es momento para cambiar las cosas.
— Tú las cambiaste —musitó Gray, enojado—. Antes no había mujeres aquí. Todo iba muy bien, hasta que trajiste una. Si nos extinguimos, será culpa de ustedes dos. Pero, sobre todo, tuya. Por imbécil. Por testarudo. ¡Por depravado!

El chico se levantó del suelo y fue hacia su compatriota, tirándosele encima. Comenzaron a golpearse mutuamente, gritando y chillando, como un par de mujercitas; mientras los demás observaban, sin intenciones de hacer nada por frenarlos. Mejor que descargaran toda su frustración y no que llegaran al punto de quiebre, como le pasó a Gildarts; su antiguo guerrero más fuerte de la tribu, que había desaparecido una noche y que nunca regresó. El abuelo, golpeándolos con su bastón, los puso en cintura de nuevo. No necesitaba que se mataran entre sí, era ahora más que nunca, que debían estar juntos para enfrentar a las mujeres; el verdadero enemigo de la humanidad.

— ¡Suficiente! —Gritó, al fin tenía una idea para arreglarlo todo. — Natsu, si tantas ganas tienes de conservar a Lucy, entonces ve tú solo y derrota a las mujeres por ti mismo. Si lo consigues, nadie te quitara a Lucy. Ni ellas, ni nosotros.

Desde la puerta de la tienda, hecha a base de piel animal, Lucy escuchaba esa conversación; rogando porque Natsu no lo tomara en serio. ¿Ir contra Erza y las chicas? ¡No, ni pensarlo! ¡Lo matarían! La pelirroja no tenía piedad de nadie, si un hombre pisaba sus territorios, las reglas eran tirarlo a las fauces de las bestias; luego de golpearlo y untarlo en una mezcla de sangre y vísceras, para que atrajera la atención de los animales.

— ¡Acepto! —Natsu se levantó, preparado para salir corriendo. — ¡Derrotaré a Erza! ¡Y conseguiré más mujeres!
— ¡¿Qué?! —Bramó Lucy, aproximándose a toda velocidad. — ¡Natsu! ¡Estás demente!

Lucy, lo tomó por la ropa, mirándolo fijamente con un gesto de súplica.

— No vayas —le pidió, en voz baja.
— No te preocupes —Natsu sujetó sus manos, sonriendo—. Ganaré. Espera por mí. 

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Es todo por ahora. Muchas gracias por leer, este especial constará de dos partes y luego volvemos a la trama. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!