Hisui, al borde del llanto, explicó que su padre descubrió todo en lo que estaba metida. La obligó a vender, a menos que quisiera ser entregada a las autoridades, por lo que seguramente iría a la correccional de menores; donde no podría sobrevivir. Una persona tan delicada como ella, moriría en menos de veinticuatro horas, comida por el resto de las presas; en más de un sentido. Las escenas de lesbianismo, dentro de una prisión y las violaciones, son algo común.
— Pero, la nueva dueña, va a dejarlos seguir trabajando —dijo Hisui, secándose las lágrimas que salían de sus ojos—. No tienen que preocuparse por nada.
— Hisui —Ume le tocó el hombro—: ¿No crees que exageras un poco? Tu padre sólo te castigará dos semanas, como siempre, mira que te ha encontrado en peores situaciones y nunca te ha ido tan mal. Lo de la correccional lo debe haber dicho sólo para asustarte y que lo hicieras rápido. ¿Para qué lloras?El personal, que hasta ese momento, permanecía en silencio y con los ojos llorosos; se levantaron y formaron una fila frente a su antigua jefa. Natsu en primer lugar.
— Soy una persona sensible —se excusó Hisui.
— Eres una persona tonta —dijo Natsu, metiéndole un par de zapes que la despeinaron—. Creímos que en verdad te iban a hacer algo. No castigarte en tu cuarto.Él levantó la mano de nuevo, Hisui pensó que le pegaría otra vez y cerró los ojos, pero no fue así. Natsu le dio un abrazo fuerte y rápido. La soltó antes de que ella pudiera apretarlo. El corazón de Hisui, dio un salto, golpeando violentamente en su pecho; algo que nunca había sentido antes. Quería seguir teniéndolo cerca.
— Qué lindos son todos...
Parada en la cima de las escaleras, la nueva dueña, les hablaba a los presentes.
— Hola, mis niños, pueden llamarme ''Lucoa''...
Ume gruñó, sujetándose del brazo de su novio. Natsu, se sintió intimidado, ante semejante tamaño de busto. ¡Era más grande que el de Lucy! ¡Dimaria! ¡O cualquiera de las chicas que conocía! El resto de los sexoservidores, experimentación una sensación parecida, no pudiendo evitar que sus ojos se dirigieran directamente a los senos de la nueva Madame.
— ¡Espero que nos llevemos bien! —Sonrió, de manera despreocupada, bajando los escalones. — Bueno, antes de que hagamos cualquier cosa, quisiera dejar unas cosas en claro: Todos conservarán su trabajo, pero será de una manera diferente. No laboraran sólo los fines de semana y no será al mismo tiempo. Llamaré a la persona con quien desee estar y deberá aparecerse aquí a la máxima brevedad posible. Se les pagará lo mismo, sean solicitados o no. ¿Les parece bien?
— ¡Claro que sí! —Gritaron al unísono, con los ojos brillantes. ¡Les pagarían aunque no trabajaran! ¡Y se acababa el desvelarse los fines de semana!
— ¡Pederasta! —Chilló Ume, jalando a Natsu. — ¡Renuncia! ¡Ella va a querer abusarte! ¡Abusarte! ¡Yo te pagaré el doble si renuncias, Natsu! ¡
— No —Natsu negó con la cabeza, picándole la frente—. No voy a renunciar porque tú digas. Ya hablamos sobre esto, tú me metiste aquí.
— ¡Sí, cuando era propiedad de Hisui!
— No renunciaré.
— ¡Entonces yo no te traeré!Ume lo soltó bruscamente.
— ¡Idiota! ¡¿No te das cuenta de nada?! —Ume tomó a Hisui de la mano. — ¡Vámonos! ¡Nunca volveremos! ¡Que se joda la perra chichona! ¡Y Natsu también!
***
¡No hallaba forma de escribir esto! Y no se dejen llevar por lo que hace Ume, ya saben que es bien manipuladora... Seguramente, en el próximo capítulo, se va y vuelve para partirle la madre a Natsu por no hacerle caso.
¿Y por qué Lucoa? ¡Porque me encanta! ¡O sea, es perfecta! Y disculpen, pero Shota es un princeso, una dragona emplumada necesita a un dragón de fuego (?)
Probablemente sea a la única personaje ajena que meta, es lo más seguro. ¡El próximo capítulo: Natsu y Lucoa! ¡Espero les haya gustado! ¡Nos vemos!
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Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)
Hayran KurguAhora, Natsu tiene un harem ya formalizado, lo que no significa menos problemas... Hay algo que no logra recordar y las flores de cerezo, parecen tener algo que ver con ello. (Segunda temporada de mi anterior fanfic).