Tú y yo: La casita de Natsu (Cancelada)

Capítulo 31: El viaje y los preparativos

19 de Mayo, 09:10 AM.
Vagón del tren.

<< ¡¿Cuál es el secreto?! ¡¿Tener cabello rosado?! >>

Haru, evidentemente molesto, miraba a su princesa, a Madame Lucoa y a Ume-chan; peleándose por sentarse al lado de Natsu. Enojada por no tener oportunidad de estar a su lado, Ume se subió a las piernas de Natsu, abrazándolo por el cuello; sin intenciones de soltarlo en lo que quedara de camino. Las otras dos, se quedaron estáticas, cuestionándose internamente por qué no se les ocurrió eso, ya que conocían a la chiquilla y sabían que no les daría chance de hacerle proposiciones indecorosas. Del tipo: ¿Jugamos a la basurita?

El muchacho de cabello plateado, echó un vistazo al resto de los asientos; donde sus compañeros de profesión, descansaban. Algunos dormían, otros conversaban entre sí y nunca faltaban los loquitos, que le ponían más atención al celular, que a los paisajes bonitos de la ventana.

En los asientos del fondo, había un sujeto ajeno a la excursión, que cuando cruzaron miradas; parecía que ese tipo lo quería asesinar. Al lado del ''asesino serial'', había una chica muy parecida a Ume, por no decir que igual; pero con el pecho más grande. ¿Era su hermana mayor? ¿Su madre?...

— ¿Por qué vine aquí?...

En su asiento, Yume se tapaba la cara, queriendo saltar del tren. Acompañada de Acnologia, que estaba sentado a su lado izquierdo y al derecho, Zeref, miraba por la ventana. Frente a ellos, Jerall y Ren, miraban algo en el celular del profesor; que debía ser muy divertido, porque no paraban de sonreír.

— Porque tu padre te envió —dijo Acno, sin dejar de verse con el tonto de unos asientos adelante—. Dijo que debías vigilar a tu hermana menor, de que no pierda la virgo con el tonto de Natsu; es el castigo por comprometer a Igneel a casarse con la madre de Natsu, sin la autorización de él.
— ¿Y a qué vienes tú? —Preguntó Yume.
— A vigilarte a ti.
— ¿Y todos los demás?
—Se colaron.

Jerall levantó la cabeza.

— Vine a cuidarte —explicó el primo.
— Sí, yo también —siguió Ren.
— Vine para vigilar a Natsu —habló Zeref, dando su excusa como los demás. Por alguna razón, ''inexplicable'', Yume no creyó en sus palabras.

Don Papi, terminó enterándose del compromiso, gracias al estado de cuenta de su tarjeta de crédito. Yume tuvo que explicarle la situación. Y él dijo: ''Está bien, no me importa, pero tendrás que hacerme un gran favor...'' ¿Cuál fue? Seguir a su hermana, como si fuera una detective de serie estadounidense; evitando que estuviera a solas con Natsu. En lo que su padre, junto a Igneel, organizaba la boda. Porque Don Papi se apuntó como padrino, inmediatamente, le encantaban las fiestas y más las bodas; donde sus tías se peleaban por el centro de mesa. Ya sabía que ellas no estarían por ahí, pero siempre habría una que quisiera llevárselo y otra que tuviera el mismo pensamiento.

19 de Mayo, 10:09 AM.
Casa Miyamoto.

Don Papi, el autonombrado ''mejor amigo' de Igneel, pensó que abusaban de su nobleza. No, no porque se ofreciera a pagar la boda y no dudaran ni un segundo en decir sí, eso daba lo mismo; el dinero va y viene, es para gastar en aquellos que te importan. Sino que, Igneel llegó una hora atrás y luego de ponerse a beber, le pidió algo que sobrepasaba cualquier confianza que pudieran tener.

— ¿Cómo puedes pedirme eso? -Preguntó Don Papi, llevándose la mano al pecho, en una pose dramática. Frente a él, de rodillas, estaba el padre de Natsu; rogando porque aceptara eso.
—Somos amigos -le recordó Igneel, queriendo chantajearlo con eso—. Tú me dijiste, que cualquier cosa que necesitara, lo que fuera, te lo pidiera... Por favor, es para mi boda, no tengo experiencia en esas cuestiones... Ni siquiera tuve oportunidad de hacerlo con Dimaria, ni ganas. Nada de ganas.

<< Todo sea por la amistad, todo >> pensó Don Papi, persignándose discretamente. Se levantó del asiento y le dio la mano a Igneel, Él la tomó y se juntaron, sintiéndose tan incómodos como adolescentes en su primera vez; sin saber qué hacer o dónde mirar. Tan pegaditos, tan cerca uno del otro... ¡Era hora de bailar un vals!

— A Naomi, siempre le han encantado esas películas donde hay un baile elegante, o uno escolar; típicas de Estados Unidos —dijo Igneel, desviando la mirada.
— Las he visto -Don Papi lo imitó, entre menos hubiera contacto visual, mejor—. Te entiendo. No hablemos de esto nunca más, ¿de acuerdo?

La primera lección, iniciaría.

19 de Mayo, 11:49 AM.
Pueblo lejano.

— ¡Llegamos!

Lucoa saltó fuera del tren, seguida por Hisui, Ume, Natsu y Haru. Los demás empleados, entre los que destacaban Mirajane y Gray, que era acompañado por su ''madrota'' Ultear; se estiraron para quitarse la pereza. << Nadie se me escapará vivo >> pensó Lucoa, reprimiendo sus carcajadas de maldad. Con mucha antelación, incluso antes de decirle a la princesa sobre el viaje, ya había planeado absolutamente todo:

El primer paso, fue rentar una posada tradicional; cuyas aguas termales, eran mixtas. Todos se bañarían juntos. Hombres y mujeres. Entre el vapor, el calor, el clásico ''te tallo la espalda'' y otros jugueteos; terminarían en una suculenta orgía. De eso y mucho más, Lucoa estaba segura. Apostaba su teta derecha a que pasaría.

Cuando el primer grupo se alejó, Yume y sus ''guardaespaldas'', descendieron del vagón. El pueblito, rodeado por montañas, se veía bastante acogedor y le recordaba los paisajes vistos en Rurouni Kenshin. Mujeres mayores usaban kimonos coloridos, los hombres andaban por ahí con hakamas y sólo les faltaba una katana para parecer samuráis. El sol brillaba intensamente, un delicioso aroma a comida inundaba el ambiente.

— No estamos aquí de vacaciones —habló Acnologia, apretando ligeramente el hombro de Yume; haciéndola volver a la realidad—. Vamos a vigilar a tu hermana y su virginidad.
— Lo sé —contestó ella, molestándose un poco—. Sólo estaba admirando el ambiente, es muy diferente a la ciudad. Me gusta. Mucho.

La misión empezaba ya.

***

¡Esto es todo por ahora! Espero les haya gustado el capítulo, apenas unas mil siete palabras, porque pues... El cerebro de Hannah anda dormido todavía, es muy temprano, tengo hambre y ganas de ir al baño; pero está ocupado. ¡Muchas gracias por leer! No se olviden de comentar y dejar sus estrellas, nos vemos en el próximo capítulo.