Capítulo 18 #La enfermera, cuarentona

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Después de todo lo sucedido acompañó a mi hermana a la enfermería. La enfermera rápido que ve a Jorle, deja a un lado su revista de hombres en ropa interior <Pobre de la señora que sigue sortera a sus 39 años> y la ayuda a sentarse en la camilla para mirar el daño provocado por la paliza que recibió.

-Pero niña ¡Tu nariz está muy inchada!- ¿Noo, enserio? Si no lo dice ella no nos damos cuenta.

<Sarcasmo, mi gente>

-Eso ya lo sabemos, sólo dele unas pastillas para el dolor y la inchason- dice Kate, a mis espaldas- Haga el favor...- Kate, como si fuera su consultorio de una gaveta saco unas gasas y alcohol.

-Oye niña ese es mi trabajo- dice la enfermera que su nombre me importa un rábano.

-En lo que usted se tarda buscando las pastillas, yo ya estoy terminando de desinfectar la herida- dice mi amiga, sin mirar a la enfermera.

La señora ya casi de llegar a sus cuarenta, murmura algo inentendible y va a buscar las dichosas patillas.

-Eres muy buena en esto ¡Auch!- dice Jorle, como puede gracias al dolor por la presión que está cintiendo por el paso de la gasa con el alcohol.

-Mi primo me enseñó a curar heridas gracias a su profesión, ya les avia mencionado que es Policía- le responde poniendole una venda en la nariz- ¡Listo!, no se te ve muy bien, pero al menos estas mejor que Carla- señaló al otro lado de la enfermería donde estaba la chica recostada en una camilla, desmayada.

Después de la paliza que le di a Carla, le entró un shock y se desmayó. Se me incha el pecho de orgullo al verla tan indefensa. Eso le pasa por meterce especificamente con MI hermanita.

-Y muy merecido que se lo tenía- refunfuñamos mi hermana y yo, a la vez. La enfermera le da las pastillas a Jorle, y le felicita a Kate, por su trabajo bien echo con la nariz de mi hermana.

-Bueno chicas ya se pueden ir, la señorita Carla necesita paz para descansar- nos dice la enfermera, literarlmente sacandonos a las tres a patadas.

-Que señora más amargada- dice Jorle.

-Así nunca conseguir un novio- decimos Kate y yo, a la vez.

-¡¡LAS ESCUCHE!!- nos chilla o nos ¿llora?, la enfermera del otro lado de la puerta. Corremos por los pasillos riéndonos como todas unas anormales.

-Hey chicas ¿están bien?- paramos de reírnos y nos volteamos para ver a... los trillizos.

-Eso no te importa- le digo a Lucas, sin una pizca de gracia. Al acordarme de su encuentro con Rackel, simplemente me molesta.

-Sorry gays, pero nosotras nos vamos- dice Kate- Ya no queremos asistir a las demás clases, nos vamos de compras- nos sujeta a cada una de los brazos y nos dirigimos a la salida.

-Tu, Kate Martínez faltando a clases, ¡No me lo creo!- Jorle sonríe.

-Más lo hago por ustedes dos, imaginó que no quieres que nadie te vea con la nariz haci...además Cassie, parecias nerviosa o diría mejor que aterada o molesta cuando los trillizos se nos acercaron. ¿Paso algo?- salimos por las puertas del Insti, pero paro de caminar al escuchar las palabras de Kate. ¡¿Que hago?! No le puedo decir especial mente a ella que estoy sintiéndome atraída por Lucas.

-Esto yo..- mis palabras fueron cortadas, gracias al sonido de una bosina. Frente a nosotras estaba el auto de ¿Taylor?

<No mames, ese chico otra vez>

Las ventanillas del auto se bajaron dejando a la vista a los tres hombres mayores.

<Corrección, esos papis chulos..otra vez>

En cual quier caso ¿Por que están aquí? No les bastó con saber donde vivíamos sino que también se plantan frente a nuestra escuela.

-Se escaparon chicas..- nos dice Taylor, con picardía. ¡Dios! Que pesado.

H.A.P.Y.Z  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora