-Y-Yo lo...- susurró apenada Elle -L-Lo siento-
Elle había dado por terminado el beso con un abrupto paso hacia atrás. Ella no tenía permitido hacer algo como eso además ella no debía besar al hombre que la llevó al borde de la muerte. Se sentía sucia y culpable. Se quedó petrificada a un par de pasos de Zack viendo fijamente el suelo. Su cuerpo temblaba y estaba segura que Zack podía darse cuenta de ello.
-No digas que lo sientes.- susurró dando un paso hacia adelante -Pégame, grita que me odias o no sé pero no digas que lo sientes-
Elle frunció el ceño y bajo la mirada. ¿Porque sentía la súplica en la voz del hombre? ¿Porque esas súplicas le estaban dando las ganas de abrazarlo, de decirle que no lo sentía? Porque en realidad ella no lo veía como un error.
Por primera vez su corazón latía como si hubiese corrido un maratón. Latía ferozmente y jamás lo había hecho de esa manera. Su estómago estaba patas arriba, sentía como si tuviese muchas mariposas revoloteando sin cesar en el. Quiso sonreír, quiso tapar sus mejillas que era obvio que estaban ardiendo, las sentía así, pero no pudo. Una tímida, demasiado, sonrisa hizo que sus labios se curvaran y bajo su rostro avergonzada.
-¿Elle?- llamó Zack acercándose a ella nuevamente. No tuve resistencia pero aún así ella comenzó a temblar.
Zack rozó sus dedos con la piel de Elle antes de alzar su rostro. Podía morirse ya, los ojos de Elle le observaban expectantes pero sobretodo hermosos. Aunque aún veía miedo, era obvio que lo sintiera, solo había pasados unos días desde su libertad. Esperaría con paciencia hasta que esa mirada se convirtiera en una completamente diferente a lo que era ahora, una con amor, ternura.
-¿C-Como sabes mi nombre?- preguntó ella
-Tuve que preguntarle a la mujer que estaba junto a tu...- evitó gruñir -jaula-
-Winter...- Elle susurró y vio a un lado.
Quería saber como se encontraba su mejor amiga. ¿La habrían salvado? ¿Estaba allí? Aún así dudando que sería bueno moverse sin su permiso lo hizo. Se abrazó a sí misma y se encaminó a la puerta. Necesitaba ver a su amiga, necesitaba verla aunque en ese momento no estuviese tan bien que digamos.
Justo cuando su mano tocaría la perilla de la puerta, sintió al hombre acercarse a ella más de la cuenta. Vio la mano de él en la perilla y se asustó. Sus manos temblaban considerablemente porque sentía miedo por lo que le haría él. De seguro la castigaría por muchas cosas y más por tratar de irse sin su permiso.
Sintió una mano en su cintura y sabía que no había vuelta atrás.
-No puedes salir pero te prometo que ella está bien.- susurró cerca de su oído haciéndola estremecer por segundos.
-P-Por favor, déjame ir a verla- suplicó en un hilo de voz.
-Aunque quiera no puedo dejarte ir. Estás comenzando tu celo-
-Prometo ir y volver- agregó ella
-Elle, pídeme cualquiera cosa menos eso. No puedes salir de esta habitación mientras estés con el celo.- dijo él tomando su mano -No quiero que...- se calló.
Tenía claro lo que iba a decirle pero de seguro la asustaría más de lo que ya estaba. Pero en serio no quería, Zack no quería que cualquier alfa saltara sobre ella, no si querían vivir para contarlo. Sam era el vivo ejemplo de que no debían meterse con Elle cuando esté así y sobretodo con ella como tal. Ella era su pareja predestinada y no podían acercársele a ella con motivos erróneos.
-Ven, tengo una idea- dijo y sacó su teléfono y marcó rápidamente un número. -Aaron...no quien debería disculparse soy yo. Actúe como una bestia, no debía reaccionar así. ¿Sam está bien?- preguntó y Elle se concentró en sus manos unidas, aún con la de Zack. -Hablaré con el luego. ¿Puedes buscar a Winter y ponerla al teléfono? Elle quiere ir y verla pero le he dicho que no puede- acarició con su pulgar el dorso de su mano -Gracias- y cortó la llamada.
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Identidad Oculta #IO1
WerewolfElle cumplió sus tan esperados quince en el lugar en donde menos pensó. En un lugar que la hacían sentir denigrada, maltratada, usada como un objeto para solo brindar placer a los hombres y las mujeres alfas...y algunos betas.