◈ una libertad deseada ◈

6.7K 411 29
                                    

Zack tomó en brazos a Elle y en silencio salió con su amigo y los quince omegas, que habían liberado, detrás. El comportamiento de ella le había dejado confundido y con un sentimiento de culpa horrible. No lo entendía pero así lo sentía. El miedo que vio en su mirada era extremadamente inquietante. Inquietándolo y depositando una preocupación instantáneamente en él.

-¡Tenemos que salir ya!- habló Sam llegando con otros veinte omegas y con sus dos compañeros.

-No lo sabíamos Sam- dijo irónicamente Aaron.

Zack miró hacía atrás viendo el miedo y la felicidad en los omegas...y en ellos mismos. Pero estaban a punto de lograrlo y no se podía sentir mejor porque no podía. Pero las alarmas se activaron y las puertas comenzaron a cerrarse automáticamente -¡Corran!- gritó Zack alentando a los omegas y a sus propios amigos. Acomodó más a Elle en sus brazos y se detuvo para ayudar a los omegas que se estaban quedando atrás.

-¡¿Que estás haciendo?!- gritó preocupado Aaron -¡Corre!- alentó deteniéndose para llegar a donde Zack estaba.

-¡Llévatela!- dijo y pasó el cuerpo de Elle a los brazos de Aaron.

-No te voy a dejar- dijo y en ese momento llegó Sam. Aaron hizo el mismo gesto que hizo Zack con él y le entregó a Elle para que la pusiera a salvo.

Se habían quedado tres omegas atrás. No tenían las fuerzas para correr y se veía en sus ojos la súplica para que no los dejaran. Y Zack no tenía corazón para dejarlos así que corrió tan rápido como sus piernas le permitieron y con ayuda de Aaron lograron ayudar a los omegas.

-¡Avancen!- gritó Sam

Quedaban unos pocos metros para llegar a la puerta y los omegas estaban seguros de que no llegarían. Y si eso pasaba tendrían que prepararse para el castigo que vendría. Un castigo del que tenía como destino la muerte. Zack y Aaron sintieron la derrota de los omegas cuando estos se hicieron más lentos.

-¡Falta poco!- gritó Zack -¡Vamos ustedes pueden!- alentó

Unos pocos pasos y la puerta estaba a punto de cerrarse. Zack dudó mucho en que lo lograrían y de hecho también Aaron dudó. Pero vieron la luz al final del túnel cuando vieron a Sam, Rex y Dan aguantando con todas sus fuerzas la puerta. Aceleraron sus pasos y lograron cruzar la puerta con una felicidad incontrolable. No hubo tiempo para celebrar la hazaña que habían logrado por un pelo. Aunque tarde o temprano lo celebrarían con champán y todo.

Montaron a todos los omegas en las tres camionetas negras, con vidrios polarizados y sin tablillas y rápidamente pusieron en marcha. Aaron, su mejor amigo, había tomado el control de la escapada. Él era el mejor en autos y todo eso por si algo salía mal. Zack miró por el retrovisor sonriendo cuando vio el centro atrás.

-¡Lo logramos!- dio un grito eufórico Zack.

-Pero por poco, Z- suspiró nervioso Aaron.

-Sí, Aaron, pero lo importante es que lo logramos.- dijo viendo de reojo a la parte trasera encontrándose a la mujer que pataleó para que la dejara y a la que estaba junto a su jaula acariciando su cabello.

Zack tomó una sábana blanca  y se la tendió a la mujer para que tapara la desnudez de la mujer inconsciente. Era extraño, pero no quería que nadie la viera de esa forma. Ahora sentía una rabia incontenible al recordar cuando se la entregó a su mejor amigo. Volvió a tenderle la sábana con el rostro más serio que podía tener. Winter la tomó con un poco de miedo y cuando iba a decir un inaudible gracias él se giró dejándola con la palabra en la boca.

Aaron frunció el ceño y lo miró de reojo. Algo le pasaba a su amigo y no sabía que era. Aquel repentino cambio de ánimo y el olor a posesividad que desprendía era inevitable. Miró a Winter y a Elle para ver que era lo que había hecho cambiar de ánimo al alfa, su amigo.

Identidad Oculta #IO1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora