◈ una respiración débil ◈

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-¿Como te fue?- preguntó Winter con voz bajita.

Elle había llegado la noche anterior. Tenía moretones por todo el cuerpo y dedos marcados en su cuello. Ella al tener su piel más clara de lo normal se veían más los moretones. No había emitido ninguna palabra y mucho menos se había movido. Donde el beta, a cargo de ella, la había tirado allí había permanecido.

-Ellie contéstame- suplicó preocupada

Se atrevió sacar su mano y tocar su pie sintiendo que aún estaba con vida. Aunque su temperatura era muy baja, casi helada, suspiró con tranquilidad al sentir como Elle movía su pie un poco. Le preocupaba mucho el estado de Elle, ella era quien único le hablaba sin importar las exigencias de sus mayores. Por eso Winter se atrevió a sacar su mano de la jaula.

Elle no quería volver a saber nada de lo que había pasado. No quería pensar en lo que esos dos locos le habían hecho. Elle solo quería salvarse de ese infierno que vivió pero no pudo. Así que aceptó su destino lo mejor que pudo y agradecía que por lo menos no se había muerto allí con todo lo que aquellos alfas le habían hecho.

••Dos noches antes••

Elle no tenía las fuerzas para levantar su mirada y ver como el alfa le hacía el amor a su prometida. ¿Porque ninguno podía tratarla así? ¿Porque le negaban a los omegas un poco de cariño? ¿Acaso los omegas habían sido los únicos, de las tres razas, que peleaban para tener lo que los omegas tenían...nada?

Pero aunque ella quisiera no mirar, el alfa le había exigido que los mirara o sino sería un cadáver tirado en un puente. Y no es que no quisiese eso pero por lo menos quería intentar una vez más huir.

-T-Te amo tanto, J- jadeó Phelicity con la cabeza colgando en el borde de la cama.

Jason le estaba haciendo el amor a su prometida como Elle siempre quizo, en su más escondido rincón de su corazón, que un hombre se lo hiciera con tanta pasión. Porque a pesar de ser un poco rudo, bastante en realidad, él aún la miraba con pasión, con admiración y hasta con ilusión. Eso era una tortura para ella, ver como él amaba en cuerpo y alma a su rubia y la besaba como si fuese la última vez que sus labios recorrerían la piel. Y no es que Elle sintiera celos porque estuviese enamorada o le gustase Jason porque estaba segura que si fuese otra pareja alfa también tendría el mismo sentimiento.

-Te amo más bebé- susurró Jason besándole el cuello y atrayéndola a él.

Volvió a besar a su prometida y Elle vio como Jason trepaba a Phelicity en su regazo. Tomó su cintura en sus manos y escuchó el largo gemido que soltó ella cuando Jason entró en ella. La mirada que Jason le daba a Phelicity podía hacer sentir, a cualquiera que lo viese, envidia. Esa sonrisa que solo significaba una cosa; adoración.

Elle tirada en el suelo solo pedía un poco de piedad, para ella y por un poco de amor. Solo pedía alguien que no la tratase peor que un animal. ¡Ella era humana! Al igual que ellos. Su vista se empañó viendo fijamente como las manos del alfa acariciaban con amor la piel de la alfa mientras ella subía y bajaba penetrándose así misma. Levantó su mirada y se concentró en la silla blanca frente a un espejo. Le bastaba escucharlos como también querer mirarlos.

-¡Mírame!- gruñó Jason al percatarse de que la omega no los miraba.

Elle se dedicó a mirar la enorme habitación escuchando el gruñido tan fuerte del alfa. El gris y negro predominaba en la habitación y a pesar de ser oscura daría mucho por vivir en una habitación así. La cama era en pilares color grisáceo posicionada en el centro de la habitación custodiada por dos mesas de noches. Una mesa, en combinación con la cama, con un espejo con bordes en luces blancas y una silla; frente a la cama empotrada a la pared. Habían dos puertas contiguas, una daba al baño y la otra al walking-closet. De seguro ambos eran enormes...

Identidad Oculta #IO1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora