La fiesta de cumpleaños de Jason estaba comenzando. La alta alcurnia era lo que Phelicity saludaba al ellos llegar a la puerta de su mansión. Dueños de empresas multinacionales, dueños de laboratorios, alcaldes, doctores, directores de hospitales en fin solo los mejores alfas de la jerarquía estaban invitados para celebrar un nuevo año de vida de Jason.
Jason estaba con Bernard, Aaron y Sam en un bar cerca de la mansión del alcalde. Bernard había insistido tanto para ir a tomar unas copas que terminó aceptando. Aunque la cara de pocos amigos que tenía era claramente un indicio que no estaba de ánimo y era de imaginarse. Unas treinta y seis horas atrás Sam le había indicado que su omega había desaparecido y estaba bastante nervioso, preocupado pero sobretodo enojado. No sabía nada, su esencia no la podía detectar, su lazo se estaba sintiendo cada vez menos. Le preocupaba y bastante el hecho de que su omega podía estar en manos de cualquier loco y él no tuviese la oportunidad de salvarla.
-Tus nuevos amigos son muy callados, ¿no?- dijo burlonamente Bernard.
-No somos callados, solo hablamos cuando es estrictamente necesario y en este momento no tenemos ganas de hablar y menos con un alfa como...- comentó Aaron pero la mirada asesina que Zack le dio lo detuvo.
La mirada de ambos alfas gritaban dominio. Bernard miraba desafiante al chico de cabello largo dejando ver el alfa que mandaba. Pero Aaron no era de los hombres que se rendía fácilmente, el alfa estaba haciéndole frente al alfa mayor.
-Tranquilos...- apaciguó Zack con mirada fuerte -Los tres son mis amigos y no quiero ninguna puta pelea.- gruñó y ambos alfas asintieron. Bernard tomando su vaso de whiskey y Aaron levantándose listo para irse.
Sam se acercó a Aaron deteniendo su salida y compartieron unas palabras antes de que Zack llegara y le hablara -¿Piensas joder esto? Maldita sea Aaron no estoy para tus mierdas ni para las de ese idiota pero necesitamos a ese cabrón de mierda.- gruñó entre dientes -Así que volveremos y si tienes que hablarle de toda tu niñez lo haces igualmente tu Sam- se dirigió al moreno y ambos alfas asintieron.
-Está bien pero te pido que si no lo arrestan me des el privilegio de matarlo- dijo Aaron viendo por encima del hombro de Sam.
Zack no tuvo más remedio que aceptar y volvieron justo cuando Bernard le estaba sonriendo con esa única sonrisa de superioridad a una alfa que estaba justo a su lado. Bebieron y aunque fue casi imposible hablaron de varias cosas. De deportes, autos, relojes muy caros y de omegas poniendo a Aaron y a Zack nuevamente tensos. Zack, al no saber nada de su omega lo estaba desesperando como nunca. Había hablado con el detective perteneciente a su movimiento y después de treinta y seis horas no tenían resultados. En cambio Aaron se tensó furiosamente de solo pensar que se estaba perdiendo lo más valioso y perfecto que podía imaginarse. No podía pasar más tiempo sin disfrutar de como su niña crecía fuerte y saludable en el cuerpo de su omega.
-Esa omega que te llevé en aquella fiesta estaba como quería y ni imaginarme lo apretadito que debía estar...- dijo sin ningún pudor el hombre de algunos cuarenta años.
Pero la sonrisa de triunfo que tenía Bernard desapareció en segundos cuando de pronto Jason se volvió loco tomándolo del cuello mientras lo intimidaba con sus ojos de alfa enojado, enojado no, cabreado. Zack podía ser el hombre más pacifista que existe en la tierra pero no lo era tanto cuando su omega estaba siendo agredida verbalmente. Por minutos no escuchó nada, ni la música, ni el murmullo de las personas, ni las voces de sus mejores amigos tratando de calmarlo ni tan siquiera podía escuchar el latir de corazones. De hecho todo a su alrededor se nubló menos el rostro asustado de Bernard.
-Si quieres conservar tu lengua te sugiero que no vuelvas a mencionar otra cosa que tenga que ver con ella- gruñó entre dientes. Por un momento no le importó que fuese sospechoso de que él defendiera a una omega pero Bernard no tenía la menor idea de que esa omega era la pareja predestinada de Jason.
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Identidad Oculta #IO1
WerewolfElle cumplió sus tan esperados quince en el lugar en donde menos pensó. En un lugar que la hacían sentir denigrada, maltratada, usada como un objeto para solo brindar placer a los hombres y las mujeres alfas...y algunos betas.