Cuando Phelicity le apuntó con el arma Zack vio toda su vida pasar frente a sus ojos. La sensación de estar entre la vida y la muerte le había dejado un mal sabor en la boca. Y sabía que de esa no saldría bien. Aunque en realidad no le importaba tanto su vida pero la más que le importaba era la de su omega. El mundo y ese pueblucho era una pesadilla avisada y no quería que su omega viviera eso nuevamente si él llegase a faltar.
-Baja el arma- dijo Zack y ella negó.
-No, cariño. Esto es lo que me dará control sobre ti, sobre tu omega- dijo y Zack abrió los ojos de par en par bastante sorprendido.
-Phelicity saldremos de aquí sin hacer escándalo y te aseguro que no te volverás a cruzar con Zack ni con su omega- dijo y Zack volteó a mirar a Aaron con una mirada de pocos amigos -¿Que? Serías un tonto si pensaras que todavía ella piensa que eres Jason-
-Veo que tu amigo es más inteligente que tú Jason...que digo Zack- sonrió Phelicity.
Sonrió y se acercó con toda la elegancia que la distinguía. Zack cuando la vio acercarse reaccionó dando un paso atrás y aferrando el cuerpo de su omega a su torso. A Zack le preocupaba su omega y ya estaba desesperado por salir de allí. Elle no dejaba de temblar, una de sus manos estaba empuñada en la camisa de su alfa, gimoteaba y su rostro estaba contraído dejando que sus lágrimas recorrieran su camino hasta su cuello. Zack debía, necesitaba sacarla de allí antes que cualquiera de aquellos alfas se aprovecharan. Echó un vistazo, otra vez, a todas las puertas y maldijo entre dientes.
-Gracias a esto me obedecer...- afirmó pero fue interrumpida por uno de los de seguridad quien llevaba del brazo a un hombre que estaba bastante intranquilo.
-Señora, este es el último- dijo soltando de mala gana al moreno quien su traje se veía con algunas manchas de sangre preocupando de inmediato a Aaron y a Zack.
-¡Tengo que volver!- gritó desesperado el moreno -¡Debo volver!- agregó y Aaron se acercó a él.
-Todo estará bien, hermano- susurró abrazando a su mejor amigo.
-No...- su voz se escuchaba desgarradora pero aún así su rostro no presentaba ningún signo de lágrimas -Lo estoy perdiendo, Aaron- su voz se quebró y se aferró al abrazo de su mejor amigo -No lo quiero perder...no ahora que lo encontré- susurró y Aaron asintió.
Aaron no sabía que era de lo que hablaba pero estaba más que seguro que su amigo estaba sufriendo por su pareja. Lo entendía, porque si llegase a enterarse que su omega y su hijo estaban en peligro él destruiría todo a su paso para llegar a ellos.
-Por favor, que alguien lo ayude- suplicó viendo a cada alfa -¡Por favor!- y nadie hacía el mínimo movimiento para ayudar a ese alguien de quien el moreno hablaba.
-¿Quieres callarte o quieres una bala en la boca para que dejes de hablar?- preguntó apuntándole a Sam
-Déjalos, el problema es conmigo- habló Zack
-Lo sé pero no me divertiría si les...- el sonido del arma cargarse hizo que todos los invitados aguantaran sus respiraciones -disparara y luego los botara de mi casa-
El sonido del arma dispararse dos veces y el grito de ambos hombres inundó la sala dejando a todos mudos y algunos con unas sonrisas en sus labios. Fueron unos disparos limpios, uno en cada pierna de los alfas pero aún así no dejaba de ser doloroso. Phelicity dio la orden a dos guardias para que los sacaran de su vista y así fue. Ambos removiéndose tratando de liberarse para ayudar a su amigo y también al alfa del moreno.
-¡¿Que demonios?!- gritó Zack
-Déjala en el piso.- dijo apuntando a Elle con la pistola descuidadamente.
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Identidad Oculta #IO1
Hombres LoboElle cumplió sus tan esperados quince en el lugar en donde menos pensó. En un lugar que la hacían sentir denigrada, maltratada, usada como un objeto para solo brindar placer a los hombres y las mujeres alfas...y algunos betas.