Zack observó fijamente el rostro de la chica aún inconsciente entre sus brazos. Aún con todos aquellos golpes se veía hermosa, aún con aquella piel tan amarilla, aun con sus huesos visibles se veía hermosa. Pasó la esponja por su mejilla lastimada y sintió como extrañamente su sangre hirvió. ¿Donde estaba él para evitar esos golpes y los que de seguro habían antes de esos y protegerla con su propia vida? ¿Donde estaba él cuando esa ella estaba siendo maltratada?
Acarició con extrema delicadeza el cuello llenándolo con la espuma. Luego siguió descendiendo acariciando su cuerpo y no con una connotación sexual. Lo menos que le importaba, en ese momento, era el sexo. Sí, le atraía como si fuese un imán y le costaría mucho no besarla y borrar todo lo malo de su pasado. Limpió su cuerpo con amor y cada vez que se encontraba con una nueva cicatriz maldecía entre dientes.
No se explicaba su ánimo y mucho menos su aroma. Era agrio, denso, frustrante y con una pizca de dolor. Nunca había tenido ese aroma o había reaccionado de la manera en que lo hizo con Aaron. Con ella era diferente, más que diferente. Aquella carita lo estaba haciendo querer darle lo mejor y lo que ella necesitaba desde hace mucho, amor.
-No te conozco pero te juro hacer todo lo necesario para que estés bien- dijo Zack apartando el cabello de su rostro.
Con cuidado la tomó en brazos y la llevó a su cama. Allí, con delicadeza, secó su cuerpo. Casi estaba terminando cuando sintió unos leves movimientos. Alzó su mirada y vio como el ceño de ella se fruncía a medida que despertaba.
Se preparó para lo que venía. Ella reaccionaría peor a cómo reaccionó cuando la encontró. Él no quería hacerle ningún daño tampoco podría. Suspiró tratando de calmar su acelerado corazón y esperó pacientemente a que ella se levantara completamente.
-W-Winter...- susurró y entonces ahí su corazón se detuvo.
Las abundantes y largas pestañas revelaron los ojos más hermosos que había visto. Cuando la había encontrado en la jaula ella no le dio el momento para mirarla detalladamente. Esa mirada era hermosa, simplemente perfecta. No tenía que ser de un color claro para que sean hermosos y eso era simplemente perfecto. Pero todo se complicó cuando aquella mirada desorientada y confundida se convirtió en una de miedo y asco.
-S-Si me vas a matar...hazlo ya- susurró y Zack frunció el ceño.
Esas palabras le habían dolido a Zack quien miraba incrédulo a la mujer en su cama. Por alguna razón escuchar eso y que ella le pidiese de una vez y por todas que la matara no lo hizo sentir bien. Nada lo hizo sentir bien; ni mucho menos cuando ella saltó de él encogiendo sus piernas.
Elle se encorvó tanto que comenzaba a dolerle la espalda. Pero ningún dolor era tan importante como para el que ella estaba sintiendo. Se pegó más al espaldar de la cama y enterró su rostro entre sus rodillas. No quería mirarlo, no se atrevía a mirarlo a la cara sino terminaría temblando como nunca. Aún así, sin mirar a aquel despiadado hombre, que perturbaba sus sueños desde hacen días, no evitó comenzar a temblar con toda sus fuerzas.
No hacía falta saber cuanto miedo le causaba aquel hombre que ahora llevaba el cabello corto y extrañamente una mirada con una pizca de piedad. Y a pesar de todo el miedo que Elle estaba sintiendo ella también sentía que su corazón latía muy fuerte y con eso una sensación de culpa que no la estaba dejando respirar. Se sentía muy culpable; como cuando haces algo, por instinto, y eso hiere a la persona que tú más ama en el mundo. Lo único que quieres hacer es que él o ella se sienta bien aunque uno mismo esté muy mal.
-No voy hacerte ningún daño- habló por primera vez Zack con un tono de voz dolido.
-P-Por favor aún estoy mal. Por lo menos dame una muerte aunque sea un poco tranquila- susurró con la voz quebrada.
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Identidad Oculta #IO1
WerewolfElle cumplió sus tan esperados quince en el lugar en donde menos pensó. En un lugar que la hacían sentir denigrada, maltratada, usada como un objeto para solo brindar placer a los hombres y las mujeres alfas...y algunos betas.