◈ un embarazo ◈

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"Mi pequeña omega

Odio las despedidas y estoy seguro que si te hubiese levantado, al ver tus ojitos, no me hubiese querido ir y tenía que hacerlo. No podía retrasar lo inevitable. Prometo llamarte todos los días y trataré de venir a verte.

Te extrañaré mucho y no olvides que te amo"

Los ojos de Elle se entornaron y su ceño se frunció. ¿Porque hizo eso? Irse de esa manera sin dejarle abrazarle, besarle, acariciarle por una última hasta que pasen meses. Vio un celular junto a la carta escrita y gruñó entre dientes.

Las lágrimas no las pudo contener y tomó la carta en sus manos. ¿Porque se había ido? La llevó a sus labios y con sus mejillas empapadas la beso. Elle se aferró a la almohada junto a ella y dejó que la esencia de su alfa la calmara un poco. Logró dormirse nuevamente, era casi de madrugada, con la sonrisa de Zack en sus pensamientos.

-Cariño...- susurró

Elle, adormilada, pudo jurar que esa palabra había salido de los labios de su alfa. Pero cuando alzó su rostro vio quien realmente era, una cabellera rubia se desparramó junto a ella.

Winter tenía una sonrisota en sus labios y Elle gruñó. ¿Porque estaba tan feliz a esas horas de la mañana? seguro debían ser las seis o siete. Se dedicó a seguir durmiendo y es que su ánimo no era el mejor en esos momentos. Uno, porque Elle precisamente no era la definición de una "morning person" y dos, porque no pudo despedirse como ella quería de Zack.

-¡Levántate!- chilló

-¿Porque tienes que gritar?- gruñó entre las almohadas.

-¡Para que me obedezcas!- gritó cerca de su oído y vio como Elle se apartaba de ella poniendo una almohada en su cabeza.

-Juro que si no sales en este momento de aquí te pintaré el pelo de negro y vas a parecerte a Morticia- gruñó nuevamente.

-¡Jamás en la vida!- grito y bajó rápidamente de la cama y corrió directo a la puerta.

Winter abrió y cerró la puerta pero en ningún momento salió. Quería decirle lo que había descubierto esa mañana. Ella era la única que estuvo junto a ella en todo el tiempo que estuvieron en OPAA. Ella fue su sustento, muchas veces, cuando pensó que se derrumbaría. Ella era su mejor amiga...una hermana que le dio la vida.

-Si sabes que puedo olerte- masculló Elle bajo las sábanas y almohadas -¿Que quieres decirme?- preguntó

Winter volvió a correr hacia la cama riendo como una niña que había hecho una travesura. La rubia acarició su cabello y de rodillas junto a su mejor amiga comenzó a hablar como un lorito.

Elle sacó las almohadas de encima de ella y se levantó haciendo una mueca con sus labios. Sin decir nada, se dirigió al baño y luego de hacer todo lo que debía salió con una cara de pocos amigos. Repito, ella era el vivo ejemplo de que su cuerpo estaba despierto pero su mente, ánimo etc despertaba dentro de dos horas...máximo tres. Se sentó junto a su mejor amiga y trató de sonreírle evitando que el dolor en su espalda baja no le hiciera maldecir.

-Ahora todo lo que dijiste repítelo despacio que ahora sí te escucho-

Winter rodó los ojos, tenía que tener mucha paciencia con ella. Desde que salieron de OPAA Elle no era la persona más atenta por las mañanas y menos cuando eran las siete y media. -¿Que fue lo que no escuchaste?-

-...¿Todo?- dijo y Winter alzó su vista al techo e hizo un gesto con sus manos

-¡Mándame más si más me merezco!- chilló y Elle frunció su ceño molesta.

Identidad Oculta #IO1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora