Identidad Oculta #IO1

◈ un alfa protector ◈

Ya estaba todo listo para en la mañana volver a la comunidad de alfas como Jason, el alcalde. Habían decidido no usar peluca o en todo caso extensiones y decir que ya necesitaba un cambio y esa sería la razón de el corte. Además estaba seguro que si utilizaba extensiones para simular el cabello largo del alcalde; todo lo que había logrado, aunque fueran pasos de bebé, con su omega se desvanecería. Estaba nervioso. Tendría que actuar como él y no sabía si lo haría. Zack no era un hombre malo, Jason si lo fue. Pero aún así él haría todo lo que estaba en sus manos para salvar aquellos niños.

Aquella madrugada había sido muy intensa. Elle había llorado entre sus brazos por casi una hora hasta quedarse ligeramente dormida. Porque Elle no podía dormir del todo cuando sabe que su alfa estaría en un peligro como ese. No sabía que lo extrañaría de esa manera. Sus manos, como siempre desde qué pasó lo qué pasó con Cobra y Jason, estaban aferradas a las ropas de Zack. No quería que fuera, no quería dejarlo ir.

Por otro lado estaba un incómodo Zack. Este de a ratos se movía despertando varias veces a Elle. Su cuerpo se sentía incómodo y él sabía porque y aún así trato de ignorarlo. Él necesitaba salir cuanto antes para la comunidad alfa o unos supresores.

-Por favor no te vayas- susurró una adormilada Elle.

El calor en su cuerpo era sofocante. Había comenzado a sudar y frunció el ceño. ¡No podía retrasar lo inevitable! Su celo estaba despertando y el cuerpo de Elle no estaba ayudándolo.

El cuerpo de lo omegas actúan por si solos al sentir que su pareja predestinada están con el celo. Su cuerpo se acopla a las necesidades de su pareja predestinada y sin saberlo los omegas expiden más lubricante en tiempo récord.

Y eso era lo que estaba ocurriendo con Elle y Zack. Zack estaba con su cuerpo sensible, caliente y deseoso por su omega. Tragó duro al sentir como el dulce aroma del lubricante de su omega se intensificó cuando ella se acercó más a él por instinto. Sería imposible irse ese día porque si ya su celo había comenzado era imposible detenerlo. Pero en serio necesitaba irse.

-Elle...- susurró llamándola -Amor...- siguió -Cariño- volvió a susurrar y nada -Omega- dijo con un poco de autoridad.

Por lo menos eso había funcionado. Elle había reaccionado y había abierto sus ojos con un brillo especial. Un brillo que no había visto hace un mes. La observó en silencio mientras ella solo sonreía. ¿Estaría dormida? Zack suplicó que no fuese eso.

-¿Estás bien?- preguntó Elle en susurros y Zack negó -¿Que pasa?-

Elle trató de ignorar la notable erección en su muslo. Estaba nerviosa pero aún así deseosa. No pensaba que podía lograrlo pero sabía que Zack no sería como los otros alfas. Tragó fuertemente y miró a los ojos de Zack. Aquellos ojos solo decían una cosa, que la necesitaba.

-Está...- tragó duro -comenzando mi celo...- susurró cerrando sus ojos fuertemente por unos segundos.

Sintió que algo en su interior se contraía. Jamás había sido tan fuerte, hasta le dolía. Aclaró su garganta y suspiró, ese aroma de su omega lo estaba poniendo nervioso, ansioso y muy deseoso.

-¿Que...que debo hacer?- preguntó algo preocupada.

-N-Nada...estaré bien- susurró y Elle frunció el ceño negando.

¿Como que nada? Su deber era aliviarlo, su deber era complacerlo en todo lo que él le pida. Para eso ella era su pareja predestinada, para eso era su omega. Elle acarició, un poco reacia, el rostro del alfa sintiendo el calor excesivo de su piel preocupándola.

-Debo...- comenzó a hablar -debo aliviarte-

Sintió como el miembro de su alfa palpitó contra su muslo y su instinto fue acercarse más a su cuerpo. Pero no contó con que Zack se separase de ella dejando un vacío y un frío de inmediato en su cuerpo.