Horas después de lo acontecido en la cena y de que Shu me vendara el brazo en el cementerio, regrese a mi habitación, y él ya se había ido, me decidí por quitarme el vestido, lo hice bolas y lo aventé en un rincón de mi habitación con enfado. Me puse algo mas cómodo.
Me había dado cuenta de que ya no podía reclamar ni un poco sobre el tema de mi madre a KarlHeinz, la verdad no sabia por que era tanta la prisa por querer matarla, esa siempre fue mi decisión, pero jamas podre entender a ese hombre. Recuerdo que una vez leí, en uno de los libros de la biblioteca de su casa, que los demonios no pueden amar. KarlHeinz no puede amar, eso explicaba por que era tan cruel con sus esposas y como consecuente ellas lo eran con nosotros.
Tome asiento en mi cama y mire el brazo que estaba vendado, había decidido ponerme un suéter así que las vendas quedaban cubiertas a excepción de mi mano, en esta se podían ver los vendajes. No podía usar el método de la vez pasada para sanarme ya que la herida era muy reciente, si esta fuera una herida normal sanaría rápido, como cuando Shu me muerde las marcas desaparecen a los pocos minutos, pero lo que el me hacia era con su magia, y era mas tardado de sanar solo.
Me levante y aparecí delante de una puerta que estaba cerrada. Y toque un par de veces.
-¿Si?- dijo la voz dentro.
-¿Puedo pasar?- pregunte.
-Oh claro.-respondió.
Pude ver por primera vez el estudio de Reiji, parecía mas bien un laboratorio gracias a todos los utensilios de química sobre la mesa, toda una pared estaba cubierta de libros y era genial.
Cerré la puerta detrás de mi, él estaba sentado en un pequeño sillón con un libro en el regazo.
-¿Así que aquí es donde juegas?- le dije parándome delante de el sonriendole.
-No, es donde hago mi té.- señalo la tetera y la taza que estaba delante de él.- Pero que bueno que vienes, prepare algo para ti.- dejo su libro sobre la mesita y se acerco a su mesa.-Toma asiento por favor.-me pidió.
Las cortinas de la gran ventana estaban corridas, decidí sentarme ahí para poder ver la luna. Era algo alto y mis pies quedaron colgando. Vi como movía sus manos y se acerco, en una mano tenia un gotero.
-Ayúdame a quitarte los vendajes.- pidió.
Al saber sus intenciones, lentamente recorrí la tela del suéter de mi brazo, y le quite el pequeño clip a los vendajes, enrollando estas en mi otra mano mientras caían, Reiji miraba atento. Cuando termine, pude notar que mi brazo estaba demasiado rojo y morado, claramente se encontraba mal.
-Como es reciente he de suponer que no puedes usar tu fuego¿Cierto?.- dijo mirando mi brazo, que yo tenia extendido hacia él.
-No, si no ya lo hubiera echo...- dije con calma.- ¿Que me vas a hacer?- pregunte ya que puso el gotero encima de mi brazo.
-Es un remedio, el agua entrara por tus poros y sanara tu brazo.- dijo y comenzó a echar las gotas.
-Hay...-me queje.- Arde...
-Ya casi esta...- murmuro mirando las gotas y mi brazo.- Bien.- se enderezo y se dirigió de nuevo a la mesa.
-¿Cual es mi pronostico?- pregunte divertida.
-Vivirás- dijo volteando a mi con una taza de té en la mano.- deja tu brazo así por unos minutos para que le de aire.- me dio la taza.
-Gracias- dije por la taza y por el favor que acababa de hacerme, él tomo la taza que estaba en la mesa pequeña y se recargo en el respaldo del sillón para verme fijamente.- Haces un buen trabajo como hermano mayor...- mire la taza y luego di un sorbo, era amargo.
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Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°
FanfictionHace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...