Yui Komori no se había sentido tan excluida antes.
Cierto Sakamaki le había pedido que se quedara en su habitación sin importar el ruido, los gritos, o la sensación del ambiente. Pero ya habían pasado varias horas desde aquello, si escucho gritos,si escucho sonidos inaudibles. Y se dijo a si misma horas después de que todo quedara en silencio de que lo peor había pasado. Fue así como decidió salir en busca de la familia Sakamaki.
Estaba caminando por un pasillo oscuro con pinturas en las paredes cuando Kanato apareció delante de ella.
-Kanato... Estas bien?- pregunto llevándose una mano al pecho.- ¿Estan todos bien?
-Eres una inutil, nosotros hicimos el trabajo pesado mientras tu estabas tan cómoda en tu habitación...- dijo mirándola y apretando su peluche contra él.- Pero que se le puede hacer... Una simple humana frágil y tonta como tu no es capas de servir de ayuda en estos casos...
-Kanato...-hablo en un susurro Yui sin quitarle los ojos de encima, tenia solo un poco de sangre en los zapatos.
-Ven conmigo, todos están en la salón de música- Kanato comenzó a caminar en la dirección contraria de la que venia Yui y esta como fiel perro lo comenzó a seguir.
...
Contaba los pasos. Kino en un acto nervioso, comenzó a contar cada paso que daba hacia su gemela, atrapada entre las cadenas sucias de su propia sangre. Pero se detuvo, un sonido sucumbió el lugar, era como si alguien arrastrara las uñas afiladas sobre una pizarra.
-Que...-murmuro Ayato mirando a todos lados, pero solo había oscuridad alrededor.
-Silencio...-dijo Carla. Nadie dijo una palabra mas mientras escuchaban ese sonido horrible golpeando sus tímpanos.
-Debo admitir...-sisearon varias voces en la oscuridad-Que no tardaron mucho en encontrar la puerta.- a un lado de Laena surgió un ser, no humano, no vampiro, no fantasma... Si no... Un demonio en todo el sentido de la palabra, de cuatro patas, dos garras y tres cabezas.
-¿Cual es tu nombre, demonio?- pregunto Reiji con autoridad a aquel ser delante de ellos.
-Un nombre que solo puede ser pronunciado en los labios de mi señor...- Reiji lo miro profundamente- Beqa...
-Así que no era mentira...- hablo Ayato-La historia que nos contó mi madre, que un demonio yacía atrapado en la oscuridad de la sala del menester...
Carla se había preguntado internamente en ese momento acerca del por que un grupo de niños jugaban a encontrar esa sala si sabían que había un demonio dentro, ya que estos no solían ser para nada agradables, pero en fin, trato de que eso no le importara.
-¿Sabes como liberarla?- pregunto Shu.
-Puede que mi memoria este algo polvorienta...- las tres cabezas hablaban al mismo tiempo, con voces completamente distintas pero en sincronía. - Después de todo e estado encerrado aquí durante muchos siglos....
-No estas en posición de negociar con tu señor- hablo Reiji.
-Oh... entonces creo que no interferiré mas en los asuntos de mi señor, y me iré por donde vine- dijo con una sonrisa en sus tres rostros- No quisiera molestarlo alteza...
Shu y Carla miraron a Reiji de inmediato, no tenían la menor idea de como sacar a Laena de esa y ese demonio parecía que sabia lo que pasaba en los dominós de la sala del menester.
-¿Que pides?- dijo al fin el rey vampiro.
-Mi libertad, no es mucho si lo piensa...- sisearon las tres cabezas.
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Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°
FanfictionHace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...