Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°

Con amor...K

Era una noche tranquila y despejada. Me encontraba sentada en las escaleras de piedra que bajaban a al gran espacio dedicado a las jardineras de rosas.

Tenia en mi regazo una pequeña libreta y en mi mano un bolígrafo. Últimamente no se que me daba por escribir poemas, pero a decir verdad lo encontraba relajante y estimulante. El silencio era algo que se podía apreciar con frecuencia en la mansión Sakamaki,  hasta que pude escuchar a lo lejos ligeros aleteos, no le tome importancia al principio hasta que el sonido empezó a hacerse más cercano.

Tenia la mirada clavada en mi regazo hasta que note que el sonido ya no era audible. Alcé la mirada y tal fue mi impresión al  encontrarme con unos ojos rojos mirándome fijamente. Dos  escalones por debajo de mi estaba parado un cuervo, con pelaje azabache y unos pequeños ojos rojos. En una de sus patas tenía atado un papel, pude divisar un sello de cera, era una carta.

-¿Qué es lo que buscas? - pregunte con normalidad, como si hablar con cuervos fuera de lo más común.  Este voló hacia mi y alcé mi mano, el animal se poso en ella. - ¿Es para mi? - pregunte mirando sus ojos y luego a la carta.

Al parecer podía entender ya que alzo la pata en la que tenia amarrada la carta. Se la quite y el ave se poso aún lado de mi en el escalón, atento a mis movimientos.
Pude notar que el papel estaba degradado por el paso de los años. El sello, era algo curioso, en los bordes del círculo había lianas de rosas, en el centro un cráneo agrietado, de los ojos y la boca salían pequeñas dagas, este sello no era de mi padre...

Despegue el sello con cuidado para abrir la carta, mire de reojo al cuervo, este tenía la cabeza doblada con curiosidad. Puede notar la bella caligrafía del texto y me di cuenta  que la tinta era reciente. Leí con cuidado y lentamente su mensaje...

Pronto querida mía... sabrás el propósito de la separación de la gota que nos mantenía unidos...
La amenaza que representamos es inminente para nuestro progenitor, acabaremos con él.
Ten paciencia, que las respuestas llegarán a ti a su tiempo, y ese día seremos uno de nuevo...

Con amor...K

¿Quién era K ?. Mire en la dirección donde se encontraba el cuervo, pero este ya no estaba, en su lugar había dejado una pluma negra. Lleve mi mirada al cielo nocturno lanzando un suspiro ¿Cuando tendría una vida de paz?

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Me encontraba sentada en el sillón individual del living, con la pequeña libreta en mi regazo, la carta estaba entre las hojas de este, pensé que seria bueno meditar mas adelante.

-¡No lo soporto!- se quejo Ayato apareciendo acostado en uno de los sillones.-Esa sin tetas....-suspire.

-¿Aun la sigues buscando?- pregunte mirándolo.

-No aparece por ningún lado, no se a donde pudo haber ido.- se llevo un brazo a los ojos a manera de frustración.

 -Bueno creo que si te hubieras molestado en ir a la escuela tal vez te darías cuenta de que ya apareció...-dije despreocupadamente escribiendo unos párrafos en la libreta.

-¿De que hablas?- se enderezo y me miro.

-Fue a la escuela-lo mire- Pero estaba con ellos.

-¿Ellos...? No te refieres a esos tipos de la otra vez....

-Si- cerré mi libreta y me cruce de piernas, lo mire.- Esta con ellos.

-Así es... la pequeña zorra nos cambio...- dijo Laito apareciendo sentado en el otro sillón.

-Tsk..- se quejo Ayato con molestia al mismo tiempo que se paraba- Bueno.. ya no sera por mucho ¡Ella es mi presa!- dijo y desapareció.

-Ohh.. Laena tu crees que..?- me pregunto Laito.

-Tal vez...- mire el lugar donde momentos antes el estaba, me pare y comencé a caminar a las escaleras.

-¿Ya te vas?... ¿No quisieras jugar un momento?- pregunto divertido.

-No lo creo...pero gracias- dije sin voltear a verlo.

-Que mala...- fue lo ultimo que escuche antes de desaparecer.

Ahora me encontraba en mi cuarto, las luces estaban apagadas, salí al balcón y me senté en el barandal de piedra. No podía sacarme de la cabeza esa intrigante carta...  no podía ser uno de mis hermanos, ellos no son así, el sello de la carta no era el de mi padre. Y ademas ese cuervo poco inusual... ¿Desde cuando los cuervos entregan la correspondencia? Suspire con pesadez.

-Hola...- Shu apareció recargado en el barandal, tenia los ojos cerrados y brazos cruzados.

-Hola...-le sonreí, aunque no me miraba.- Oye...

-Mmm?

-Pronto serán las vacaciones de invierno....- pregunte dudosa.

-Aja..?

-Y bueno... no tienes planes? ¿Que es lo que normalmente hacen en las vacaciones?

-Mmm no mucho... nada.- me miro.- ¿Tienes algo planeado?

-Tal vez... cuando estaba con él no salia mucho, tal vez esta vez eso pueda cambiar.- le sonreí de nuevo.

-Quizá....- hizo un gesto, algo parecido a una sonrisa entre dientes. 

Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a emanar del cielo.

-Siempre te veo con esa libreta...-señalo mi regazo.

-Siempre te veo con esos audífonos- respondí.

-¿Que es lo que escribes?- pregunto.

-Bueno... un poco de esto y lo otro..- mire al patio, la lluvia se volvía cada vez mas fuerte.

-¿Puedo?

-Eres muy curioso ¿Lo sabias?-lo mire de nuevo.- Esto es... Es algo privado. Te leeré un pequeño poema ¿Esta bien? Cuando me sienta segura podrás ver mi libreta.

El asintió y yo tome aire, abrí la libreta en una pagina al azar y comencé a leer.

 -No olvides... este primer y último gran beso,porque será el más apasionado y sangriento que nuestros gélidos labios deleitarán...No olvides... este excelso y negro cielo,porque será el más bello momento que nuestras lágrimas recordarán...No olvides, estos... mis últimos versos,porque son los reflejos de aquellos sueños que siempre quisimos hacer realidad...

-Es...- lo mire con expectación- bueno.

-¿Solo bueno?- pregunte, el cerro los ojos de nuevo- Bueno creo que viniendo de ti es... Bueno- sonreí nerviosa.

Cuando la lluvia se calmo un poco entramos a mi habitación y nos quedamos hablando ahí durante un buen rato hasta que se fue. No le conté sobre la carta, probablemente no era nada y no quería que supiera sobre eso.

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