Sabia con exactitud que día era hoy, estábamos a dos días de noche buena, y a cinco días de mi cumpleaños. No es como si me importara celebrarlo, había sido inevitable que los recuerdos de mis cumpleaños anteriores inundaran mi mente. Claro esta que las cuentas de esos días era en la tierra y no aquí. Me negaba pasar mas tiempo en esta mansión.
Habían pasado tres días desde que Carla y Shin se habían ido, pero regresaron justo a tiempo cuando yo me encontraba plantada en la puerta de la mansión. Caminaban con un aire de superioridad que no podían ocultar ni siquiera en su propia casa.
-Mira mira quien nos a venido a recibir...-dijo Shin a su hermano con las manos en la nuca sonriendo divertido.- Te ves hermosa hoy Laena- me guiño un ojo y se paro delante de mi.
-Creo que eso es algo inevitable...- murmuro Carla por debajo de la mascada que tenia puesta, plantadose a un lado se su hermano.
-¿Por que nos recibes princesita?- pregunto Shin mirándome.
-Ya no soy de utilidad para ustedes...- dije, la sonrisa que tenia Shin se había borrado y bajo sus brazos dejándolos a sus costados.- Quiero irme, y no se los volveré a repetir.
Carla me miraba serio, odiaba su rostro de piedra que no transmitía ninguna emoción.
-¿Es que ya te hemos aburrido?- pregunto Shin- O es que somo unos malos anfitriones...
-Nunca fui una invitada en esta casa....
-Al menos no al principio...-respondió Shin, Carla suspiro.
-Bien.... tienes razón.- hablo Carla- Te has vuelto una molestia para nosotros, hable contigo anteriormente, pero al parecer no logre que cambiaras de opinión...- se quito el guante de la mano derecha.
-Bien.... creo que te extrañare...- dijo Shin- Era divertido tener a alguien mas en casa que no fuera este odioso- señalo a su hermano. - Pero debes de saber Laena....
-Que no puedes evitar lo inevitable...- completo Carla- Regresaremos pronto a cazar a tu padre... Ahora que estoy curado no hay nada que me lo impida...
- Oh y....-dijo Shin- Te llevaras a un amigüito nuestro...- vi de reojo la sombra de un gran lobo blanco, con los ojos amarillos..
Carla llevo su mano a mi rostro, abrió completamente su palma ante mi cara y lo ultimo que vi fueron los rostros de los hermanos Tsukinami mirándome con una sonrisa maliciosa en sus caras de mármol.
...
Desperté en el mismo lugar donde había estado por ultima vez. La iglesia estaba en penumbras, me dirigí a la ventana donde pude apreciar el cielo nublado, no podría decir que hora era. A pesar de ser diciembre no nevaba, ya que no muy lejos de la ciudad se encontraba la costa, solo caían gruesas gotas de lluvia.
Regrese mi mirada al interior de la iglesia y pude ver al lobo blanco olfateando las bancas.
En el suelo había un pergamino, camine hacia el y lo tome desdoblandolo.
"Toma a nuestro amigo como un regalo, estarás vigilada. Tal vez sepas cuando estemos en marcha.
Sabe cuidarse solo, no lo alimentes, no te molestara sabe mantener la distancia."
-No planeaba hacerlo...-murmure viendo de reojo al lobo quien estaba sentado delante de mi.
"Nos veremos mas pronto de lo que crees Laena...
Pdt: dale un nombre.
Att: Shin
Suspire quemando la carta en mi mano y mire al canino delante mio.
-Como te pondré....- lo miraba fijamente y este a mi de igual manera.- Que te parece... ¿Jacob?
El animal emitió un sonido de desaprovacion.
-Si que eres listo- le sonreí.- Jugaba...te llamaras...- me lo pensé por un rato, busque en mi memoria recordando nombres de hombres lobo... Tal vez algo famoso era muy cliché, rayos por que me lo pensaba tanto.- Tu nombre sera Gavriel, y no me digas nada no soy buena con los nombres pequeña bestia.
El animal estornudo.
-Sera mejor que me vaya, no te quiero cerca de la casa por el momento, simplemente rodea el perímetro protegiéndolo de... de lo que sea.- comencé a caminar a la puerta de madera, Gavriel se quedo en el centro de la iglesia, los lobos del inframundo eran listos así que no tendría por que darle explicaciones...
No me aparecería en la mansión, prefería en ese momento caminar bajo las gotas de la lluvia, no tenia prisa. Caminaba por sendero hacia la mansión Sakamaki, tal vez me sentirían llegar esos malditos. La lluvia me empapaba completamente, no era muy fuerte pero si algo brusca.
Pase por el cementerio familiar, me sentía un poco débil, fatigada.. y como un fantasma. Me detuve un momento delante de cierta lapida un momento para luego seguir con mi camino. Llegue a la entrada de los jardines de las rosas.
Y debía admitir que lo que me encontré al mirar a lo lejos no era lo que yo me esperaba ver como primer plano.
Shu inclino su cabeza hacia Yui y al mismo tiempo bajaba la sombrilla impidiéndome ver que es lo que hacia, pero vi como Yui se ponía de puntitas.
Tome una rosa de la jardinera a mi lado, esta tenia el tallo largo, la incendie en llamas azules y la lance al paraguas, habiendo calculado el lugar donde se encontrarían sus rostros unidos, esta atravesó la sombrilla y escuche como Yui lanzaba un gritito.
Shu bajo lentamente la sombrilla y ambos me miraban, la cara de Yui era un poema, la punta de la rosa le había herido la mejilla, mientras que Shu me miraba serio.
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Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°
FanfictionHace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...