Hace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...
La luna se posaba en lo alto de la bóveda celeste. En la mansión Sakamaki reinaba de nuevo el silencio y la paz que hace dos semanas había sido quebrantado por cierto par de hermanos. El sonido del agua que corría de la fuente era lo único que se podía apreciar, mientras que un joven de cabello castaño se encontraba en las jardineras de las rosas jugando con una manzana, despreocupadamente.
-Tsk...-dijo al mismo tiempo en que dejaba de jugar con la manzana.- ¡Oye cerda! ¡¿Donde mierda te has metido?!- pregunto alzando la voz. En la fuente se podía apreciar su reflejo adornado de pétalos de rosas secas que habían caído a causa de las ventiscas de aire. -En serio, esa cerda...¿Por que no aparece en ningún sitio?
Comenzó a lanzar de nuevo la manzana por los aires.
-Cállate...-dijo una voz adormilada a lo lejos
Yuma miro en la dirección de donde provenía la voz, y pudo notar que en las escaleras de piedra estaba sentado un joven de pelo rubio anaranjado.
-Tu voz... Es una molestia para mis oídos- dijo sin mirarlo.
-Tsk... Vaya, pero si es el señorito- respondió Yuma mirándolo con molestia.- Oye, ¿Donde esta ella?- pregunto, Shu bostezo en respuesta.- ¿Me estas escuchando?
-Cállate-volvió a decir Shu, esta vez lo volteo a ver. - No tengo por que saber en donde esta, ya no necesita niñeros, después del ataque debería saber que no debe de andar sola, pero que se le va a hacer...
-¿A que viene eso?-dijo Yuma- Al menos deberías saber donde esta tu presa, por eso eres un aristócrata. No querrás que ellos vengan y se la lleven como lo hicieron con tu hermana.
Shu lo fulmino con la mirada.
-Si quieres búscala, haz lo que quieras - respondió- Yo voy a dormir, date prisa y lárgate de aquí.
-Agh...esto parece en verdad una perdida de tiempo..-dijo para si mismo Yuma.
Antes de desaparecer le lanzo la manzana que tenia en sus manos a Shu, este la atrapo limpiamente. Miro por un momento la manzana y luego el lugar en donde había estado Yuma.
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A estas alturas, sus dudas estaban despejadas respecto a la verdadera identidad del Mukami, pero Shu no diría nada. Tal vez... Algún día. Esperaba en lo mas hondo de su ser que todo hubiera sido de manera diferente.
Recargado a un lado de la ventana de su estudio, Reiji tenia los ojos puestos en su hermano a lo lejos. Pensando solo dios sabrá que sobre él. Volteo en dirección opuesta, hacia su puerta con los ojos entrecerrados.
-Esta presencia...-susurro- Hay que ver... supongo que es cuestión de acostumbrarse a ellos... parece que no tienen modales...-dijo para si mismo- Tal parece que habrá problemas.
La estadía de los hermanos Mukami comenzaba a ser notoria, algunos de sus hermanos alzaban la voz en determinadas ocasiones peleando unos con otros, eso arruinaba la paz en la casa Sakamaki.
