Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°

Ojos Carmesí

El silencio en la sala comenzaba a tornase algo pesado, nadie decía nada. Todos teníamos los ojos clavados en lugar donde estaba sentada esa persona y la vez esta se encontraba cómodamente sentado con las manos entrelazadas a la expectativa de que alguien hablara. 

-¿Bueno nadie planea decir algo?-hablo mirándonos.

-Pues perdona...-respondió Reiji- Es solo que no estamos acostumbrados a que te muestres tan abierto.-dijo acomodándose las gafas. 

-Oh... esta es la única ocasión en la que me verán de esa forma, y es por eso que creo que deberían aprovechar mi buen humor para que me pregunten lo que sea... se que tienen muchas dudas..-me miro. 

-¿Por que estoy aquí?- pregunto Yui rompiendo el silencio que se había instalado en el lugar, el la miro. 

-Esa es una buena pregunta para comenzar...-miro a mis hermanos y luego a Yui.- Bueno jovencita como sabrás tienes el corazón de cierta difunta esposa mía.. y la sangre que corre por tus venas es de cierta forma demasiado especial para algo que llevaba planeando desde hace tiempo... Haber si adivinas mis hijos te han puesto cierto nombre..

-Eva...-susurro Azusa quien estaba cerca de las escaleras.

-Bingo..-dijo Tougo.

-¿Entonces piensas decirnos que ella es Eva?-pregunte- Oh.. ya entiendo ellos-señale a los Mukami- se dicen a si mismos Adan porque...?- espere a que el contestara.

-Como sabrán el mito de Adan y Eva  se trata de dos mortales, los primeros que poblaron la tierra y dieron vida a la raza que conocemos hoy en día como humanos.. no les da eso una idea?-nadie respondió- Ruki si me haces el favor de decirles a tus hermanos sobre eso-lo miro y Ruki hablo sereno. 

-Nos dijiste que bebiendo la sangre de Eva lograríamos convertirnos en Adán y así dar vida a una nueva raza...-dijo.

-¿Que?- dijo Ayato- ¡Nadie mas beberá de la sangre de lasintetas! ¡¡Es solo mía!!- grito. 

-¿Por que quieres crear una nueva raza?- pregunto Kanato abrazando a Teddy. 

-Bueno tengo la esperanza de que esta raza sea mas fuerte... y sea inmune al virus que acabo con la raza fundadora.-respondió.

-¿Por que preocuparse?-hablo Laito- Esa enfermedad murió con ellos en el castillo donde los encerraste.

Recordé brevemente el lugar que me había mostrado Shin, un colosal castillo en el inframundo, abandonado y lúgubre, y era inevitable no pensar en esas dos personas de la raza fundadora que aun estaban con vida.  

-Bueno nunca esta mal estar prevenido.

-Hay dos fundadores allá afuera...-dijo Shu acostado en el sillón del fondo.- Y que yo recuerde uno de ellos tiene el virus...

Trague saliva.

-No es así...- respondió mi padre y sonrió- Si, hay dos de ellos que lograron escapar... Pero ya no esta enfermo.-me miro.-Laena ¿Quieres decirme que fue lo que paso exactamente mientras estabas con ellos?

Sentí las miradas de todos puestas en mi, cuando regrese no les conté lo que realmente paso en el inframundo y ellos no me preguntaron mas acerca de ello, el caso era que ya al fin estaba aquí, y bien. Mire fijamente a mi padre y conteste sin inmutarme mirándolo a los ojos sin mostrar ninguna expresión.

 -El mayor de ellos dijo que me retenía ahí por que quería que le ayudara a curase del virus.-respondí.

-¿Y como fue que le ayudaste exactamente?- cruzo sus piernas, no dejaba de fijar su mirada en mi. De reojo pude ver como Shu que estaba acostado en el sofá, se sentaba en el para mirarme como los demás.