Laena Sakamaki abrió los ojos lentamente, parecía que habían pasado solo unas horas desde que sus hermanos y los Tsukinami habían matado a su padre.
Estaba acostada en la cama de su habitación las cortinas no dejaban entrar la luz de la mañana de inframundo. Las sabanas olían a lavanda, y todo estaba en silencio, solo algunos pájaros cantando justo fuera de su ventana ya que habían puesto su nido ahí.
Lentamente se sentó y recargo la espalda en la cabecera de la cama, se puso una mano en en la cara, como comprobando que en verdad era ella la que al fin se había despertado. Todo lo que paso antes había sido un sueño.
La infancia soñada con sus hermanos, la relación dulce con su padre... Todo era un terrible sueño. Y se dio cuenta que tal vez su padre la introdujo en ese sueño profundo para darle tan siquiera a su única hija la visión de los que tal vez todos ellos hubieran querido ver...Ó haber vivido.
El sonido de algo calleándose la saco de sus pensamientos y volteo a ver hacia la puerta donde se encontraba de pie Carla. Laena sintió como las lagrimas comenzaron a caer de sus ojos y este se acerco rápidamente hacia ella para abrazarla.
El le acariciaba el cabello con los ojos cerrados y olía su aroma. Al fin estaba despierta.
Ella lo abrazaba fuertemente con ambos brazos, en aquellos sueños él no había aparecido. Pero al fin lo tenia ante ella de carne y hueso.
Pasaron unos minutos antes de que se separaran y se miraran los ojos, él bajo la vista hacia sus labios y sin quitarle la mano del pelo azabache la trajo hacia si para plantarle un profundo y necesitado beso.
Cuando se separaron por falta de aire, comenzaron a hablar.
-Al fin estas despierta...-le dijo Carla colocándole un mechón de cabello detrás de la oreja.
Ella atrapo su mano antes de que la apartara y la puso en su mejilla.
-Al fin lo estoy...- respondió ella sonriendo.
El resto de la tarde todos los hermanos se habían reunido en su habitación, incluso Kou y Yuma bajaron al inframundo para verla.
Estaban felices de que ella ya no siguiera dormitando.
-¡Nunca dudamos en que despertarías!- le dijo Ayato.
-No a pasado gran cosa en tus tres semanas de reposo- continuo Subaru al fondo de la habitación.
-Si, no es gran cosa que Reiji haya sido nombrado Señor de los demonios y rey de los vampiros!- agrego Kino quien estaba sentado en la cama a un lado de su hermana gemela, estos estaban con las manos entrelazadas.
-Si, y que Shu haya ascendido al la carrera política que tenia nuestro padre, jaja creo que no te perdiste de mucho.- Kou le giño un ojo a Laena cuando termino de hablar.
-Bueno, lo de Reiji ya sabíamos que pasaría...- dijo Laena mientras veía a Reiji y luego se volteo para ver a Shu. -Pero de ti me parece una gran sorpresa...
-Bueno... creo que la perspectiva cambia...- dijo el de manera despreocupada.
Todos , se dijo Laena, vestían y hablaban de manera diferente, hasta Yui se mostraba mucho mas segura de si misma cuando abría la boca para decir algo.
-Nuestro pequeño amigüito lobo- hablo Shin- estará contento de verte al fin después de tanto tiempo.
-Por cierto Laena...- dijo Reiji- Despiertas justo a tiempo para el baile de las tres lunas.
El baile de las tres lunas, era un baile que se llevaba a cabo una vez cada dos años en el inframundo ya que en este ocurría un fenómeno estelar donde las tres lunas, que simbolizaban a la triple diosa, se unían en el cielo. Es una símbolo de prosperidad y alegría para los habitantes del inframundo, ya que en este pocas eran las veces en que en ese cielo de muerte ocurría semejante acto.
-Daremos varios anuncios a los demás clanes- continuo Shu.
-Es dentro de tres días- dijo Kanato -y Teddy dice que sera maravilloso e inolvidable en esta ocasión.
-Bueno, para nosotros es la primera vez que estaremos aquí para este evento, así que confió en las palabras de nuestros hermanos. - Hablo Ruki.
-Te veras hermosa...-susurro Carla al oído de Laena.
...
Todos dejaron sola a Laena para que se pudiera cambiar y bajar a la cena que sus hermanos le tenían preparada por su despertar.
Se puso un vestido de seda violeta, y paso por todos y cada uno de los pasillos del castillo, si simplemente se aparecía en el gran comedor no seria muy benéfico para ella ya que no había comido nada en las tres semanas que estuvo en la sala del menester, obviamente.
Miro con detalle cada una de las pinturas que adornaban los pasillos y pensaban en el esfuerzo de los escultores al ver las figuras de piedra y la madera pulida, se detuvo unos cuantos minutos en observar la pintura de su padre, esta se encontraba junto con las demás pinturas de los otros reyes y muy pronto la de Reiji estaría ahí también.
Al llegar al final de uno de los pasillos se encontró con Carla, se había dado cuenta desde que despertó que este tenia el cabello a la altura de los hombros y claro que se veía tremendamente apuesto en ese traje que se puesto para la ocasión.
Este le tendió una mano y ella la tomo con una sonrisa.
Esa noche comería hasta hartarse, y bebería sangre hasta que su cuerpo le pusiera algún impedimento.
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Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°
FanfictionHace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...