Me encontraba en lo que ahora podía llamar mi habitación. Carla me había dejado bastante claro que para que este se curase tenia que beber de mi sangre. Aun no podía asimilar la situación en la que me encontraba, quería matar a Heinz, si yo no cedía prometió matar a mis hermanos, y ademas... ¡Me pidió una unión entre nosotros! Sin contar que cada vez que nos veíamos implantaba pensamientos sobre él en mi mente, soy consiente de ello y en cada ocasión he aprendido a bloquear eso, pero temo que un día no pueda hacerlo más.
No se cuanto tiempo me quede aquí, hice cuentas y al parecer ya había pasado casi dos semanas en el mundo humano. Me preguntaba como estaba Shu y los demás, al parecer Shin y Carla no habían ido a hacerles una visita ya que el segundo me había contado que Yui solo era un especie de capricho.
En estos cuatro días como huésped de la casa Tsukinami, no había tratado de salir de mi habitación, mas por no querer encontrar a los hermanos que por otra cosa. De la nada aparecía en mi mesa de noche una copa y una botella, como si la sangre no fuera mas que un simple deleite embotellado, esa era la manera en la que me alimentaria de ahora en adelante, a través de una copa, como si fuera vino.
Me dirigí al gran ropero en la pared de la habitación, ya que me había dado una merecida ducha tenia que ver si había algo de ropa, ya que con la que había llegado no la encontraba en ninguna parte y había preferido no preguntarle nada a los hermanos. Prefería no hablar con ellos en absoluto, aunque tenia el presentimiento de que ellos vendrían a mi o viceversa tarde o temprano.
Abrí ambas puertas encontrando dentro de este una gran variedad de vestidos en tonos oscuros, pase mi mano entre ellos para verlos, y me decidí por uno gris, muy ligero que dejaba al descubierto los hombros. Me lo puse y después di un vistazo a los zapatos, tome unas balerinas del mismo color. Abrí las puertas de balcón, y salí al exterior, el borde de este era muy bajo, y me senté.
Trataba de mantener mis pensamientos en orden cuanto escuche unos pasos dentro de la habitación. Mire hacia ella.
-Eh hola- saludo Shin recargándose de brazos cruzados en las puertas del balcón.
-Hola- salude mirándolo.- ¿Se te ofrece algo?
-Pensaba en que tal vez tu estadía aquí puede ser menos aburrida si te llevo de paseo.- me sonrió.
-¿De paseo? ¿Me llevaras a dar un paseo? Discúlpame pero no soy uno de tu perros- hice un gesto con la cabeza al patio, ya que después de la platica con Carla me di cuenta de que esos lobos patrullaban toda la gran mansión, lo que tenían de diferente estos a los que nos habían atacado es que estos no los rodeaba esa aura roja, tal vez era por que pertenecían aquí.
-Oh, no quería ofenderte, pero últimamente me había dado cuenta de que nos evitas..-respondió- ademas lo hago para que no te aburras, no es que tengas otra cosa mejor que hacer... y es la primera vez que visitas el inframundo ¿No te da curiosidad?
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Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°
FanfictionHace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...