Sacrificio

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Después de una media hora, decidí bajar a ver a Kanato. Me aparecí al final de las escaleras, pude ver que en el living estaban todos mis hermanos.

-Teddy... Ese maldito medio humano pagara por lo que le hizo a Teddy...- murmuraba Kanato enfrente de la chimenea observando el fuego.

Camine hacia el centro del living.

-Se han llevado a la pequeña zorra de nuevo... Pero que tristeza me da...-decía Laito sentado en el sofá, dirigio su mirada a su trillizo- Tranquilo Kanato, podemos darte otro Teddy...

-¡Nada podrá remplazarlo! ¿¡Es que no lo entiendes!?- grito Kanato, volteando a verlo- Ese desgraciado....- se revolvió el pelo.

-Ahora sera difícil recuperarla de nuevo....-dijo Reiji viendo a Kanato.

-¡Laena!- grito Ayato mirándome.- ¡Tu estabas aquí! Pudiste evitar que Azusa se la llevara.

Antes de que pudiera decir algo en mi defensa, se escucho el aullido de un lobo no muy a lo lejos, y de este le siguieron más.

-¿Pero que?-dijo Ayato volteando alrededor.

No paso mucho tiempo para que se escuchara el reventar de las ventanas.

Desde la noche oscura en el exterior comenzaron a entrar varios lobos, todos  enseñando los colmillos con ferocidad

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Desde la noche oscura en el exterior comenzaron a entrar varios lobos, todos enseñando los colmillos con ferocidad. Vi de reojo como Laito se paraba del sillón y los demás se ponían en guardia. Entraron a la casa un total de once lobos gigantes.

Tres de ellos me rodearon en circulo, solo por un momento cerré los ojos ¿Había llegado el momento? Justo la noche de luna menguante, ninguno de nosotros se sentía bien, o no teníamos la fuerza al 100 por ciento debido a los efectos de la luna.

-¿¡Alguien puede decirme que pasa!?- pregunto Subaru entrando por la puerta, uno de los lobos le salto encima y el lo golpeo mientras otro se le acercaba.

Reiji y Shu no estaban lejos de mi, pero también los rodeaban tres lobos, otros tres de ellos acorralaron a los trillizos.

Pareciera que estaban sincronizados ya que pude ver como saltaban al mismo tiempo. Uno de los que me rodeaban me salto encima.

-¡Laena!- grito Ayato.

Pero era tarde, el lobo que me salto encima me había tirado a suelo, con ambas manos lo tome del hocico evitando que me devorara la cara. Vi de reojo como un pie golpeaba el costado del lobo y este volaba al otro lado de la sala. Reiji me dio una mano para levantarme.

-No te alejes...- se puso delante de mi, viendo el panorama.

Shu y Subaru peleaban contra tres lobos, mientras que los trillizos también lanzaban un par de golpes y maldiciones. Tres feroces lobos se nos acercaron y saltaron hacia nosotros, mi fuego era demasiado débil como para quemarlos por completo. Así que tuve que usar el puño limpio. No era muy mala peleando cuerpo a cuerpo, las clases en la mansión de mi padre habían dado sus frutos. Se escuchaban aullidos y cosas romperse, tela desgarrándose.... No era algo tranquilo de ver, los prominentes colmillos de los extraños lobos eran grandes y amenazantes.

Diabolik Lovers °Con la sangre en los colmillos°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora