Hace siglos Tougo Sakamaki y el Señor de los Demonios sellaron a los primera sangre en su propio castillo dejándolos pudrirse poco a poco a través de los años. Esto, gracias a que eran los únicos (supuestamente sospechosos) de portar y ser el ori...
-Agh!- se quejo Ayato- Tuvimos suerte... El eclipse acabo y ese maldito por fin se largo...
Todos los hermanos estaban reunidos en el living, o lo que quedaba de el. Habían pasado ya varias horas desde la paliza que les dio Shin. Todos lo detuvieron cuando se había acercado a la barrera de Yui, claramente todos resultaron heridos, pero no nada tan grave que les impidiera seguir viviendo.
-Solo falta que este aquí Shu y Laena...-dijo Yui vendando el brazo de Ayato. Los vampiros la dejaron salir una vez que se habían asegurado de que ya no había peligro.
-Tranquila pequeña zorra...- hablo Laito sentado en el suelo- Reiji y Subaru salieron a buscarlos...
-Vaya ¡Todo si que quedo echo mierda!- dijo Kou mirando el lugar destruido.
-Solo espero que no nos hagan limpiar a nosotros...-se quejo Yuma sentado en lo quedaba de un sillón, este miro a Kanato- Eh ¿Ya estas mejor?- pregunto.
-¿Quieres CALLARTE?- ya tenia bastante por una noche, los habían atacado unos lobos, Azusa había destruido a Teddy y para colmo unos extraños se querían llevar a la mascota de la que se alimentaba. Pero claramente Yuma no le preguntaba por sus heridas, si no por su estado emocional, ya que momentos antes, cuando los lobos se habían ido él embistió contra Azusa.
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Como si las heridas por los malditos lobos no hubieran sido suficientes, Ruki y Laito los tuvieron que separar, de alguna manera lo convencieron de que no lo volviera a hacer, ya que ese no era un problema de gran magnitud ¿Acaso sus hermanos no entendían lo que Teddy significaba para el?
-Creo que Reiji y Subaru ya se han demorado mucho...- dijo Ruki.
-Hablando de Reiji...-dijo Laito.- Nos pondrá a recoger todo esto...
Las puertas de la entrada se abrieron, se instalo un silencio en el living, todos tenían la mirada clavada en esa dirección observando con atención quienes eran los que venían entrando. Primero entro Subaru con la mirada gacha y las manos serradas en un puño. De este le siguieron Reiji y Shu, el primero ayudaba a su hermano dejando que pasara un brazo por su cuello para que pudiera caminar, con la otra mano se sostenía el abdomen.
Los recién llegados se dieron cuenta de que sus hermanos habían instalado un enfermería improvisada en el lugar.
-Shu...- dijo en un susurro Yui, no tardo mucho en levantarse e ir en la ayuda de Shu para que se pudiera sentar en lo que quedaba del sillón mas grande. Subaru se quedo parado en medio de todos, y Reiji se sentó a un lado de su hermano mirándolo con atención.
-¿Y Laena?- pregunto Ayato. Todos miraban a Shu esperando cualquier respuesta.
-Él se la llevo...- respondió este con los ojos nublados, nadie dijo nada. Ayato maldijo por lo bajo, se instalo un silencio muy delicado.
-Déjame ayudarte...-susurro muy bajo Yui, no sabia por que, pero un nudo comenzó a formarse en su garganta, todos habían peleado con lo que podían para salvarlas a ambas pero Laena ya no estaba, no sabia para que la querían los fundadores, pero en el fondo rezaba por que estuviera con vida.
