Eamonn.
Mi nombre es Eamonn, he estado en éste pueblo solo unos días y los demás 16 años con algunos meses lo he pasado en la ciudad donde me crié. Y hasta ahora la única manera de escribir mi estancia es diciendo que ha sido rara, en especial por el chico peculiar del paraguas. ¿Y que más puedo decir...? Extraño mi antigua vida.
Rayos que lo hago
Sacudo el paraguas en la entrada bajo el pequeño techo de afuera y luego de eso paso por la puerta principal, al cerrar la puerta noto que no escucho nada, no hay ningún ruido, en resumen, no hay nadie.
Camino por el pasillo y me adentro a mi cuarto, en cuanto entro cierro todas las puertas y me doy una ducha.
Por todos los santos, si que necesitaba una maldita ducha
Al acabar me coloco la toalla alrededor de la cintura, mientras que con la otra me seco la parte superior de mi cuerpo, mientras que con otra aparte hago lo mismo pero con mi cabello.
Limpio el espejo empañado con la mano lo mejor que puedo con el menor esfuerzo y veo mi reflejo borroso, no me veo claro como si hubiera algo que me faltara para estar completo, comienzo a extender mi brazo y...
-¿Hola? – La puerta principal rechina - ¿Eamonn? - me asomo por mi pieza.
-¡Hola! – Trato de quitarle el cerrojo a la puerta sin que se escuche- ¡Estoy aquí! – dejo entre abierta la puerta tal y como le gusta.
-¿De quién es éste paraguas? – me coloco unos pantalones sin ropa interior lo más rápido que logro encontrar unos.
"¡Rayos!"
Escucho pasos que rechinan con el piso de madera, miro por todas partes buscando otra cosa con la que vestirme.
-¿Tienes a alguien en tu cuarto?
¿A quién diablos podría tener aquí?
-¡No! ¡Mamá!
Abre la puerta con fuerza haciéndola devolverse con el impulso y lo hace justo cuando me coloco una sudadera que no esté mojada.
-¿En dónde está?
-¿Quién? Mamá, no hay nadie. Relájate.
-¿Cómo se que no me mientes?- entra en mi baño y escucho como corre la cortina de baño, deja la ventana abierta dejando la suave lluvia de fondo.
"Ser la esposa del pastor de la iglesia cada vez la pone más paranoica, aun más"
-Mamá ¿En serio? – abre las puertas del armario y se coloca de rodillas para ver debajo de la cama.
-Estoy segura de que ya podrías haber conocido a alguna chica para que esté contigo. Pero tienes que recordar que ya no puedes hacer eso, dañarías la imagen de tu padre, de toda la familia.
Nunca lo he hecho ni conociendo a toda la mierda andante, y en serio cree que realmente lo haré en donde no conozco a nadie
Para ese momento del discurso ya estaba buscando alguna salida o excusa servible, pero luego miré la hora en el reloj de la pared y el que tengo en la muñeca para ver si es que coinciden.
-¡Oye! Aquí... Prométeme que no lo harás.
-¿El qué? – estoy algo perdido.
-Que no le harías eso a tu familia, deshonrarla. Promételo.
Por como lo dices, no es como si tuviera una malnacida oportunidad de negarme
-¿N-No lo haré?
"¿Por qué me mira así? Nunca había visto esa mirada tan.... En ella"
-Te traeré un jugo hijo- sonríe y sale de mi cuarto, completamente diferente.
-¿Qué bicho le picó? – me siento en la cama suspirando de alivio.
🌂 - 🌂 - 🌂
Richard.
Quedo mirando el techo de mi cuarto y recuerdo la desconfianza en su mirada, la confusión, me hace estremecer aun cuando es mi mano la que está jugando.
Bajo a mi estómago.
-¿Quién eres? - me pregunto.
"Es la primera vez que veo a éste chico, y aún siendo la primera vez pude sentir ese fuego interno que me recorría y el cual quería que apagaras con el tuyo"
-¿De dónde vienes? - recuerdo sus peculiares rasgos y lo más notorio de todo, aun con su pelo mojado, era su cabello.
Miro la puerta para asegurarme de que puedo continuar con mi tour y veo que está cerrada.
"Como me gustaría... "
Bajo aun más mi mano y llego al borde del short, lo estiro y lo suelto para que choque en contra mí.
La respiración se me acelera entrecortándose cuando tiro la cabeza hacia atrás.
-Ah-h... - meto los dedos y puedo sentir la piel contra piel.
"¿Qué haría si...? "
Tocan mi puerta y me siento en la cama tapándome de inmediato con las sábanas.
-Hola hijo- entra papá en mi cuarto.
-Hola... Papá.
-¿No estás feliz de ver a tu viejo?
-Pues claro que lo estoy- río un poco.
"Esto es incómodo en muchos sentidos, a pesar de ser mi padre, tener los mismos genes y demás es incómodo que te interrumpan en plena diversión, en especial cuando se está por llegar a lo bueno"
Mi erección baja y respiro más normal al tiempo que aprieto los labios.
-¿Te interrumpí?
-¡No, no, no!
-¿En qué chica estabas pensando ahora campeón?
-Y-Yo... Nadie- trago saliva y me tapo hasta la cintura.
Lamento decepcionarte pero en realidad no hay chica con la que me quiera meter, no hay chica a la que quiera besar o acariciar, sino que
-¿No me digas que en Eva?
-¡Papá! ¡No! Es mi amiga.
-Yo pensaba lo mismo de mis amigas a esa edad- se cruza de brazos cambiando su expresión amigable.
-Pero yo no soy como tú eras.
En muchos aspectos estoy agradecido de no serlo
-De eso me doy cuenta Me has decepcionado en muchas en ocasiones.
Me coloco un cojín y aprieto por el interior la funda de este con fuerza.
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La Pausa de un Cariño Incontrolable
RomanceTú y yo. Tú me das un paraguas. Yo lo recibo. Tú te acercas. Yo no me muevo.