30-

11 1 2
                                    

Eamonn.

-¿Acaso no lo notaron durante el segundo tiempo?- preparo mi bolso, manteniéndome de igual modo atento a lo que dicen.

-¿Qué fue lo que viste en el segundo tiempo?

-Cuando entramos después del receso él estaba ahí con una capucha, casi al lado de nosotros y tenía toda la cara llena de moratones y esas cosas.- suavemente se escucha como cierro mi bolso.

-Eso fue solo culpa de él- hago una pequeña pausa, siento como el ácido sube nuevamente por mi garganta- Por ser lo que es, un maldito desviado, porque si fuera como la mayoría nada le habría pasado- los miro a todos a los ojos, la vista se me desvía y el sabor se va- ¡Nos vemos!- me despido saliendo de aquel sitio.

Al salir me apoyo suspirando contra la pared.

-Querido Thomas ¿no te vas a duchar? O ¿Preferirías que te llamara Eamonn?

Aprieto la tira del bolso.

-Preferiría que ni siquiera me llamaras.- comienzo a caminar.

-¿Sabes?- escucho sus pasos detrás de mi- Ahora que lo pienso bien- alargo los pasos- Tu nunca te bañas después de las practicas y todo lo demás-troto- ¡No corras!- me grita, llega a mi altura- Que no corras- veo aun a mucha gente alrededor que puede ver esta escena.

¿Por qué mierda me está siguiendo? ¿Por qué no solo me deja en paz?

Hacía alrededor de veinte minutos que todo lo relacionado con el partido había terminado, pero todavía quedaban unos cuantos desgraciados abandonados dentro del edificio por una supuesta celebración que iban a hacer, lo cual, pienso que será un nido para el desastre.

-¿Por qué será que nunca lo haces? En serio tengo mucha curiosidad- Vamos ya por la calle y sigo sin hablarle, pero este maldito sigue parloteando y lo dejaré hacerlo por ahora- ¿No será que al ver a tantos tipos en cueros se te levanta el mástil?- hace un ruido extraño.

-No todos somos como tu- le respondo al instante y me giro cuando el semáforo cambia.

Está hecho un completo monigote, está lleno de moratones, costras, rasguños y unas marcas en su rostro.

Y toda esta mierda pasó por hacer las cosas de diferente manera, vaya mierda de vida que tengo Así que estas terminan siendo las estúpidas consecuencias de seguir los instintos carnales que nos llevan a pecar y adquirir al mal en nosotros, pero no voy a caer en el mal

-Soy todo un desastre ¿no?- ríe sarcásticamente- Y todo esto- señala su cara- Es gracias a ti.

La luz cambia de color.

-¿En serio vas a seguir echándome la culpa de todo lo malo que te pasa?- miro a los lados por precaución y camino derecho- Es ridículo que digas eso, teniendo en cuenta de que tu cometiste ese desliz y ahora, debes cumplir la pena por tus acciones.

¿Por qué siento que la mierda que dije no solo va para él? Que extraño

Sigo adelante y luego de un rato de completo silencio, sin siquiera voltearme sé que se fue, y cuando miro por un reflejo hacia atrás solo veo caras desconocidas que van en su propio mundo

-Hijo, ¿va a cantar en la misa de mañana?- termino de comer.

-Claro- trago saliva.

-¿Con cual nos sorprenderás esta vez?

-La que sea- mi madre me mira mal- Puedes incluso elegirla- mi padre me sonríe, seguramente pensando que estoy de buen humor solo por complacerlos y ahorrarme una pelea.

La Pausa de un Cariño IncontrolableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora