Eamonn.
Ya había calmado mis nervios, aclarado ciertos puntos en mi cabeza, cuando de la nada se me cortó la respiración y tuve un maldito peso que iba desde mi pecho hacia abajo.
Abro los ojos por el susto y veo que es él el quien está encima de mí.
¿Cómo mierda se cayó de la cama? ¿Acaso no muy grandecito para estos juego?
Me cuesta mantener una respiración fluida, pesa.
-¿Te puedes...? ¿Quitar de encima?
-NNo puedo- suspira- EstoyAtorado.
-Yo aplastado ¿Quién crees- hago una pausa- que está peor? ¡Quítate!
Con el brazo que tengo fuera, gracias al cielo, tomo la almohada y lo golpeo y lo empujo.
Trata de girarse y escucho como patalea y se mueve como puede para quitarse.
-¿Y si llamamos a tu mamá?
-¡Ni se te ocurra!- hablo lo más fuerte que puede- Tu soloRueda.
¿En serio se le ocurre llamar a mi madre y solo tirar patadas? ¡¿Acaso no nota que me está aplastando?!
-De acuerdo- El pecho me duele y mi pulso se acelera cuando comienza a moverse. Cuando se quita de encima los plumones se caen sobre mi cabeza y a los pies, todos revueltos.
Me quito todas las cosas de encima y aprieto los puños al sentarme. Me paso una mano por el abdomen.
-¿Te sientes bien?- trata de tocarme y lo empujo.
-Ya déjame- comienzo a levantarme apoyándome de la cama y del suelo- Y esta vez tu vas a dormir abajo ¿algún problema con ello?
-Ninguno.
Me agacho y recojo las cobijas que le pertenecen e irritado solo me lanzo a la cama, las estiro y me cubro. Cierro los ojos. Mi respiración y mi pulso poco a poco se ralentizan y todo se vuelve gris.
Una oscuridad completa es lo que se vuelve mí alrededor, quitando solamente el color intenso que me cubre. Hay un eco, palabras que se repiten una y otra y otra vez:
-¿Lo haces? ¿Puedes sentirla?
¿De qué rayos habla esta voz espiritual?
-¿Sentir qué?
¿Qué es lo que puedo o debo sentir?
-¿Puedes sentir esa emoción cuando estamos al lado del otro?
¿Al lado de quién? ¿Es que debería sentir ese desasosiego al estar al lado de alguien?
-¿Qué emoción?- el ruido de mi corazón retumba en mis oídos y la luminosidad roja comienza a inquietarme, cierro y abro los ojos.
Vuelve a aparecer la sombra que está a solo unos centímetros, estamos debajo de un paraguas rojo. Una respiración entre cortada sale de mis labios. Da un paso adelante. Nos rozamos e intento retroceder cuando me agarra de la ropa y escucho la lluvia.
-Tú ¿Quién eres?
¿Y además porqué te pareces en mis sueños? ¡¿Es algún tipo de maldito mensaje?!
Creo ver una sonrisa en medio de tu oscura esencia y me hace bajar la mirada.
-¿Quién quieres que sea?
Richard.
-Ya déjame Y esta vez tú vas a dormir abajo ¿algún problema con ello?
-Ninguno.
Es notorio que cualquiera de las opciones me era indiferente, porque de igual modo podré admirarte desde aquí
Atisbo cada movimiento que hace en silencio; es casi como si yo no estuviera con él, todo lo que hace es tan natural y ahora solo soy un testigo invisible en su mundo. Su respiración se ralentiza y me ubico a su lado, inclinándome hacia su rostro que va en dirección
¿Me mirarías con distinto semblante solo esta vez, y serías tu quien se acercara para no tener que dudar?
Percibo su gemido y sonrío cuando en ese momento direcciona su rostro hacia mí. Y me aproximo lo suficiente como para que ambos tengamos la oportunidad de sentir las respiraciones del otro.
¿Puedes quedarte conmigo? Aunque sea de esta manera, solo mantenme contigo
-Que no daría yo- Fricciono con suavidad mis dedos contra sus labios, de un lado a otro, no parece reaccionar- Por solo poder estar contigo- bajo la mirada, apartando mi mano, deteniéndome hasta el inicio de las cobijas que lo cubren y la ropa que trae puesta- De cualquier forma existente- murmuro subiendo la mirada, deteniéndome en la inclinación de su cabeza y el suave detalle en el contorno de sus labios, en el color de su cabello que casi parece fusionarse y fijándome el maravilloso que queda con él mismo, aun cuando está todo revoltoso y ese peculiar olor tan oriundo de sí
Debo admitir que te necesito
Arruga su pacifica expresión y vuelvo a mantener distancia.
Con prudencia comienzo a organizar lo cobertores que se encuentran en un revoltijo a mis pies y bajo mi peso. Los doblo y los dejo a un lado.
Veo el reloj que hay sobre la mesa de noche y me estiro.
Tomo asiento en el suelo y ejercito un poco.
Y mi respiración irregular es lo que mantiene el sonido por todo el sitio cuando acabo.
Retraigo las piernas contra mi pecho y mantengo la cabeza en medio de estas y momentos después escucho murmullos. Me levanto aproximándome a la cama. Me inclino y estoy prácticamente sobre él cuando entiendo lo que parece ser una frase que repite sucesivamente en medio del sueño.
-Tú- intenta girarse pero parece arrepentirse- ¿Quién eres?- dice en medio de un suspiro, es lo que entiendo. Se ve algo inquieto.
-Con quien estarás hablando- estoy a un lado de la cama, casi vigilándolo.
No sé a quién te referirás, pero Eamonn debo pregunto ¿Quién eres tú?
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La Pausa de un Cariño Incontrolable
RomanceTú y yo. Tú me das un paraguas. Yo lo recibo. Tú te acercas. Yo no me muevo.