Eamonn.
-Estoy-segura-de-que-va-a-llover – miro a mi lado a Eva la entrometida que me devuelve la mirada. Doy un lado para dejar pasar a un profesor, y como beneficio extra, alejarme más de ella. Pero cuando lo hago, me sigue.
¿Por qué esta tiene cada día más pinta de garrapata? Es linda, pasable, pero con esa mierda de actitud tan desesperante
Cierro mínimamente los ojos con sospecha y luego los vuelvo a abrir, mirando a otro lado, camino a una banca cambiando la perspectiva, manteniendo la esperanza de poder quedarme solo y lo logro, hasta que vuelve con lo mismo, se sienta en la orilla de esta, por lo menos.
-SíParece que fuera a llover- confirmo su anterior comentario, se ve más animada donde le hablo.
-¿Y trajiste algún paraguas?- alza las cejas.
-Sí- respondo cortante.
Es incluso el mismo condenado paraguas que dedujo, me dieron, prestaron o lo que sea, el punto en concreto es que yo lo tengo, bajo mi autoría
-Pues que agradable coincidencia, yo tambiénAhora tenemos algo en común.
-¿Qué coincidencia?- pregunto con un oculto tono de burla.
-¿Acaso no me estás prestando atención?- suena ofendida, con un gran sobreactuado- Me refiero a que ambos trajimos paraguas.
Asiento inconscientemente ante su asombrosamente estúpida forma de entrar en conversación mientras admiro a todos los demás grupos formados en distintas zonas, casi especificadas, del patio. No los envidio se supone que debo decir con franqueza, pero estaría mintiendo, porque en parte lo hago, y es solo por el hecho de que no la tienen a ella correteando detrás por donde sea que vayan.
No sabes cuánto deseo que te largues ahora mismo
-¿Me disculpas? Tengo que ir al baño
¡Gracias Dios Santísimo! Te daré infinita devoción si puedes repetir eso hasta que deje de sentir su sola existencia
Suelto todo el aire de una con gran gratitud en cuanto veo que se va.
-Hola- miro hacia atrás y hay un chico que no conozco.
-¿Hola?- me giro para el lado contrario, esta vez con todo el cuerpo, para evitar lesiones.
-Me llamo Andrew- Estrechamos las manos y yo retraigo la mía de inmediato.
¿Soy solo yo o este chico en medio del apretón me quiso hacer un cariño con el pulgar? Ese tipo es extraño
Apoyo uno de mis brazos en la cima del respaldo, me repongo luego del muy extraño momento.
-¿Puedo?- apunta un espacio vacío de la banca y asiento lentamente y dudoso a la vez; Ya que, en realidad llevo alrededor de dos semanas viniendo, cinco días a la semana a esta cosa, y esta es, literalmente la primera vez que veo a este chico que, por cierto, me da mucha sospecha.
Bueno, supongo que todos somos hijos del Señor ¿no?
Inclino la cabeza a un lado cuando noto que ha estado mirándome mucho tiempo.
-Oh, lo siento, es que tenía la cabeza en las nubes- asiento de nuevo- Y otra cosa ¿Cómo te llamas?
-Eamonn.- suelto.
¿A qué se deberá está presentación y conversación tan repentina?
Miro a la garrapata que se acerca, yo la veo de frente y el tal Andrew le da la espalda.
Richard.
En el en medio de las escaleras es el sitio donde me quedo durante el resto del recreo, en silencio.
Juego con mis manos, y lo demás me lo paso mirando y escuchando todo lo que sucede, se hace un eco ensordecedor entre las murallas. No corre nada más que una, casi imperceptible y casi tibia, brisa.
-Todavía sigues así - coloca sus manos en las caderas - ¿Me vas a decir que es lo que te sucede?
-No me pasa nada, Eva- apoyo la cabeza contra el barandal que está a la altura más baja. Trago saliva, noto como se sienta a mi lado y me toca el hombro, sintiendo compasión.
-Sabes que puedes decirme lo que sea ¿no?- inclina la cabeza, dándole un toque a la conversación.
-Sí, sé que puedo hacerlo, pero lamento decirte que no puedo inventar información falsa para complacer tus chismes en este momento-
-¿Qué es lo que te sucede?
-Nada- corro el labio a un lado- nada
Me levanto.
-¿Pretendes dejarme aquí sola?
-Deja de entrometerte en todo- digo entre dientes- Amiga.
Me volteo y voy a otro sitio.
Ahora ya no sé que está pasando ni por mi cabeza, todo es un completo torbellino de emociones y, a la vez a un vacío sin fondo en la que me ahogo y no puedo salir ahora, no puedo respirar, quiero salir, quiero vivir, quiero sentir, deseo distinguir todos los colores cuando emerja
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La Pausa de un Cariño Incontrolable
RomansaTú y yo. Tú me das un paraguas. Yo lo recibo. Tú te acercas. Yo no me muevo.