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Eamonn.

Al parecer soy el único condenado que lo ha estado pasando mal este tiempo

Y ahora es cuando todas las benditas pistas se alineanMamá aún sigue siendo lo bastante joven y desde hace un tiempo quiere tener una niña. Es raro tener en consideración un tema como este en medio de una cena, pero ¿Cuándo es buen tema hablar de la hija que quieren adoptar, para ser buenas personas y darle una oportunidad a alguien que no ha tenido las mismas que el resto, en lugar de darle un espectáculo de gozo al señor y esperar tanto tiempo? Siendo este un dilema con todas las letras existentes, supe de inmediato que había pasado esa idea por su mente y estaba entusiasmada por ello ¿por qué? Su genio, es muy transparente, supongo que casi al mismo rango en que lo soy yo.

-Pueden comenzar, yo me lavaré las manos y vuelvo.

Puedo decir que hasta mi padre está de tan buen humor que ni ha notado al extraño invitado

-La comida está deliciosa Señora.

¿¡Por qué!? ¿Por qué tenias que caer tan rápido? Y ahora por la estupidez ya perdimos la invitado

Los ojos se me abren solos por la sorpresa y lo miro con enojo, el me devuelve la mirada con burla sin entender.

Dejo el tenedor en la orilla del plato y me estiro para sacar una servilleta. Hay tanto silencio que hasta me da miedo la situación, y no solo aquí dentro, sino que también no se escucha nada del exterior, así que ya no tengo la oportunidad de lanzar una mala palabra, maldición sin que me escuchen o confundan las voces.

Al menos probemos si es que este chico entiende las señales

Niego con la cabeza mientras miro a mi madre. Me ve fijamente y sinceramente no sé que mierda es lo que le pasa la por la mente. Arrugo la servilleta en mi mano y la dejo a un lado, volteo a ver a mi mamá que agranda su sonrisa cuando observa como papá se sienta a su lado.

Termino volviendo a mi comida tiempo después, despreocupándome de la reacción de mi madre ante el elogio del invitado sentado a mi lado.

No existe la menor duda de que todos ya son unos malditos dementes sin sentido

-Muchas gracias madre, todo estaba exquisito- le doy un beso en la cabeza luego de levantarme, después acelero el paso a mi pieza para que no me dé la orden de lavar los platos.

-Hijo- me detengo en medio del pasillo, sintiendo la derrota total tal y como Goliat enfrentándose a David- Puedes ir a tu cuarto y si necesitan algo solo díganme, sin pena- mira a mi padre que asiente. Se levanta y yo vuelvo a seguir mi camino a mi cielo personal.

Me detengo un momento antes de tomar el pomo de la puerta y me devuelvo.

-Oye, en cuanto a mi lista de pecados- trato de morderme fuerte la lengua antes de seguir diciendo más estupideces, que solo me meterán en un lío.

¡¿Por qué no pude detener ese maldito impulso?!

-Hijo, ven aquí- me siento en el mismo lugar donde estaba hace menos de un minuto y lo miro atento-Te contaré un secreto- junto las mesas bajo la mesa y espero inquieto a que siga- Si se vuelve a repetir el momento en el que no estés seguro de que lo quieres contar

Sí que me conoces padre, maldición que me conoces bien

-Es que simplemente juntar todo lo malo que hiciste y dejarlo ir, perdonándote. Ya que la única razón, aunque no lo creas, de que la mayoría de las personas vengan a mí, a confesarse, es que ellos mismos no tienen la voluntad para perdonarse por sus acciones, y por eso tienen que esperar que alguien lo haga por ellos para que puedan continuar con sus vidas.

>>Además de que como sabes yo soy un pastor, cuido a mis ovejas, las guío y trato de hablarles con la mayor claridad en un lugar sagrado, pero la verdad es que el lugar sagrado donde les cuento la verdad es solo otro sitio, solo que más decorado y con mayor iluminación que la propia casa, y eso se debe a que la gente necesita un espacio donde establecerse sin darse cuenta de que realmente nada de eso es necesario, nada de ese sentimiento terrenal sirve para curar sus incertidumbres, porque el Señor esta por todas partes, el espíritu santo en el aire y el Señor Jesucristo viviendo dentro de nosotros. Así que solo perdónate y él lo sabrá

Richard.

Me fui al cuarto de Eamonn, antes de que todos hubiesen terminado, y me encerré en su baño. Tenía algo que hacer con desesperación. Y dejé todo en orden antes de salir de este. Su baño.

-Al parecer te gustó la cena- me giro y cierro la puerta detrás de mí con rapidez y lo miro mientras camino hacia su cama- ¿Escondes algo?

Creo ver una fugaz sonrisa cuando inclina la cabeza a un lado.

-¿O no será que estás asustado porque pueda descubrir la novatada que me hiciste antes de tener la cámara lista?- se sienta en la esquina.

¿Todavía sigues desconfiando aún después de lo que hemos pasado?... Bueno, supongo que de igual modo es comprensible

-Creo que tienes un pequeño complejo con ser el novato y creer que en verdad todos van a hacerte algo- Asiente mirándome con obviedad- Bien- me acerco y él no se mueve- Pues para que te vayas enterando, esas cosas no las hacemos aquí- lo pienso un momento- O al menos yo no soy de los que lo hacen, así que por favor, no seas tan distante conmigo ¿de acuerdo?

Solo confía en mí, déjate caer en mis brazos sin mirar y verás que soy el indicado en quien depositarte con ligereza

-¿Y cómo sé que esta no es una técnica para que baje la guardia? Repito, no te conozco como para saber si me estás mintiendo o no.

-Bien, tienes que detenerte. No puedes ser tan desconfiado- Lo detengo antes de que hable, lo dejo con la boca abiertaQue ilusión- Sé que eres el más nuevo y que estás paranoico, pero nadie es tan desgraciado como para tener el descaro de venir a tu casa- recalco las últimas tres palabras- solo para hacerte una broma, de todos modos, no has hecho nada malo.

Tal no sea una broma, pero no tienes idea de poder tener el suficiente descaro como para hacerte algo más sin que te alejes

-Como digas, pero aún así tengo una pregunta

-¿De casualidad será el porqué te pedí que me acogieras esta noche?- asiente y contemplo como poco a poco, con indecisión y dulzura va mordiéndose el labio inferior, lo deja ir y me vigila con atención.

Mi corazón se acelera.

Trago saliva.

Lo miro a los ojos, todo alrededor se mantiene en completo silencio.

¿Qué será lo que estoy a punto de hacer?

-Mírame.

La Pausa de un Cariño IncontrolableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora