Eamonn.
-¡Mamá, ya llegamos!- grito y me giro de inmediato guardando las llaves en el bolsillo, aprieto los labios- Te aconsejo que te quites los zapatos antes de entrar- ¿Cómo le explico exactamente la situación?- Es que le gusta su piso limpio.
-Bueno, es su casa, son sus reglas- levanta las manos y se agacha.
El mismo estúpido refrán que me decía casi todos los días, con las bendita diferencia que está dicha con menos ira y yo no tengo miedo de que me golpee
Dejo mis zapatos al lado del marco de la puerta y él hace lo mismo.
-¡Hola hijo mío!- me saluda mamá dándome un gran abrazo que junta con una gigante sonrisa.
¿Qué mierda le sucede? Cada vez está más extraña
-HolaMamá- se queda de pie con las manos en la cadera esperando algo.
¡Reacciona!
-¡Ah, claro! Él es- le indico que diga su nombre.
¿Al menos recuerdo su nombre? Debo de ser una persona en extremo bondadosa para dejar que un chico se aloje en mi casa sin siquiera saber su nombre ¿Alguna vez lo he escuchado? Seguramente ¿Nos conocemos lo suficiente? Ni en broma ¿Cuándo fue la primera vez que realmente nos vimos? Se me hace tan conocido
-Richard, mi nombre es Richard Ellys, es un gusto conocerla- estira su mano y la estrecha con la de mi madre.
Así que Richard
Asiento lentamente y lo miro cuando mi madre se va alistar las cosas para la cena. Ella seguramente está emocionada porque por fin ve a un chico conmigo, a uno que traigo a la casa y básicamente lo presento como mi amigo.
-Te llevo a mi cuarto para que dejes tu cosas por mientras- camino y llego casi trotando a mi cuarto. Y supongo que me sigue el ritmo, lo cual compruebo cuando pasa a través del marco segundos después y me ve esperándolo sentado en la cama. Me levanto- Puedes dejarlo- miro todo el espacio disponible- Donde sea.
-Te lo agradezco, en serio.
-Agradéceme luego de comer
Maldición, probablemente le dé un ataque, ya que aunque mi queridísima progenitora tenga problemas, hay que admitir que tiene unas manos benditas cuando de la cocina se trata
-De acuerdoEamonn
Creo que es la primera vez en este tiempo que lo escucho decir mi nombre, es extraño
-Puedes ponerte cómodo, como si estuvieras en tu casa
Richard
Se sienta sobre una alfombra, en el suelo, luego la mira detenidamente y termina recostándose en esta. Me mira desde el suelo y le devuelvo la mirada.
¿En qué demonios estará pensando?
Arrimo mis pies descalzos sobre la cama y me siento sobre esta, coloco los codos sobre mis piernas, mis puños cerrados sostienen mi cara.
Todo está en silencio hasta que toma una respiración ruidosa, lo miro.
-¿Qué es lo que más te gusta de vivir?
Richard.
-Te llevo a mi cuarto para que dejes tu cosas por mientras- camina apresurado y yo lo sigo varios pasos por detrás viendo cómo va contoneando su cuerpo sin notarlo probablemente, dejándome distinguir las líneas de tu cuerpo a través de la ropa, dándome una imagen mental de que es lo que guardas.
Entro en su cuarto.
- Puedes dejarlo- mira en todas las direcciones posibles - Donde sea.
-Te lo agradezco, en serio.
-Agradéceme luego de comer.
Inspecciono su habitación para averiguar algo de él, pero en realidad no hay ninguna pista, no tiene ningún póster pegado, ni un diseño impresionante o algo que tenga diferencia alguna de un cuarto de un adulto, excepto él mismo, aunque mantiene un aspecto serio creo ver una pequeña abertura de algo, una chispa tal vez.
-De acuerdoEamonn
Me encantó poder decir tu nombre con tanta soltura, sin que sonara raro o fuera de lugar
-Puedes ponerte cómodo, como si estuvieras en tu casa
Lamento decepcionarte pero no podré estar tan cómodo como desearía
Me siento sobre una alfombra en el piso y recuerdo sus palabras, así que me tomo la libertad de recostarme sobre ésta.
Lo miro a los ojos y me devuelve el gesto, creo sentir una explosión en mi pecho.
Se ve tan bien Siendo él de esa manera es tan deseable viéndose tan inocente, dándome casi la oportunidad de explorar este terreno virgen ante mis ojos.
¿Qué me responderías si te lo preguntara?
-¿Qué es lo que más te gusta de vivir?
Abre la boca para la responder y se queda pegado.
Nos interrumpen.
Tocan la puerta y su madre se asoma un momento y me siento apresurado.
-Eamonn, vamos, vengan a comer, la cena ya está servida- y se va caminando aceleradamente.
-TeTenemos que ir o volverá y eso no nos gustará- me advierte.
Es adorable cuando no quiere hacer que su madre se moleste Ojalá yo pudiera tener las mismas opciones
Ambos nos ponemos de pie y vamos, yo me quedo de pie frente a la mesa donde hay muchos platos llenados con comida casera.
¿Ya estoy muerto y volví a renacer en el tiempo en que esto no era solo un sueño?
-Vamos hijo, siéntese- me ofrece el asiento que está junto a él.
¿Hijo? ¿Comida casera? Podría colocarme a llorar en este mismo momento y dejar que me llamará así delante de quien sea con tal de tener esto delante de mi
Al levantar la silla para echarla hacia atrás trato de hacer el menor ruido posible, y justamente cuando me estoy a punto de sentarme la puerta de la entrada se abre.
Y ahora que me coloca a analizar las cosas, el hecho de que su padre sea pastor, lo lleva a ser estricto, dominante para que todos los miembros de la familia se mantengan alejados de los problemas, como un buen macho que protege a la manada, sin preocuparle lo que les importa o lo que piensan, él solo los protege como buen jefe.
¿Me estaré apresurando?
Deja sus cosas sobre un mueble, y camina hacia nosotros con la barbilla en alto y demostrando un gran orgullo.
Así que esto es de tal padre, tal hijo
Va directamente hacia su mujer y le da un beso en la frente mientras ella la acaricia el brazo con en que la cubre. Es un gesto puro que me hace emocionarme un poco, lo admito, es tierno que lo hagan ahora, aunque de seguro es siempre lo mismo, teniendo en cuenta de que son unos grandes amantes de la religión y, este siendo como un ejemplo a seguir, se dejan ver rectos, sin faltas de respeto, seguramente siendo unos compañeros.
El hombre se sienta en la cabecera de la mesa. De reojo miro a su hijo, a su muy bien bendecido hijo, en todos los sentidos seguramente, que creo ver algo perturbado, o tal vez, sino estoy mal está ¿impresionado?
¿Acabas de ver al espíritu santo y estaba muy fuerte la luz divina o qué?
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La Pausa de un Cariño Incontrolable
RomanceTú y yo. Tú me das un paraguas. Yo lo recibo. Tú te acercas. Yo no me muevo.