CAPITULO 6

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-ZABDIEL! Gritó Christopher llamando a la puerta de la casa de este desesperadamente. ZABDIEL!

-Oye! Dijo alguien tras él. Se puede saber que es lo que estás haciendo?
(Rápidamente Christopher se dió la vuelta y se encontró con uno de los vecinos de Zabdiel)
-Emm, nada. Dijo mostrando una falsa sonrisa.
-Pues no lo parece. Dijo el tipo cruzándose de brazos. Por cierto, cuando esa familia de locos te habrán la puerta, les dices que dejen de armar tanto escándalo, sus gritos y golpes han despertado a mis hijos.
(El corazón de Christopher le dió un vuelvo al pecho al escuchar lo que aquel tipo acababa de decir)
Nada mas terminar de hablar, el tipo se dió media vuelta y regresó a su casa dejando a Christopher parado enfrente de la casa y con el corazón a mil por hora.

Temblando de los nervios, rápidamente corrió hacía una de las ventanas y con una piedra que había en la calle reventó el cristal de la cocina haciendo que pequeños trozos de cristal salieran volando en todas las direcciones.
Sin importarle si alguien le veía o no, metió la mano por el agujero que había echo en el cristal y abrió la ventana.

Una vez dentro de la casa, corrió escaleras arriba en dirección a la habitación de su amado.
Al entrar, vió algo que le dejó helado: toda la habitación estaba patas arriba; la cama estaba destrozada, habían trozos de cristales rotos por el suelo, ropa rasgada tirada por la cama, la lámpara rota en el suelo. Pero lo que mas le impactó, fue ver un gran charco de sangre en mitad de la habitación.

-No... Dijo llevándose las manos a la boca.
Con lágrimas comenzando a caerle de los ojos, corrió escaleras abajo y fue directo al salón donde se encontró el teléfono de Zabdiel tirado en el suelo, roto.
Con piernas temblorosas, recogió el teléfono del suelo y caminó hacía el sofá. Una vez allí, se sentó en el borde de este y se llevó las manos a la cabeza comenzando a sollozar.
-Zabdiel... Susurró mientras se sorbía los mocos. Lo siento mucho.

Llorando desconsoladamente, sacó su teléfono del bolsillo y marcó a la primera persona que se le vino a la mente.

-Halo? Dijo una voz al otro lado de la línea.
-Erick...
-Christopher! Al fin me llamas, que tal estas?
-Mal. Dijo este aguantando el llanto. Erick, necesito tu ayuda.
-Claro! Que ocurre?
-Necesito que vengas a Puerto rico, es urgente.
-Puerto rico? Que haces allí? Espera! Estas con Zabdiel?!
-Erick! Dijo Christopher callando a su amigo. No preguntes, solo ven.
-De acuerdo. Dijo este dando un suspiro. Ahora mismo voy a reservar un vuelo, cogeré el primero que salga hacía allá.
-Muchas gracias amigo, te quiero.

Nada mas colgar, Christopher no pudo aguantar mas y estalló en llanto.

Sintiendo a lo que le decía su corazón, se levantó lentamente del sofá y caminó de nuevo hacía el dormitorio de Zabdiel.
Una vez allí, se sentó en su destrozada cama y revisó con la mirada toda la habitación.
Pasó la mirada por todos los objetos que estaban tirados en el suelo, hasta que de pronto, un cuadro roto llamó su atención haciendo que el Ecuatoriano se levantará de la cama y caminará rápidamente hacía él.
Al cogerlo, vió que se trataba de una fotografía de los cinco chicos nada mas ganar el reality show llamado "La Banda".

El primer momento de CNCO.

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