CAPITULO 26

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El suave sonido de las manecillas del reloj moviéndose hizo que Christopher abriera un poco los ojos.

Había estado toda la noche dando vueltas, intentando averiguar el porque de todas las cosas malas que les estaban pasando.
Primero ocurrió lo de la muñeca; esa maldita muñeca que no hizo nada mas que traerles sufrimiento y muertes, la misma que hizo que Erick casí se volviera loco y acabase con las vidas de sus amigos. Pero... Pero la muñeca jamás hubiese entrado en sus vidas si no hubiese sido por Renato, él fue realmente el que inició todo esto, juntó a su viejo amigo Hugo. Él y su padre, Alonso, consiguieron hacer la vida de los chicos un auténtico infierno. Luego estaban Ricky y Juan; dos de las personas en las que mas confiaban acabaron siendo unos sucios traidores asesinos que acabron con las vidas de los padres de Zabdiel y Erick.
Habían sido tantas personas las que les habían fallado... Que ya no sabían realmente en quien confiar. Y ahora estaban en un punto sin retorno, escondidos en una isla que está apartada del mundo y con uno de ellos desaparecido. La vida no era muy justa con ellos que digamos, el único fallo que tuvieron en todo esto fue abrir una maldita caja.

Suspirando, Christopher se levantó lentamente de la cama y fué a la cocina a por un baso de agua.
-Genial. Dijó abriendo la nevera. No queda agua fría.
-Está en el congelador.
Sorprendido, Christopher se dió la vuelta y se encontró a Erick sentado en el sofa, con una botella de vino en las manos.
-Que haces con eso?
-Beber. Dijó mirando la botella. Es lo único que me hace olvidar todo lo que nos está pasando, me hace sentir bien.
(Enfadado, Christopher se acercó al menor y le arrebató la botella de las manos)
-No deberías beber, no estás acostumbrado.
-Me da igual. Dijó este volviendo a agarrar la botella. Ya nada me importa.
-Pues a mi si! Dijó Christopher arrebatándole de nuevo la botella. Me importas tú y tu salud, y no voy a dejar que por culpa de una mala racha jodas toda tu vida.

De pronto, sorprendiendo a Christopher, Erick comenzó a llorar desconsoladamente.
-Hey! Dijó Christopher sentándose a su lado. Que ocurre?
-Tengo miedo... Sollozó el menor. Miedo a que Joel no vuelva.
-Va a volver. Dijó Christopher acariciándole el cabello. Estoy seguro.
-Pe-pero.. Y si le ha pasado algo? Y si le han secuestrado?
-Erick. Dijó Christopher mirándole a los ojos. A Joel no le ha secuestrado nadie, de acuerdo? Seguro que está bien, con Johandri.
-Eso no me ayuda.
-Ya, lo siento.

-Chicos. Dijó Zabdiel entrando en el salón. Habéis visto a Richard?
(Al ver a sus dos amigos tumbados en el sofá, se detuvo al instante)
-Oh, vaya. Interrumpo algo?
-No! Dijeron los dos a la vez.
-Y... Esa botella de vino?
-Erick. Dijó Christopher rápidamente. Ha intentado emborracharse.
(El menor le miró de mala gana)
-No intentaba emborracharme, solo intentaba despejar mi mente.
-Bebiendo?
-Si! Bebiendo.
-Vale, vale, vale. Dijó Zabdiel rodando los ojos. Me habéis convencido.
-Por cierto. Dijó Christopher. Que es lo que estabas diciendo de Richard?
-Ah, si! Os estaba preguntando si le habíais visto; no está en su dormitorio.
(Christopher y Erick le miraron extrañados)
-No está en la cama?
-No. Dijó Zabdiel. Y por lo que veo, tampoco le habéis visto vosotros.

Rápidamente, Christopher agarró su teléfono y marcó el número de Richard.

"El teléfono al que está llamando no se encuentra disponible, por favor, inténtelo más tarde"

-Mierda! Dijó lanzando el teléfono al suelo. Lo tiene apagado.
(Erick le miró preocupado)
-Debemos preocuparnos?
-No lo sé. Dijó este resoplando. No es típico de Richard irse sin decirnos nada, debe de haberle pasado algo.
-Muy bien. Dijó Zabdiel caminando hacía la puerta. Esto ya me está enfadando.
(Rápidamente sus dos amigos se levantaron del sofá y fueron hacía él)
-A donde vas?
-A buscarle.

Corre,escapa,huye [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora