Con un largo suspiro, Zabdiel se dejó caer sobre la cama del hotel en el que se habían alojado en las afueras de Francia. Tantas horas de carretera le habían dejado exhausto, al igual que a sus dos amigos.
Con cansancio, cerró los ojos e intento dormir un poco. Pero nada mas hacerlo, dos rostros aparecieron en su mente; uno de ellos era el de su difunta madre, sonriente como siempre. El otro era el de su padre, mostrándole una agradable sonrisa, de esas que le daba cuando Zabdiel se sentía mal o estaba triste, de esas que tan solo con la mirada te decían "tranquilo hijo, todo esta bien".
Una pequeña y fría lágrima comenzó a resbalar por la mejilla de Zabdiel.
Echaba de menos a sus padres. Necesitaba tenerlos cerca, poder llamarles a cada momento para pedirles consejo o mismamente para decirles los buenos días. Los añoraba tanto... Que incluso habeces se le olvidaban de que estaban muertos....
Mientras Zabdiel descansaba en la cama, Christopher y Joel salieron a la terraza del hotel a tomar algo de aire fresco.
Desde el lugar en donde se encontraban, se podía ver todo "Castelnou" (Que era el nombre del pueblo en el que se encontraban en ese momento)
-Que lugar tan bonito. Dijó Joel mirando a su alrededor fascinado.
A su alrededor todo eran arboles y naturaleza; parecía ser uno de esos pueblos en los que todo el mundo eran amables y buenas personas.
-Si. Dijó Christopher mostrando una pequeña sonrisa. Sé de dos personas a las que les hubiese encantado estar aquí con nosotros, disfrutando de estas maravillosas vistas.
(Joel asintió tristemente con la cabeza)
-Cuando crees que podremos volver a por Richard? No me siento bien habiéndole dejado allí con Alonso y sus hombres.
-No lo sé. Dijó Christopher negando con la cabeza. Supongo que debemos esperar un poco a que las cosas se calmen, ahora mismo deben de estar buscándonos por todas partes.Aguantando las lágrimas, Joel se apoyó contra pared que tenía detrás y soltó un ligero suspiro.
-Chris, que crees que habremos echo tan malo en esta vida para merecernos todo esto?
-La vida es asi. Dijó Christopher colocándose a su lado y pasando la mano por su hombro. Habeces las cosas pasan por algún motivo, sin causa alguna. Una vez una persona muy sabía me dijo que no importa lo mal o bien que estén las cosas; en algún momento ellas volverán al estado intermedio, a su verdadero estado.
-Tu crees? Dijó Joel secándose las lágrimas. Crees que las cosas volverán a estar como lo estaban antes?
-No lo sé. Solo espero que todo esto acabe pronto, y sin ningún muerto mas.Mostrando una pequeña sonrisa, Joel abrazó a su amigo y se quedó tumbado sobre sus brazos.
-Gracias, necesitaba hablar con alguien.
Sonriendo, Christopher posó la mano sobre el cabello de Joel y comenzó a hacerle caricias.
-Tu duerme pequeño, yo cuidaré de ti.☆☆☆
Los días en el hospital se hicieron eternos para Erick; hasta tal punto que incluso llegó a hacerse amigo de la enfermera que le traía la comida cada día. Esta era una mujer joven, de unos treinta años aproximadamente, tenía el cabello rubio y unos ojos grandes y marrones.
Para Erick esta chica era uno de los únicos entretenimientos que tenía dentro de aquella cárcel con paredes de pladur.
Luego también estaba su enfermero personal, Jose Luis. Este hombre si que era un misterio para Erick; cada día, nada mas terminar su rehabilitación, le llevaba al parque privado que tenía el hospital y allí se pasaban las horas, contándose entre ellos todo tipo de historias.
Se podría decir que Jose Luis se conocía la historia de los chicos, de PE a Pa.En ese momento el menor se encontraba tumbado tranquilamente en su cama, pensando en, como cada noche, sus amigos.
Él no era muy de rezar, pero desde que había llegado al hospital no había dejado de hacerlo. Era su manera de ayudar a sus amigos, aunque tan solo fueran con unas cuentas palabras desde kilómetros de distancia.
-Señor. Dijó mirando tristemente por la ventana. Sé que estas harto de escucharme suplicar cada noche, pero necesitó hacerlo; necesito pedirte una vez mas que mantengas a mis amigos a salvo, lejos de las manos de los hombres malos como Alonso Cabrera. Ya han pasado cinco días desde que estoy aquí encerrado, y todas las noches rezo por lo mismo. Por favor, cuide de mis amigos por mi.
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Corre,escapa,huye [Cnco]
FanfictionSegunda temporada de "Do Not Open" Después de que Renato y Hugo se marcharán de sus vidas, los cinco amigos piensan que todo a acabado, que a partir de ahora vivirán en paz y armonía. Pero están equivocados, nada a cambiado. Si as leído la novela...