CAPITULO 40

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El sonido de una puerta cerrándose hizo que los tres chicos cerraran los ojos con fuerza, rezando por no ser encontrados.
Habían escuchado como todos los autos se detenían a tan solo unos metros de ellos, en mitad de la carretera.

Con el corazón a mil por hora, Joel miró a sus dos amigos. Estos dos estaban con los ojos totalmente cerrados, intentando hacer el mínimo ruido posible a la vez que respiraban rápidamente. Estaban aterrados, y Joel no les culpaba por ello; él también lo estaba.

Unas pisadas sobre el caminó de tierra les advirtió de que alguien estaba acercándose a ellos, a paso ligero.
Nervioso, Christopher agarró fuertemente del brazo de Zabdiel y le miró a los ojos. (En ellos se reflejaba auténtico terror)
-Tranquilo. Susurró Zabdiel acariciándole la mano. Todo va a ir bien.
Mordiéndose el labio, Joel miró la escena con unas pocas lágrimas en los ojos; echaba de menos a Erick.
.

Un fuerte golpe metálico hizo que los chicos pegarán un pequeño salto.
Había alguien afuera, dándo golpes al auto con algo duro y pesado.

Intentando calmarse a sí mismo, Christopher se colocó de rodillas y miró un poco por la ventanilla.
Al hacerlo, divisó a un grupo de autos detenidos justo en mitad de la carretera. Pero... Donde estaban sus dueños?
Con piernas temblorosas, Christopher se volvió a sentar en su asiento y miró a sus dos amigos. (Estos estaban mirándole seriamente, con los ojos bien abiertos)
-As visto algo?
-No. Dijó Christopher negando lentamente con la cabeza. Solamente he visto unos cuantos autos parados en mitad de la carretera.
(Zabdiel frunció el ceño)
-Espera, no había nadie? Donde estaban los conductores?

Como si les hubiesen estado escuchando, otro fuerte golpe retumbó por todo el auto. Esta vez sonó aún mas alto, mas fuerte.
Asustado, Joel se escondió debajo de los asientos traseros.
-Están aquí.

☆☆☆

A toda velocidad, Erick y Richard salieron corriendo del hospital.
Habían dejado al señor Jose Luis al cargo del cadáver de Edward, lo que les facilitó la huída por las puertas traseras.
-A donde vamos? Gritó el menor mientras corría tras su amigo.
-Al auto.

Sin decir nada mas, Richard se metió dentro del garaje y pulsó un pequeño boton que tenía en las manos.
Nada mas hacerlo, un fuerte "Piiip" sonó no muy lejos, dando a ver un auto bastante viejo, de color verde brillante.
(Erick le miró sorprendido)
-Espero que estés de broma.

Sin prestar atención a su amigo, Richard corrió hacía el auto y abrió rápidamente la puerta.
-Vamos! Gritó haciendo señas para que el menor entrará en el auto.
Este último no lo dudo ni un segundo; rápido como un rayo, abrió la puerta del copiloto y se lanzó hacia adentro.
Ambos sabían que tenían el tiempo a su contra; si los hombres de Alonso conseguían encontrar a sus amigos antes que ellos estos estarían perdidos.

Pisando fuertemente el pedal, Richard hizo que el auto saliera disparado hacia la salida del garaje.

☆☆☆

Con el corazón en un puño, Zabdiel miró hacia afuera del auto. La oscuridad de la noche no ayudaba nada en absoluto, ya que no se veía nada a dos metros de distancia.

Las pisadas y susurros resonaban alrededor del auto, poniendo cada vez mas nerviosos a los chicos.
¿A que diablos estaban esperando para atacarles?

Mordiéndose el labio inferior, Christopher encendió la linterna de su teléfono y alumbró hacia la oscuridad de afuera.
Parecía no haber nadie.
-No entiendo. Dijó Joel mirando a su alrededor. Donde están?
-Aquí.


Asustados, los tres chicos miraron rápidamente a la ventanilla trasera, donde un tipo acababa de aparecer como por harte de magia.
Oh, mierda.
Con un lento movimiento, el tipo elevó su brazo derecho y mostró algo brillante que tenía en las manos... Un martillo.
(Los chicos abrieron sus ojos de par en par) ahora sabían de donde venían aquellos horribles ruidos.

Sin pensárselo dos veces, el tipo goleó fuertemente el cristal con el martillo, haciendo que este se partiera en varios trozitos al instante.
Los chicos se cubrieron rápidamente el rostro con ambas manos, escondiéndose de los trozos de cristal que salían disparados en todas direcciones. (No tuvieron mucho exito en ello, ya que varios cristales se les clavaron en brazos, piernas y pecho)

Al retirar las manos de la cara, se dieron cuenta de que todas las puertas del auto estaban abiertas; con varios hombres armados mirándoles fijamente, con sonrisas perversas dibujadas en sus rostros.
(Zabdiel tragó duro)
Si antes estaban asustados, ahora lo que estaban era mucho mas que eso... Aterrados, quiza.

Uno de los hombres, uno bien armado y con cara de pocos amigos se acercó lentamente hacia la entrada del auto.
-Tú. Dijó señalando a Christopher. Sal del auto.
(Zabdiel negó con la cabeza)
-Él no va a ir a ninguna parte.
-Ah, no? Dijó el tipo riéndose. Y quien lo va a impedir, tu?
-Si es necesario, si.
(La sonrisa que tenía el tipo en la cara se borró al instante)
-Está bien. Dijó cruzándose de brazos. Si te crees tan valiente, porque no sales tu primero?
-No... Susurró Christopher. Por favor Zabdi, no lo hagas.

Haciendo caso omiso a las súplicas de Christopher, Zabdiel salió lentamente del auto, encontrándose con un monton de hombres corpulentos mirándole fijamente.
-Bueno, bueno. Dijó el tipo mirándole seriamente. Pero que tenemos aquí, nada mas y nada menos que Zabdiel de Jesús.
(Este le miró confundido)
-Me conoces?
-Pues claro! Dijó este levantando las manos. No sabes quien nos ha mandado, verdad?
-Alonso.
-BINGO! Diez puntos para el chico alto y delgado.
-Por favor. Dijó Zabdiel mordiéndose el labio. Mátame a mi si quieres, pero a mis amigos dejarlos en paz.
-No se... Dijó el tipo rascándose la barbilla. Y eso que tendría de divertido?

Unos cuantos gritos hicieron que Zabdiel mirará hacia el auto, donde entre varios hombres estaban sacando a sus dos amigos arrastras.
(Algo en su interior hizó click)
No iba a dejar que hiciesen daño a sus amigos.
Rápido como un rayo, levantó rápidamente el puño y lo estampó contra la cara del tipo que tenía enfrente.
(Todos los hombres que tenía a su alrededor se quedaron estupefactos)
Aprovechando la confusión que tenían los hombres, Zabdiel aprovechó para agarrar a sus dos amigos de los brazos y los arrastró bosque adentro.

....

Llevaban corriendo varios minutos, cuando de pronto Joel se detuvo en seco.
-Parar! Dijó agarrándose a un árbol. Parar, por favor.
(Christopher y Zabdiel le miraron preocupados)
-Estas bien?
-No... Dijó este dejándose caer en el suelo. No va bien, nada va bien.

Sorprendidos, Christopher y Zabdiel corrieron al lado de Joel, el cual se había puesto a llorar desconsoladamente.
-Hey. Dijó Christopher acariciandole el cabello. Todo va a ir bien, vale?
(Joel negó varias veces con la cabeza)
-No puedo mas.. No puedo seguir con todo esto, me esta superando.
-Lo sabemos. Dijó esta vez Zabdiel, que se había colocado a su otro lado. Pero necesitamos que sigas adelante, aunque sea por un par de días mas.
-No puedo...
-Si puedes. Dijó Christopher. Porque tu eres Joel Pimentel, el mismo que hizo que Ricky Martin se arrodillase a sus pies, el mismo que pegó una paliza a un hombre corpulento dos veces mayor que tú y el que se encaró a un demonio en una casa a oscuras. Joel, si as podido hacer todo eso, también eres capaz de salir de este bosque, estoy totalmente seguro.
-Si, hice todas esas cosas, pero las hice solamente por defender a la persona que mas he amado en este mundo; la cual ahora esta muerta.
-Ya entiendo. Dijó Zabdiel mirándole seriamente. Te estas rindiendo, verdad? Te rindes porque piensas que tu vida sin Erick no es nada, porque piensas que sin él, todo lo demás no sirve la pena. Pues sabes que? Que te equivocas Joel; tu vida vale muchísimo, y no es justo que te rindas ahora, cuando tus amigos mas te necesitan. Si Erick estuviese aquí en este momento, te diría que siguieras adelante, que tu no eres un cobarde y que tu eres mucho mas fuerte de lo que te crees. Él no se rendiría, no cuando estamos a punto de acabar con todo esto.

Después de unos segundos de auténtico silencio, Joel miró a sus dos amigos.
-Tenéis razón. No me puedo dar por vencido; Erick no lo hubiese querido así.
(Sonriendo, Christopher se levantó del suelo y le tendió la mano)
-Seguimos?
-Por supuesto.

Corre,escapa,huye [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora