CAPITULO 30

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Fuertes y retumbantes pisadas sonaban por todo el suelo de madera, haciendo que todo que todo trabajador que estuviera cerca se escondiera rápidamente dentro de un dormitorio o mismamente bajó cualquier armario. Así era la presencia de Alonso; aterradora y escalofriante a la vez.

A paso firme, este caminó por todo el largo pasillo de su mansión, dirigiéndose directamente hacia el gran salón, donde todos sus aliados le estaban esperando para comenzar la reunión.
-Buenos días. Dijó Alonso entrando en el salón. Veo que al fin estamos todos reunidos.
(Sonrientes, los demás invitados se levantaron de sus respectivos asientos y mostraron una gran sonrisa a su líder)

Uno ente ellos, uno que llevaba un traje caro y zapatos elegantes, caminó lentamente hacía Alonso.
-

Que tal ha ido todo señor? Ya sabes donde están los chicos?
-Pues claro que si. Dijó Alonso mirando a todos con superioridad. Mi hijo menor se ha encargado de ello; Joel Pimentel y Erick Brian Colon se encuentran en estos momentos en Madrid, España.
-España?! Dijó Ricky abriendo los ojos de par en par.
(Alonso le miró extrañado)
-Si, España. Ocurre algo?
-No, nada señor. Solo que España no me trae muy buenos recuerdos.
-A lo que iba. Dijó Alonso ignorando el comentario de Ricky. Los dos sujetos están en España, pronto nuestros tres chicos saldrán para alla. Esperemos que todo salga bien.
-Nuestros tres chicos? Dijó Juan con el ceño fruncido. Quienes son esos?
-Richard Camacho, Zabdiel de Jesús y Christopher Vélez. Dijó Alonso mirando seriamente a Juan. Estos tres chicos ya están camino al aeropuerto; si dios quiere, para esta misma noche estarán en España listos para acabar con la vida de Erick Brian Colón y secuestrar a Joel Pimentel. Espero que esta misión no influya en tu cometido señor Colón, al fin y al cabo, el que va a morir es tu sobrino.
-Tranquilo señor. Dijó Juan mostrando una malvada sonrisa. Yo mismo acabé con la vida de mi propio hermano, que acaben con la vida de su hijo no me va a hacer sufrir ni lo mas mínimo.
-Eso espero.

☆☆☆

En el trayecto a la casa de Mario, Erick y Joel le contaron todo lo que les había ocurrido durante todos estos meses atrás.
Al principio el hombre pensó que era una broma de los chicos, pero al ver que estos dos no estaban mostrando ningúna señal de broma, se dió cuenta de que lo que estaban diciendo era real.

-No me lo puedo creer. Dijó Mario entrando por la puerta de su apartamento. Como habéis podido soportar todo eso durante tantos meses? Habéis visto morir a cantidad de personas, literalmente. Por no decir que os han intentado matar muchísimas veces, de todas las maneras posibles. Si yo hubiese sido vosotros, ya me hubiese suicidado.
-Nosotros no pedimos nada de esto. Dijó rápidamente Joel. Tan solo queremos que termine, sin ningún muerto o herido mas.
-Lo entiendo. Dijó Mario mirando a los dos chicos. Y vuestras familias... Saben algo de esto?
-No. Dijó esta vez Erick. No podemos decirles nada, les pondríamos en peligro.

Asintiendo con la cabeza, Mario caminó hacia el salón de su casa y miró a los dos chicos.
-Decirme que es lo que tengo que hacer y lo haré. Cualquier cosa con tal de que no sufrais mas.
-Tienes que encontrar a nuestros amigos. Dijó Joel colocándose a su lado. Necesitamos saber dónde están para ir a por ellos y alejarles de las garras de Alonso y sus hombres.
-De acuerdo. Pero para ello necesio todos sus datos; sus nombres, apellidos, edad, nacionalidad, familiares, talla de pie...
-No hay problema, yo te lo diré todo.

...

Mientras Joel le decía a Mario todos los datos de sus amigos desaparecidos, Erick aprovechó para conocer la casa y revisar a fondo el dormitorio de Mario; al fin y al cabo, ya no se fiaba de nadie.

Corre,escapa,huye [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora