CAPITULO 58 (Final parte 1)

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El sonido de la ambulancia hizo que Joel abriera poco a poco los ojos, sintiéndose mareado y aturdido.

Por lo que pudo ver antes de que todo se volviera borroso de nuevo, fué que se encontraba dentro de lo que parecía ser una ambulancia. Esta estaba en marcha, llevándole seguramente a algún hospital cercano.

Apoyando fuertemente la cabeza contra el almohadón de la camilla, Joel miró a su alrededor, posando la mirada en dos hombres que estaban sentados a su lado. Estos dos estaban hablando entre ellos, con unos pequeños cuadernos de apuntes en las manos.
-¿Hola?
Al percatarse de que el paciente estaba despierto, los dos paramédicos se levantaron rápidamente de sus asientos y corrieron hacia al lado de Joel.
-Hey. Dijó uno de ellos situándose justo al lado. ¿Como te encuentras?
(Joel frunció el ceño)
-Cre... Creo que bien. ¿Donde están mis amigos?
-Bueno... Dijó el paramédico mirando a su compañero. Tus otros dos amigos están en otras dos ambulancias distintas; os hemos tenido que separar por temas de seguridad, nada mas.
(Joel les miró unos segundos, dudando de su palabra)
-Y... Los otros dos? Donde están Zabdiel y Erick?

Abriendo completamente los ojos, ambos hombres se miraron uno al otro, tragando duramente.
-Verás... Dijó uno de ellos posando el brazo sobre su hombro. Cuando los bomberos os sacaron a tus amigos y a ti de la casa está se vino abajo justo al instante. La casa a quedado totalmente destrozada, sin ninguna opción a entrar.
-No... No entiendo. Dijó Joel comenzando a hiperventilar. Que quiere decir con eso?
-Queremos decir... Que los bomberos han sido incapaces de volver a entrar en la casa para buscar a tus amigos. Lo sentimos mucho.

Negando con la cabeza, Joel intentó levantarse de la cama, probablemente para salir corriendo de la ambulancia y volver a la casa a por sus amigos. Pero cuando lo intentó, unas fuertes sogas presionaron fuertemente su abdomen, piernas y brazos, haciendo que Joel gruñera de frustración.
-Tienes que relajarte. Dijó uno de los paramédicos. Pronto llegaremos al hospital y podrás ver al resto de tus amigos.
-NO QUIERO RELAJARME! Gritó Joel tirando fuertemente de las sogas. LO QUE QUIERO ES VOLVER A POR ERICK Y ZABDIEL!!!
-Lo entiendo, créeme que lo hago. Pero eso que estás diciendo es totalmente imposible. Como bien te hemos dicho antes, la casa esta destrozada, no hay manera alguna de entrar ahí adentro... Tus amigos seguramente ya estén muertos.

Sintiendo su sangre arder, Joel miró a los dos paramédicos.
-Mis amigos no están muertos.
(Uno de ellos se encogió de hombros)
-Si quieres seguir pensando eso tu mismo, pero si me permites darte un consejo... No es bueno vivir en el pasado; cuanto antes lo superes mejor.
(Mirándolos fijamente, Joel se mordió fuertemente el labio, haciendo que de este saliera un pequeño hilo de sangre)
-Retira eso.
(El paramédico pareció divertirse)
-¿Y si no lo hago que?
-Atento a las consecuencias.

Con un movimiento rápido, Joel consiguió soltarse de las sogas y se abalanzó sobre uno de los paramédicos derribándole al instante.
-Retiralo! Gritó Joel dándole golpes en la cara. Retira eso o juro que te parto la cara ahora mismo!
(Asustado, el paramédico miró a su compañero)
-KARL!!
Con el corazón a mil por hora, el nombrado agarró un bote de tranquilizante y una geringa.
-Suéltale! Gritó mirando a Joel, quien en ese momento estaba pegando puñegazos a su compañero en la cara. Suéltale o yo mismo tendré que detenerte.
-ME DA IGUAL! Gritó Joel mirando con odió al paramédico. Este hombre ha insultado a mis amigos, se merece esto y mucho mas!
-De acuerdo. Dijó el hombre encogiéndose de hombros. Luego no digas que no te advertí.

Joel estaba por dudar de si parar o no, cuando una gran descarga eléctrica recorrió todo su cuerpo haciedo que este cayera de bruces contra el suelo, quedando poca arriba.
Lo que vió antes de que el paramédico se acercará peligrosamente a él, fue ver una jeringuilla inyectarse justo bajo su abdomen. Después, todo se volvió negro.

Corre,escapa,huye [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora