Corre,escapa,huye [Cnco]

CAPITULO 29

-Aquí estas.

Con un rápido movimiento, Johandri agarró fuertemente del cabello de Joel y lo sacó bruscamente del cuatro de las escobas.
-Ah no, no, no. Dijo mostrando una malvada sonrisa. De mi no te vas a esconder, pequeño.
-Suéltame! Gritó Joel intentando soltarse del agarre del mayor. Me estás haciendo daño.
-Oh, que pena. Dijó Johandri tirando aún mas fuerte del cabello. Fíjate que no me había dado cuenta.
(Joel le miró con lágrimas en los ojos)
-Porque me haces esto Johandri? Pensaba que eramos amigos?
-Amigos? Ja! Río este. Yo jamás sería amigo de un asesino.
-Asesino? Yo... Yo no soy ningún asesino!

Nada mas decir eso, Johandri le levantó del suelo y lo arrinconó contra la pared.
-No te hagas el tonto! Ambos sabemos que tanto tú como los imbéciles de tus amigos sois unos sucios asesinos. Matasteis a mi hermano, y váis a pagar por ello.
(Los ojos de Joel se abrieron de par en par)
-Eres el hermano de Hugo.
-Exactamente. Dijó Johandri mirándole con rabia. No te lo esperabas, verdad?
-Y tu?

Extrañado, Johandri se dió media vuelta y se encontró a Erick enfrente de él, con un bate de béisbol en las manos.
-Hijo de...
No pudo terminar la frase, ya que Erick le golpeó fuertemente en la cabeza dejándolo inconsciente.
-Erick! Gritó Joel abalanzandose sobre el menor. Menos mal que as venido.
-Tranquilo. Dijó Erick hundiendo su rostro en el cuello del mayor. Ya esta, todo a pasado.

Joel se separó del abrazo y miró a Johandri, que estaba tirado en el suelo.
-Es hijo de Alonso.
-Lo sé. Dijó Erick asintiendo con la cabeza. Se lo escuché decir cuando estaba entrando en la casa.
-Por cierto. Dijó Joel mirándole a los ojos. Como as avergiado donde estaba? No llegue a decirte la dirección por teléfono.
-Una aplicación de rastreo. Dijó Erick mirándole a los ojos. Te la puse en el teléfono hace un año, cuando nos empezaron a ocurrir cosas extrañas.
-Gracias.
-No es nada. Dijó Erick mirando a su alrededor. Ahora lo importante es encontrar a nuestros amigos. Te llegó a decir Johandri en algún momento donde se los habían llevado?
-No, lo único que me dijó fue que los tenían secuestrados, y que el siguiente ibas a ser tú. Erick, crees que están bien?
-No lo sé. Dijó este encogiéndose de hombros. Pero lo que si sé es que les vamos a encontrar; les vamos a buscar por todo el mundo y no vamos a parar hasta encontrarles, y cuando lo hayamos echo, vamos a matar a ese cabronazo de Alonso de una vez por todas.

☆☆☆

-Por favor! Suplicó Christopher de rodillas. No le hagas nada, haré todo lo que me pidas.
-No se yo. Dijó Alonso dando vueltas a su alrededor. Que tendrías tu que yo quisiera?
-Lo que sea! Lloriqueo el ecuatoriano. Pídeme lo que sea, que yo lo haré.
-Esta bien. Dijó Alonso deteniéndose enfrente de él. Quiero que te tomes el líquido verde.
(Los ojos de Christopher se abrieron de par en par)
-No...no puedo hacerlo.
-De acuerdo. Dijó Alonso cambiando hacía la puerta. Entonces tu amigo sufrirá de la manera las dolorosa posible.
-No! Gritó Christopher con lágrimas en los ojos. Por favor...
-Tan solo tienes que beberlo. Dijó Alonso parándose en mirad de la puerta. No es tan difícil.

Suspirando, este se pusó en pie y miró directamente a los ojos de Alonso.
-Si me lo tomo, prometes no hacerles mas daño?
-Lo prometo. Dijó Alonso mostrando una pequeña sonrisa.
(Christopher asintió varias veces con la cabeza)
-De acuerdo, lo haré.

☆☆☆

Habían pasado tres días desde la última vez que Joel y Erick habían visto a Johandri.
Después de haberle dejalo en aquella casa inconsciente, los dos chicos salieron de ella dejándole ahí tirado, sin saber si respiraba o no.

Ahora ambos se encontraban en un avión, rumbo a España, donde vivía un viejo amigo de los padres de Joel. Este era especialicado en comunicaciones y hacker informático; si había alguien que podía encontrar a sus amigos, ese era él.

Al llegar al aeropuerto de Madrid, un tipo con un cártel en las manos recibió alegremente a los chicos.
-Mario! Gritó Joel corriendo hacía sus brazos. Cuanto tiempo!
-Joelin. Dijó este mostrando una gran sonrisa. No te había reconocido, madre mía! Estas echo todo un hombre!
-Si. Sonrió Joel rascándose la nuca. Es lo que pasa cuando hace once años que no vea a alguien.. Que crecen.
-Y... Bueno. Dijó Mario mirando al menor. Quien es este chico tan guapo?
-El es Erick, mi... Amigo.
(Erick miró extrañado a Joel)
-Un placer. Dijó Mario tendiendole la mano. Todo el que es amigo de Joel, es amigo mío.
-Igualmente. Dijó Erick estrechándole la mano.

Una vez en el auto, el tipo les miró sonriente.
-Por cierto, que edad tenéis?
(Sorprendido, Joel se puso una mano en el pecho)
-Oh, dios mío! No me puedo creer que no sepa mi edad. Pensaba que eramos amigos.
-No digas tonterías. Dijó Mario riéndose. Ya sabes como soy de malo con las edades, apenas consigo acordarme de la mía.
-Esta bien. Dijó Joel riéndose. Yo tengo 19
-19! Madre mía! Ya casi eres todo un adulto. Y tu precioso, que edad tienes?
-17. Respondió Erick rápidamente.
-17?! Pero si aún eres un niño! Como es que tus padres te dejan viajar solo a esa edad?
-No viaja solo. Corrigió Joel. Viaja conmigo, y yo soy mayor de edad.
-Esta bien. Dijó Mario asintiendo con la cabeza.

Nada mas decir eso, se dió media vuelta y agarró el volante con ambas manos.
-Será mejor que vayamos a mi casa, debéis de estar agotados de tanto viaje.

☆☆☆

A paso firme, Alonso entró seriamente en una gran habitación, donde tres personas le esperaban sentados en un sofá de color rojo.

-Gracias por reuniros aquí conmigo. Dijó mirando a los tres. Tengo muy buenas noticias para vosotros.
(Uno de ellos, rápidamente levantó la mano llamando la atención de Alonso)
-Perdone señor, pero podría decirme quienes son estos dos tipos que tengo a mi lado? Me ponen de los nervios.
-Claro señor De Jesús; ellos son Christopher Velez y Richard Camacho, tus nuevos dos compañeros de misión.
-Que?! Dijó Richard poniéndose en pie de un salto. Usted me dijó que yo trabajaría solo!
-Si. Dijó Christopher cruzándose de brazos. A mi tampoco me dijó nada de ningún compañero.
-Tranquilos, tranquilos. Dijó Alonso levantando las manos. Tan solo va a ser para una misión, después de eso trabajareis solos, lo prometo.

Refunfuando, Richard se volvió a sentar en el sofa.
-De acuerdo, que clase de misión es?
-Un asesinato.
-Espere, que?! Dijó Zabdiel abriendo los ojos de par en par. Asesinar? Yo nunca he echo eso!
-Tranquilo señor De Jesús, si usted no puede hacerlo, lo hará otro de tus compañeros.
(Richard levantó la mano rápidamente)
-Yo lo haré.
-Véis? Solucionado, ya no tienes de que preocuparte.
-De acuerdo. Dijó Zabdiel asintiendo con la cabeza.
-Disculpe señor, pero a quien debemos de asesinar?
-Buena pregunta señor Velez. A quien debéis asesinar se llama Erick Brian Colón, es un chico cubano de mas o menos vuestra edad, nada especial.
(Richard le miró extrañado)
-Permíteme que le pregunte, pero... Cual es el motivo por el que tenemos que asesinarle?
-Él ha robado algo que pertenece a uno de mis hijos, debe pagar por ello.
-Y... Que es lo que ha robado?
-Una persona. Esa es la segunda parte de la misión; cuando hayáis terminado con la vida de Erick Brian, quiero que secuestreis a Joel Pimentel. Necesito que lo traigáis hasta aquí, con vida.