¿Es tarde? ➻ Kookmin [T 1&2]

✉ Segunda carta ✉

"Muchas chicas estaban observándote con coqueteos, los cuales las respondías con una sonrisa, no les prestabas atención a sus palabras, y por una parte me sentía realmente bien."

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Una sonrisa aparece en sus labios cuando lo recuerda.

Aquel día había sido después de su llegada al lugar, encontrándose en los pasillos donde muchas de las alumnas estaban observándolo con una sonrisa en sus labiales, mientras que otras le estaban coqueteando, por el hecho de ser notorio. Parecía que el chico era alguien importante allí.

Aquello parecía una revolución de jóvenes hormonales, puesto que todas las alumnas que se encontraban en el lugar antes mencionado, se acercaron a él con la misma sonrisa de antes, JungKook realmente se encontraba pensando en algunas palabras para dedicarles a las chicas sin llegar a ser mal educado. Pero, cuando observa que las chicas pasan a su lado chocando con él, entonces se siente aliviado.

En ese momento se encontraba demasiado incómodo con aquellas personas allí, pero se limitó a sonreírles, porque no quería ser una persona que no le enseñaron modales.

Siguió caminando por aquel pasillo hasta llegar a su salón correspondiente, en el cual se encontró totalmente vacío a excepción de un chico que no sabía si se encontraba mirando por la ventana o estaba dormido, por una razón de que no se le veía el rostro. Con un suspiro en sus labios, dirigió su mirada a su asiento y por ello comenzó a caminar hasta allí, tomando la acción de tomar asiento.

Quería hacer amigos en aquel lugar, y algo dentro de él le decía que podría hablarle al chico que estaba compartiendo sala con él, pero se había negado. Nuevamente, el sentimiento de que le hablase había llegado, por lo que se gira para observarlo en la misma posición de cómo lo había encontrado. Pero una vez más la negación hizo parte de ello, por lo que se volteó otra vez para ver la blanca pizarra.

Luego, más tarde las alumnas y alumnos han llegado dónde se encontraba, a él no le importaba. Pero había otra persona que habían interrumpido más allá de sus pensamientos y eso lo hacía molestarse de alguna manera.

En unos minutos más tarde, el profesor ha llegado para darles clases y es por eso que todos se encontraban colocando atención.

Noventa minutos habían pasado y el campanario del receso había dado inicio, haciendo que las personas recogieran sus cosas para salir del salón. El chico de cabellos castaños observó hacia atrás sin saber por qué, quizás buscando a su compañero, que ya no se encontraba en ese lugar, por lo que un sentimiento nuevo ha crecido en su pecho.

Cuando sus cosas se encuentran en la mochila, rápidamente sale del lugar soltando un suspiro de sus labios para luego caminar por donde nuevamente las alumnas se encontraban observándolo de forma coqueta, realizando que aquellas acciones incomodaran al joven.

Cuando llega a su casillero, este es abierto por sus manos, además de una contraseña. Sus ojos se encuentra con una nota, la cual era como la que se había encontrado el día en que había llegado, llevándose una sorpresa, eso era lo que se podía ver en el rostro del castaño.

Jeon la toma para guardarla en su mochila, sin mirar que un chico que cabellos rosados estaba observándolo en algún lugar de ese pasillo, con una sonrisa hermosa en sus labios, esperanzado que lo leyera. Algo que realmente no pasó, por qué rápidamente cuando llega a su hogar se coloca a estudiar, pero que al encontrar la carta en su mochila, la saca para guardarla en aquella caja en donde estaba la otra, esta carta la coloca como “número dos”.

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Cuando termina de leer la carta una pequeña frustración aparece en su cuerpo, porque no sabe de quién se trata, no hay señales de quién es la persona.

Luego toma la tercera carta, ansioso por saber de las palabras de su admirador.

Realmente no importa si su esposa llegaba antes de lo que se tenía planeado, él quería saber de quién era esas cartas que se encontraban en su escritorio de manera desordenada. Su corazón le estaba diciendo que tenía que hacer lo mejor posible en leer todas, que no importaba si le tomaba la tarde hasta llegar la noche, él tenía que encontrarse con ese anónimo, el cual sus amigos parecieran tomarle aprecio.

Él quiere saber, quiere indagar más, su corazón lo necesita y eso queda claro ante la ansiedad que estaba sintiendo en esos momentos.

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Bueno espero que les haya gustado, lamento no haber subido antes este capítulo, pero es que se me había borrado y mi mente parecía estar en blanco ante esta idea.

Pero he vuelto, así que espero que le siga gustando esta historia.

Muchas gracias por todo.