✉Trigésimo primero✉

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"Hoy ha sido un día muy agotador, tanto como para tí, como para mí, y la verdad es que no me gusta, porque en la forma en que te ves es horrible, no sabes como me hubiera gustado estar contigo; abrazarte y decirte "kookie no estés triste, estoy contigo".

Estaba en semana de exámenes, exámenes los cuales estaban siendo difíciles cada vez más, parecía que los profesores adoraban este tipo de cosas. Las noches eran testigos de las lecturas, del cansancio que llegaba a prolongarse en su cuerpo y de sus ojos también, por las lecturas que se habían dado.

La luna aunque alumbrara su ventana y le ayudaba a leer esos libros que les habían dado en la universidad para los exámenes que tendrían pronto.

Su madre también era otra testigo de esas noches que se encontraban en ese lugar, cada vez entregándole alguna merienda; ya sea pan, jugo o algún té que pudiera ayudarlo a clamarlo en esas horas.

Agradecía siempre a su madre por hacerle aquellos gestos, pero también le agradecía por darle ánimos cuando lo necesitaba, porque sentía que aquello comenzaba a caer.

Cuando llegó una vez al edificio, por esa mañana en donde el frío llegaba a involucrarse, como cada mañana lo hacía, sentía demasiado cansado; tanto que podría llegar a arrastrar sus pies y sus hombros también.

Sus ojos parecían estar cerrándose pero aun así no lo hizo, porque no podía. Las personas que se encontraban allí siempre lo observaban, pero eso no le importaba porque sabía que no era el único, además no tenía un ánimo para ello.

Caminó a su salón, para después así sentarse en ese asiento correspondiente, soltando un suspiro, el cual era cansador y era notable en ese momento.

Minutos después el profesor hace su llegada con las pruebas, cuyos jóvenes tenían que realizar, por eso que deja su bolso en el escritorio para luego darle las hojas a sus alumnos quienes cansados y nerviosos comenzaban a dar inicio, más cuando se le entregaba la hoja.

Difícil, eso era como podría describirle en ese momento, cuando observaron la prueba.

Noventa minutos más, los alumnos entregaron sus pruebas para que el profesor pudiera luego revisarla.

JungKook por fin se había dado un suspiro de alivio, sobre todo porque había terminado aquella prueba que lo tenía sin ánimos para nada. Salió por un momento de aquel salón para dirigirse luego hacía donde se encontraba el baño, deseaba mojar su carita, cosa que hizo, quería despertar.

Luego de tan pocos minutos, sale de aquel baño para regresar hacía su salón en donde encuentra una carta, por lo que la toma y la guarda dentro de su mochila y aunque estuviera cansado igual le puso número "treinta y uno". Y la guardó finalmente.

—Hola, buenas noches— le dijo con una pequeña sonrisa en sus labios — ¿cómo está? — le pregunta, siendo cortés en ese momento, no olvidando los valores que sus padres una vez le entregaron. Hizo una reverencia de la misma cortesía por parte de ella — disculpe por no presentarme antes.. —le dijo siendo recta esta vez, dejando que su cabello se posaba tapando sus mejillas — me llamo April, pero me puedes decir como gustes en verdad-le dijo mientras que estiraba una de sus manos hacia al frente. —

"Veo una sonrisa en tu rostro y creo saber del porqué y eso es porqué a tu lado se encuentra alguien que te susurra cosas y la verdad es que no sé qué es... al menos ya no estas triste o agotado, me gusta."

Después de guardar la primera carta, llega su amiga, quien sonriente le dice que era mejor comer algo, cansado JunKook le corresponde y niega.

—Oppa, no seas así —le dijo mientras que comenzaba a jalarlo, llegando a levantarlo —vayamos a comer..

—Está bien, está bien. — dijo convencido, no podía negarse ante el pedido de la joven.—

Luego comienzan a caminar hacia la cafetería y se sentaron en una mesa casi lejana para las demás personas. Comenzaron a comer tranquilos, pero lo que no esperaba era que su amiga estuviera haciéndole cosas graciosas, en verdad le gustaba.

Después de comer comienza a caminar hacía su casillero en dónde guarda y saca sus cosas correspondiente. Una carta cae cuando pasa aquello, y es por eso que nuevamente, al igual qe otro día pasó lo mismo, lo recoge.

Lo guarda en su mochila colocándole el mismo número ya que fue en el mismo día.

Cuando llega a su casa las guarda en esa caja "secreta".

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Lo sé, quedó del asco, pero es lo que mi cabeza me dio :c.

Lo siento por todo :c, creo que lo arruiné..

El domingo colocaré el siguiente capítulo. ♥

¿Es tarde?  ➻ Kookmin  [T 1&2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora