Vigésimo noveno

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" Hoy después de hacer ejercicios en educación física, todos nos encontramos en las duchas, y uno más que otro se burlaban de mi cuerpo por no tenerlo perfecto, pero no les tomaba importancia, pero decirte que fue la primera vez desde hace mucho tiempo que alguien me defendía de alguna manera."

Recordaba que estaba en educación física y como siempre en esa materia, los estudiantes tenían que tomar una ducha para estar limpios, ya que los sudores que tenían por su cuerpo era de un total asco.

Cuando todos se encontraban en aquellas duchas, el sonido de las aguas se hacía notar, haciendo que aquello era lo que deseaban. Una sonrisa se posaba en los labios de un chico, quien se encontraba casi en las últimas duchas del lugar.

Minutos antes de que todos terminaran, unos chicos se habían acercado al chico de aquella ducha, siendo así que el otro tuviera un respingo por el susto de que el capitán del equipo en que lo habían sometido.

–Mira a quién tenemos aquí –dijo el joven con una toalla en su cintura– un chico de un cuerpo pequeño, que tiene grasa en ese estomago – comentó haciendo una mueca en sus labiales. – Qué asco de niño, que asco que alguien así – comentó observándolo de arriba y abajo, creando que el otro joven se sintiera cohibido – estuvo en mi equipo de hoy. No eres más que un puerco..

El más bajo sólo atinó a escuchar aquellas palabras dolorosas que iban dirigidas para él, como odiaba aquellas palabras que eran para él, odiaba sentirse tan debajo de todos, tan débil, sabía que si respondía le podría ir peor. Nadie sabe por qué ese chico casi nunca se defendía.

–D-dejenme ..

–Oh la nenita quiere que lo dejemos – el capitán con burla en sus labios lo observa de una manea que era con suma asco. –

–Creo que deberían de dejarlo – dijo otra voz, haciendo que los chicos que se burlaban de otros girasen para ver quien era, pero el otro no lo miró–

–Mira ha llegado tu príncipe azul –le dijo el mayor de allí – ahora la princesa tiene un príncipe que lo defenderá porque esta putita no sabe cómo defenderse ..

–Mira.. – suspiro Jeon – no soy príncipe de nadie, pero no puedes reírte de un cuerpo de un ser humano, cuando el tuyo es el peor que he visto, a veces llego a pensar que eres quién tiene problemas con su cuerpo y es por eso que molestas a otros, porque te sientes tan avergonzado de tí mismo que no sabes cómo enfrentarlo –le dijo – y ¿ustedes? –observó a los acompañantes de ese chico – tampoco deberían de burlarse de él, no crean que ustedes son los mejores, tal vez ustedes son igual que este tipo al que llaman capitán, porque sinceramente de capitán no tiene nada para ser sincero.

El chico bufa ante aquellas palabras de ese chico de cabellos castaños, para luego comenzar a caminar siendo seguido por sus compañeros. Aquél orgullo que había estado teniendo, se había ido a la mierda.

¿Quién pensaría que Jeon podría colocar a un chico en su lugar?

Pues la verdad es que nadie, pero ese chico se lo merecía por estúpido.

–¿Estás bien? –pegunta el chico mientras que lo intenta observar, pero el otro solo esquiaba su mirada–

El de cabellos rosados sólo puede asentir, aunque no lo estaba, pero si lo miraba, tal vez el otro podría reconocerlo, aunque para ser sincero se sentía como un tonto.

El de castaños suspira y comienza a caminar, no sin antes darle la espalda al joven. Quería ir a su receso antes de que tocasen el timbre y no alcance a comer nada.

Cuando el timbre suena por fin, los alumnos se encuentran entrando a sus salones y Jungkook también, algo que cuando lo hace se encuentra con algo en su escritorio, que parecía ser un chupete y una carta en el escritorio, con una sonrisa la toma en sus manos para guardarlos, pero antes que lo hiciera, toma su lápiz de siempre para marcar "Veintinueve".

El profesor había llegado, por eso deja la carta dentro de su mochila, ya sabe lo que tiene que hacer cuando llegase a su casa, guardarla en aquella caja de siempre.

Cuando termina de leer la carta.

Pensó un poco y se dio cuenta que jamás llegó un momento de defender a una persona, aquel "niño" que recuerda, se había visto mal por esas crueles palabras. Sin embargo, no puedo ayudarlo porque no pudo ver su rostro más que una pequeña nariz y su tez casi blanca.

–Te defendí porque te veías indefenso..

Sin nada más que decir en aquellas cuatro paredes, se quedó allí en donde dejó la carta para luego ir con la siguiente.

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Espero que les haya gustado este capítulo!

Nos vemos en la próxima actualización. ❣

¿Es tarde?  ➻ Kookmin  [T 1&2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora