¿Es tarde? ➻ Kookmin [T 1&2]

Capítulo 27

La gente pasaba por aquellas pasarelas de tierra, en donde a sus lados flores y árboles habían plantados. Los niños jugaban y reían a carcajadas, señalando lo divertido que eran los Juegos y hacer amigos desconocidos, los cuales probablemente no van a reconocerse en el futuro. 

La niña estaba ahí sonriendo como si nada de lo que fue dicho con anterioridad había recalcado en su vida, de hecho se muestra más feliz que antes, mientras que Hyesung tenía la oportunidad de estar con ella en su vida. Jeon recordaba las palabras de la niña, y entonces supo que su hija era más madura que su propia madre, y esperaba que no tuviera esas actitudes más adelante. 

—Pareces demasiado ido. 

Dijo una voz acercándose a él. Levantó la mirada y una pequeña sonrisa apareció en ese momento en sus labiales. 

—Al parecer te has agotado. — comenta casi divertido. — Y lo entiendo, la has pasado jugando con Na-Hee. 

— Si, es verdad. Pero no me desagrada aquello. — dijo mirando a donde estaba la pequeña. — A decir verdad, no esperaba una oportunidad como esta, ni siquiera en mi gran imaginación estaba. Sin embargo, ahora que la tengo se siente extraño, es como si viera a mi hija nacer… 

Jungkook entendía ese sentimiento, pues la simpatía existía en él por la persona que tenía a su lado como amigo y padre de su hija. 

— Comprendo el sentimiento a decir verdad.. — dijo observando.— Me he puesto en tus zapatos desde el principio, y sé que también el sufrimiento que has tenido en el paso, ahora se ha recompensado con la aceptación de nuestra hija. Digo nuestra, porque es un angelito que llegó a nuestras vidas para darnos la fuerza necesaria que necesitamos. 

— La verdad es que sí. No pensé que ella aceptaría ser su otro papá tan luego. 

—Ella es así. Es madura para su edad, comprende mejor más cosas mejor que nosotros que somos adultos, y tengo la esperanza de que no tendrá las actitudes que tiene Hee-Sook. 

—También espero que no la tenga. — mencionó. — Aunque no creo que la tenga, ya que eres quién mejor la ha criado, y sé que la custodia podrían darla para ti, porque el derecho que tienes, no quiero quitarlo. 

—Sé que no será así, como tampoco te quitaré tu derecho. — sonrió con amplitud. — Por lo debemos seguir luchando. 

Ambos se sonríen nuevamente y hablan de cosas triviales, mientras que Na-Hee se encuentra con algo que llamó su atención, por lo que se dirige allí. 

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Park Jimin se encontraba caminando por el parque en donde gente y niños parecían divertirse, siendo grato para su persona, aunque parecía que no solamente él, sino que también estaba su perrito, el cual movía su cola de un lado para el otro, dando a conocer que estaba emocionado por ver a pequeños con los que podría jugar. El amo ríe ante la ternura de su mascota. Se agachó para acariciar su pelaje con ternura e iba a dejarlo libre por un momento, pero cuando estaba apunto de hacerlo, una pequeña niña se hace notar con timidez. Él sonrió con ternura. 

—¿Quieres acariciarlo? 

Le preguntó con suavidad, mientras que le mostraba una sonrisa, sin llegar a separar sus labios. La pequeña asintió con suavidad y  con algo de vergüenza. 

—No temas, no muerde. — dijo antes de estirar una de sus manos. — Es demasiado amigable, y le gusta que le acaricien. 

—Entonces lo haré. — la valentía se hizo notar en ella, ya que sus manos estaban en puños. — 

—Entonces adelante. 

Ella da pequeños pasos, teniendo una mano extendida, mientras que su espalda se dedica ligeramente a posarse hacia atrás. Jimin sonríe por esa ternura, haciendo que un recuerdo nostálgico llegase a su cabeza, pero negó ante ello. Él estira su mano para ayudarla, colocando su animalito delante de su mano. 

El animal emocionado lame su mano pequeña, causándole leves cosquillas, algo que le causó ternura al chico que estaba en ese lugar. 

—Pareces que le gustas. 

—¡Él también me gusta mucho! — dijo emocionada. —

—¿Cómo te llamas pequeña? 

—Na-Hee.— respondió la pequeña con suavidad. — ¿Y usted? 

—Jimin.

—¿Jimin? — preguntó con curiosidad la pequeña.—

—Si. Me llamó Park Jimin. — contestó con una pequeña risa después, y es que la curiosidad de la niña le causaba mucha dulzura, —

—Papi también tenía un amigo que se llamaba ashi.— comentó con pesar. — Pero se fue lejos, papi se siente triste cada vez que ve una foto.. 

—Seguramente tu padre volverá a encontrarse con él. 

—Espero que sí. Papi es bueno… — seguía acariciando el pelaje de aquel animalito. — Tú te pareces mucho a esa persona. 

—¿Si? 

—Shi.

—Por casualidad… ¿Cómo se llama tú papi? 

—Él se llama Jung… 

Las palabras de la pequeña quedaron en el vacío cuando escuchó su nombre, cosa que hizo que un aire recorriera por los cuerpos de ambos con diferentes sensaciones, aunque uno de ellos quería negarlo. 

—¿Tú papá no sabe que estás aquí? 

La niña negó con vergüenza mientras se levantaba. 

—Vamos. Parece que tú padre se siente angustiado por encontrarte. 

Ambos se dirigen al lugar de aquellos gritos, y entonces al llegar, el hombre de cabellos negro queda paralizado en ese lugar, y siente como su cuerpo se estremece por la sensación que causa el contrario. 

— ¡Papi! — grita Na-Hee, soltando la mano del pequeño. — 

—¡Hija Dios mío! ¡¿Dónde estabas?! ¡¿No pasó nada?! 

— No. — ella negó rotundamente. — Estaba con él. — apunta al joven del otro lado. —

—Gracias…

Jungkook dijo aquellas palabras mientras alzaba la mirada, como también aprovechaba para levantarse. 

—Jimin… 

—Jungkook… 

Y una vez pronunciaron sus nombres, aquellos que anhelaban por decir muy dentro de su ser. 

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¡Hola! ¿Me han extrañado? Porque yo si a ustedes. Lamento mucho haberme ido sin avisar, y es que quise tomarme un descanso para poder seguir trayendo estos capítulos para ustedes.

Quizás no serán de su gusto y lamento que no fuera así, y es que algunas cosas se me han ido de la historia, pero no quisiera dejarlo completamente, cuando ya llevo bastante tiempo trabajando en esta historia.

Sé que quizás le haya aburrido esto, y por ello lo lamento demasiado.