Capitulo 7

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JungKook esa mañana se había levantado con algo de pereza, mientras que sus ojos se ardían, pues la noche anterior pequeñas lágrimas habían sido rodeadas por sus mejillas. Su pecho estaba apretujado en el momento en que un suspiro salía de sus labios, pues había tomado una decisión que parecía ser buena, mientras que por otra podía ser mala.

Negó con su cabeza, dejando que los mechones de su frente se movieran de un lado a otro, para después observar hacia la ventana en donde los rayos solares entraban a través de ella, traspasando la cortina de cuyo nombre no recordaba. Se levantó de la cama, colocándose las pantuflas blancas, las cuales traía la habitación para los huéspedes.

Caminó hacia el baño en donde toma una ducha relajante, puesto que su cuerpo era lo que más necesitaba en ese momento, quería dejar que el peso se fuera con el agua tibia, mientras que las últimas lágrimas también.

Había tomado una decisión, iba a dejar Busan, para irse a Seúl donde su hija lo esperaba con ansias, o al menos eso era lo que había sentido cuando su pequeña le había llamado la noche anterior. Además, Jimin merecía ese amor que el alto le entregaba, y él solo estaba estorbando en ese lugar, aunque, por supuesto no iba a hacerlo de inmediato. Ese día lo iba a utilizar para tenerse un tiempo, y después se iría sin necesidad de nada.

Solo por ese día iba a darle la utilidad que quería.

Salió del baño con una toalla enrollada en su cintura, mientras que su cabello estaba goteando, al igual que la mitad de su cuerpo desnudo. JungKook era sin duda alguien bastante hermoso.

Se sentó en su cama, frotando sus manos en su rostro, estaba frustrado por toda aquella situación que estaba albergando en el momento, tampoco estaba muy bien con esos sentimientos que parecían no irse de allí, de su pecho.

Un suspiro sale de sus labios nuevamente, lanzándose en su cama, colocando su antebrazo por encima de su frente, cerrando sus ojos lentamente, mientras que sus belfos estaban un poco entreabiertos.

¿Qué mierda estaba haciendo?

Estaba tan confundido que el mismo no lo entendía con la claridad que deseaba. Ósea Jimin estaba siendo feliz con alguien más que no era él.

¿Qué probabilidad había de recuperarlo?

Si era sincero consigo mismo, diría que su probabilidad era un cero por ciento.

¿Por qué?

La respuesta era demasiado clara para decir verdad.

Jimin no lo amaba más.

Jimin ya no era alguien que podría tratar como suyo, porque jamás lo fue.

Era la culpa de su mismo ser, por ser un tonto, un tonto por haber creído en una mujer de bonito cuerpo, pero de sentimientos muy fríos.

Sin más, toma su celular para hacer una llamada a una niña pequeña de la otra ciudad, y cuando escucha aquella vocecita, no pudo evitar sonreír con suavidad. Ese día le dijo a su pequeña que no iba a volver hasta al otro día, excusándose con algo que tenía que hacer por parte de su trabajo. Escuchando un suspiro por parte de ella, lo pudo entender y entonces le dijo que le tendría un regalo para su regreso, cosa que él también.

Después de la llamada, el castaño se vistió para así dar una vuelta por el lugar, ya que sentía que lo necesitaba de sobremanera.





Jimin despertó antes de su novio y sonríe al darse cuenta que el alto seguía con sus ojos cerrados, con un rostro relajado, como si aquella noche había sacado el estrés que traía, eso le gustaba por una parte.

Se sentó en la cama con cuidado para no despertarlo, tapando un poco un poco de su pecho con la poca sabana que sobresalía de aquella cama. La vergüenza llegaba a su ser, sus mejillas siempre se tornaban de un color carmesí y, era por el simple hecho de que habían hecho el amor. Siempre era de esa forma cuando lo hacían.

Tomó su bóxer para ponérselo, igual que la camisa blanca de su novio, aunque esta le quedaba un poco más grande en su cuerpo. Eso le avergonzaba, porque ChanYeol siempre le decía que era tierno en ese entonces que usaba esa ropa.

Salió de la habitación, no sin antes de observar la espalda de su novio por última vez, antes de ir a la cocina en donde prepara el desayuno para ambos, sintiéndose feliz por ello, sin embargo, algo dentro de él se removía, cosa que no toma la importancia necesaria.

Minutos después; café, tostadas, frutas picadas en dos pocillos diferentes, jugo de diferentes sabores, mermelada en un lugar y mantequilla en otro. Ese era el desayuno de ese día, aunque sabía que era mucho, no le importaba, pues se sentía feliz.

Tomó la bandeja con sus dos manos y con cuidado la llevó a la habitación, donde ahora su novio estaba despertando, y ríe cuando el alto se ve asustado.

—Mi amor, no te asustes — le dijo ya estando dentro de la habitación con todo en sus manos. —sabes que jamás me iré de tu lado, no cuando la noche anterior hicimos el amor — sonrió ruborizado en el momento de recordar todo aquello. —

ChanYeol por su parte sonríe, porque le encantaba ver a su pequeño novio de esa manera ruborizada, sin embargo le encantaba mucho de que su hermoso novio no se fuera de su lado.

ChanYeol pensaba que se había sacado la lotería con su chiquito.

—Oh mi amor, te amo demasiado -le dijo mientras que su mirada estaba posada en su novio pequeño que traía en sus manos una bandeja. —como siempre haciendo el desayuno Jiminnie, aunque pienso que deberías dejarme hacerlo algún día para ti, como aquella vez que hicimos el amor por primera vez.

¿Y cómo no recordarlo?

Había sido maravilloso como lo había obtenido, era su primer año cuando se juntaron y decidieron entregarse delicadamente, ya que ambos eran unos chicos que la virginidad no había sido arrebatada en su adolescencia.

—Fue hermoso aquel entonces cuando nos entregamos. —comentó Jimin con las mejillas rojas, acercándose a la cama con la bandeja en mano. ChanYeol ayudó a dejar la bandeja por encima de la cama, creando que el contrario se sentase suavemente en la comodidad. — Éramos la pareja perfecta o eso al menos escuchaba de nosotros. —ríe con suavidad. — Me gustaba sin dudar alguna, sobre todo en el momento en que luego amaneciera y un desayuno junto a ti quedaba. Realmente eres la mejor persona que pude conocer mi amor.

—Tú eres la mejor persona para mí, mi amor. —dijo acariciando la mejilla que aún estaba rojiza del contrario, pero el lugar romántico fue quitado en que el aroma a café se proporcionara en las fosas nasales y sonrió con suavidad. —creo que alguien nos está llamando. —ríe nuevamente por aquel comentario.—

—ChanYeol eres un bobo. —dijo Jimin con ternura, tocando la nariz de su novio para luego así acercarse y besar sus labios con dulzura, claramente teniendo cuidado con lo que se posaba en las bandejas. —lo bueno es que eres mi bobo. —@menciona un usuariosonrió con amplitud. —

ChanYeol no podía creer que su novio era una persona con demasiada ternura, de esas de las cuales no quieres dejar de besar ni tampoco de abrazar. Sin duda alguna, todo era maravilloso cuando su novio estaba a su lado.

Esa mañana ambos tomaron el delicioso desayuno que Jimin había preparado, mientras que sus mejillas rojitas se encontraban por los halagos que le daba su novio. Aunque también no solo hubo eso, también las risas se hacían resonar por las cuatro paredes de aquella habitación.

Luego ambos fueron a la ducha, entre besos y abrazos se ducharon, además con sonrisas cómplices en sus labiales.

Después de eso ambos se vistieron y salieron.

Ese día sería de los dos.

Nadie los iba a molestar.

¿Qué es lo malo que podría pasar?

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Espero que les haya gustado, y lamento si no era lo que estaban esperando 😔.

¿Es tarde?  ➻ Kookmin  [T 1&2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora