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El fin de semana se pasó rápido, no le conté nada a Zac, mis amigas habían llegado, en el momento justo, me alegro que hayan podido salvarme de Zac.

Entré al colegio, tarde, porque tampoco quería que me atormente con las preguntas. En el comedor me senté con Pame, ella siempre se sentaba sola, al sentarme me miró y negó.

-¿Por qué no vas con tus amigos?-me preguntó.

-Eres mi amiga.

-¿Qué pasó?-se cruza de brazos.

-Zac quiere que le responda varias preguntas-dije.

-¿Por qué?-negué, no le iba a contar-si quieres sentarte conmigo dime, si no, puedes irte a los asientos vacíos.

-Es que seguro le vas a contar a Max-susurré.

-Dale...-me apuró.

-Zac me vio besándome con Erick el finde en la fiesta-me miro como si estuviera mintiéndole.

-¿Te besaste con Erick?-asiento-pero tiene novia.

-¡Ya se! Me quiero matar-dije, crucé los brazos encima de la mesa y oculte mi cara.

-Max no se va a enojar, si está chapándose a otra-la miré-no lo sabías ¿Cierto?

-¿Que es lo que dijiste?

-Mira, ve el lado positivo, los dos se superaron...

-Ajam, si, claro.

-La cague definitivamente.

-No...-no sabía donde mirar, mi corazón latía a mil, mis ojos se llenaban de lágrimas, si me dolía, pero no podía ser egoísta, él podía besarse con cualquiera-voy al baño...

Casi salí corriendo del comedor, escuché como me llamaban, pero corrí y me escondí detrás de unos arbustos, nadie sabía de este lugar por suerte o eso supongo, me acosté.

Se que Max podía hacer lo que él quiera, pero sentía una incomodidad que me molestaba al igual que el nudo en la garganta, Max seguro no me lo contaba por que sabría que me lo tomaría mal o por el estilo, estaba tan molesta por que no me lo contó, quería golpear algo, tenía todos los sentimientos encontrados, no se que me pasaba, lloré un rato sentí unos pasos cerca, me volteé para que no me vieran.

-Perdón, no sabía que había alguien ¿Estas bien?

-Si si, ya me iba igual-me seque las lágrimas y me paré para irme, el chico que estaba ahí tenía los ojos llorosos también, me restaba conocido-¿Estas bien?-le pregunté.

-Si, no pasa nada, sigamos mintiendo que estamos bien-sonrió, la verdad que si lo viera con esas sonrisa pasando por mi lado juraría que está lleno de felicidad.

-Nos vemos-dije, no quería ir a la tarde así que fui directo a mi casa.

Me quedé en el sofá, viendo una serie, apague mi celular, no quería escuchar ni hablar con nadie, mi casa estaba toda oscura, ni el camino se veía, solo la tele estaba prendida, la serie me hizo llorar cuando se murió un personaje, le gustaba hacerme sufrir, pare la serie y agarré el cel.

Lo prendí, tenía las llamadas de Zac, de Pame, Erick, pero más de Max, dejé mi celular en la mesa ratonera, me acosté viendo e techo, el timbre sonó pero no me levanté, después sentí las llaves, me hice la dormida.

-Esta dormida-dijo mi mamá, que llegó del trabajo-¿Todo está bien?... Okey ¿Quieres algo?

-No, solo voy a esperar si no es molestia-escuché la voz de Erick.

-No pasa nada, es lindo ver a alguien preocupado por mi hija ¿Desde cuando están? Pregunto por qué ella es cerrada, no me cuenta nada, siempre habla más con su papá-mi mamá se ríe, rodé los ojos sin abrirlos.

Había una... (ERICK BRIAN COLON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora