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Estaba sentada en la cama apoyada en el marco de las ventana mirando hacia afuera, estaba en la casa de mi papá, siempre me la pasaba encerrada en el cuarto, había pasado más de un mes que me habían dicho de mi verdadera madre, pero para mí mi mamá no era ella, me sentía tan incomoda y no perteneciente a esta familia, no quiero saber como llegué a los brazos de mi mamá, no quería enterarme de nada, quería olvidar todo a mi alrededor, pero mi cabeza solo hacía lo contrario, me odiaba y me hacía sentir mal, me había vuelto más distante y callada con mis amigas, había ignorado a Erick, pero todos los días escribía un mensaje pero lo borraba y no se lo enviaba, tal vez tengo que dejar que las cosas pasen, ya me tocará en algún momento ser feliz.

Los golpes en la puerta me hicieron salir del trance, volteé y vi a mi papá.

-Estamos haciendo postres... ¿Quieres acompañarnos?-preguntó, volví mi vista hacia afuera.

-No, estoy ocupada-dije, escuché como suspiró, cerró la puerta y pensé que se fue pero sentí como se hundió la cama.

-Dan... hace tiempo que no me cuentas nada...

-Porque no tengo por qué contarte todo, hay cosas que prefiero guardármelas-lo miré.

-No es bueno guardarse las cosas...

-Esta bien, odio estar acá y dejar a mamá sola en casa, no me siento cómoda acá, odio que intentes que me caigan bien, no me caen mal, solo que no me obligues a sentir cosas que no siento-miré afuera otra vez, no quería que mi papá me vea llorar, mi papá me sobó la espalda-Déjame sola por favor-pedí con la voz en hilo.

Se paró y se fue, cerró la puerta y exploté, mis lagrimas salieron sin consuelo, cerré las cortinas y me metí a la cama, terminé durmiéndome de tanto llorar, cuando me levante al día siguiente tenía los ojos hinchados, lo peor de todo era ir así al colegio, las chicas se preocuparían. Mi papá me llevó y fui directo al aula.

Últimamente está todo decaído a mi alrededor y sabía que yo misma tenía que cambiar algo para no seguir así, tenía que darme la oportunidad de ser feliz aunque sea por un rato quería volver a sonreír, no puedo estar toda mi vida malhumorada y triste por lo que me pasa, tengo que razonar, mi mamá no es mi mamá, pero la quiero, mi padre es feliz con otra y no me tengo que molestar de que él sea feliz, tenía que darle una oportunidad a su familia, poner ánimos a mi vida, salir a pasear con mis amigos, tratar de estar bien con Erick y Mica, tenía que cambiar, todo tenía que cambiar.

Estaba en el comedor, esperando a mis amigos, primero se sentó Pame, le sonreí y ella me miró sin comprender.

-¿Estas bien? Me das miedo...

-¿Tenes algo que hacer después del cole?

-¿Estas intentando tener una cita conmigo? Tengo novia-dice riendo.

Al final terminamos yendo al mc, la pasamos bien, me había contado de su relación con Lu, aunque ya la sabía, Lu me la contaba cada vez que hablábamos.
Toda la semana estuve positiva, aunque a veces creía que fingía, al final terminaba sola, en mi cuarto, mirando el techo, sin ningún mensaje, excepto los de Max, aunque él estuviera mandándome mensajes seguía sintiéndome sola. Escuché la puerta del cuarto de mi mamá, me paré de la cama y fui a su cuarto, toque la puerta.

-Pasa-dijo y abrí la puerta, se había acostado-¿Paso algo?

-No puedo dormir-dije y ella sonrió de costado, alzó las sábanas para que me meta en ellas, me acosté dándole la espalda y ella me abrazó-me siento sola-se me escaparon unas lagrimas-también me siento un blanco fácil, alguien a quien puedes matar con un silbido, me siento frágil y no quiero sentir eso.

Había una... (ERICK BRIAN COLON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora