Capítulo 7

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Ruégame.

El día había sido demasiado tranquilo y satisfactorio para el castaño que traía loco a Derek. A pesar de su fama en aquella increíble playa, muchas veces tenía que enfrentarse cara a cara con la muerte, y aunque hasta el momento no había dejado que nadie muriera, si dejaban sus vidas en las manos del chico. Por suerte él lo entregaba todo para que no ocurriera ninguna desgracia. Pero ese día resultó indudablemente relajado. Hubo mucha gente, tanto turistas como locales, niños, niñas, adolescentes, e incluso ancianos disfrutando del radiante sol y deliciosa agua.

Solo se había metido al agua un par de veces para ayudar a unos pequeños que se alejaban demasiado de la costa, cosa que Stiles advertía una sola vez, y los inconvenientes cesaban.  

También fue solicitado mucha veces para tomarse fotos con algunas chicas y chicos de su edad, quienes le comentaban que lo conocían de las redes sociales, donde lo etiquetaban o lo mencionaban. No por nada tenía más de diez mil seguidores en Instagram.

Pero a la distancia había alguien especial que alegró su día por completo y lo llenó de suerte, o simplemente hizo que los planetas se alinearan a favor de él. Pues que Derek aceptara salir con él fue sorprendente, mientras creía que el que le diera una oportunidad para conocerse mejor, era imposible.

Solo por hoy, se había asegurado de ocupar la silla de salvavidas más cercana al bar de Derek, ya que así podía verlo y visitarlo las veces que quería. Y tal y como lo deseó, aprovechaba la tranquilidad de las personas para acercarse y fingir que quería tomar algo suave, solo para mirarlo. Y algo le decía que el moreno era consiente de sus intenciones. No obstante, mientras permanecía sentado en el trono, el mismo no dejaba de contemplarlo sin siquiera parpadear, y mientras más respondía a aquellas miradas, más grandes y largos eran los pasos que su cordura daba antes de caer al precipicio.

Cuando su turno acabó, viendo la triste oscuridad que dejaba el sol al esconderse del otro lado de la playa, se sacó las gafas que Derek le había prestado y bajó de la silla para ponerse la camisa.

- ¿Te vas tan rápido? - escuchó la voz de Derek, haciéndole vibrar de manera atrevida y detenerse al instante.

- ¡David! - exclamó sonriendo, terminando de ponerse la camiseta, y cuando sacó la cabeza por el hueco, se encontró con el ceño fruncido y labios apretados del ojiverde. Observándole de forma hostil y enojada. Obviamente por haberle llamado por otro nombre.

- ¿Es en serio? - inquirió el mayor cruzando los brazos en torno al pecho, sin cambiar el gesto ofendido y casi dolido.

Stiles soltó una carcajada sujetándose el estómago. - Lo siento. Solo bromeaba. -

- Es la tercera vez que me llamas por un nombre que no es el mío. - bufó, tomando los bordes del cuello de su camisa. - Y siempre con nombres diferentes. -

- Emm... - hizo una pausa intentando recordar esas veces. - Perdóname por las anteriores, pero te juro que esta vez fue a propósito. - se disculpó, quedándose confundido al ver que el mayor se quitaba la camisa. Dedujo que Derek tenía intenciones de meterse al agua y que ciertamente la cara de enojado que había puesto hacía segundos, también eran bromas porque ya no lucía como tal.

Con manos ágiles y sin apartar sus ojos de los del humano, se desabrochó el pantalón y procedió a bajárselos lentamente. - Soy Derek. No lo olvides. - sentenció y contempló al castaño de pies a cabeza. - ¿Te metes conmigo? - sugirió, apuntando al mar con la barbilla.

Lo cierto era que Derek estuvo pensando toda la tarde en invitar al menor a meterse con él en el agua y disfrutar por fin, pero también estaba a riesgo de ser rechazado sutilmente ya que el joven se pasaba toda la semana en el agua y puede que estuviera cansado. Admiró a detalle como Stiles miró hacia el mar con una sonrisa apareciendo lentamente en su boca, para luego volver la vista hacia él y volver a quitarse la camisa.

Insoportable amor | Sterek & Thiam |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora